Otra de Tulón – Parte I
Hola amigos…. Como están?. Animado por la exquisita historia del “colega tímido y tulón” quiero contarles que tengo una historia similar. No sé si la contaré también como ese amigo. Pero si les gusta, les comparto una segunda y hasta quizás tercera parte.
Era el año 2019. Yo trabajaba en un banco. En ese tiempo hacía una pega en seguros, así que todo el día estaba sumergido en papeles viendo temas de pólizas y cosas así. Un día mi jefe me asciende a supervisor de esa área y me pide que contrate a una persona que haga mi pega. Llegaron varios currículum y finalmente tuve una terna.
Había una tipa de 28 años, tenía buena cara en la foto; un tipo de 22 años que estaba estudiando y un tipo de 31 años, este era profesional, era ingeniero. Los entrevisté a los 3 y la tipa era competente y además era rica. El de 22 no me tincó, principalmente por como hablaba. Y finalmente entrevisté al de 31. Se veía simpático, perfil de tipo para trabajar en un banco, incluso hablamos de otras cosas más personales. Finalmente me decidí por el de 31. Se llama Fernando. En este banco, no trabajamos con ropa formal, pero hay código de vestuario así que todos vestimos bien. A la entrevista Fernando fue formal, así que verlo al otro día con ropa más casual pero elegante fue llamativo.
Le hice la inducción y le comenté como eran los procesos con las pólizas y todo eso. Al ser profesional, el banco decidió darle otro cargo, como analista, similar a mi cargo pero yo estaba a cargo de esa área. Días después llegaron dos chicas externas y armamos el grupo entre los 4. Yo me encargaba de los procesos externos, Fernando de los procesos internos y las chicas a hacer todo el papeleo, lo administrativo. Fernando y yo compartíamos oficina. Las chicas estaban en otro cubículo. Yo soy una persona, hasta ese momento, hetero, pero había tenido mis cosas por ahí, pero cosas normales de experimentación. Tenía 29 años. No me considero un weon ricoooooo, pero tengo lo mío. Después de la pega, voy al gimnasio, como saludable, no bebo mucho ni fumo. Soy súper sociable, soy el weón de mil amigos.
Fernando en cambio, era un weón esquivo, le costaba el contacto social. Escuchaba buena música, bandas Indie, como las que me gustan a mi. Así que había buena música sonando en la oficina entre las 9 y las 18 horas. Fernando era alto, muy alto, media 1.89. Era blanco, con el pelo castaño claro, ojos de piscina, con barba bien cuidada y bien peinado. Usaba ropa de marca, bien combinado el outfit, pantalones con camisas que contrastaban y siempre un chaleco encima, como la moda que vemos en las series koreanas. Hablábamos lo justo y necesario en la pega y la mayoría eran temas de pega, pocas veces de algo personal, solo sabía que estaba soltero y que había terminado hace poco una relación larga. Yo llevaba un año más o menos soltero. A veces salíamos a almorzar juntos, comíamos cualquier wea. Yo trataba de comer sanito pero casi nunca podía. Solo comía ensaladas o wraps. Así estuvimos 4 meses, de alguna manera, nos hicimos amigos.
Un día me enfermé, me intoxiqué con mariscos. Así que estuve 5 días con licencia. Al tercer día de mi licencia, Fernando me escribe.
-Oye, supe que estás con licencia. Cuando vuelves?
-El lunes, le digo.
-Puta. La semana se me ha hecho larga sin ti.
Eres el único weón con el que hablo y tolero. Los demás son puros weones falsos.
-Es que a ti te caen mal todas las personas del banco, yo no sé que haces ahí.
-Es que son puras personas capaces de todo por lograr sus objetivos, me dice. Mienten, fanfarronean de cosas que ni son ni tienen.
-Pero por qué me cuentas eso?
-Es que tú eres el único que me cae bien.
Y yo… En mi casa… acostado, viendo el buenos días a todos… Sentí que mi guata se dio vuelta completa pero no de malestar… era emoción. Le caigo bien…!!!. Tengo que reconocer que tenía un humor negro… Es irónico como él solo, hacía comentarios que nadie haría. Pero era chistoso. Me caía bien. Más de alguna vez, cuando hablábamos por whatsapp le enviaba el emoji riendo o stickers de Pancho Saavedra riendo. Él sabía hacerme reír con sus pesadeces. De alguna manera, yo le caía bien y era buena onda conmigo.
-Oye, y estás muy mal??
-Dolor y vómitos.
Pero ya llevo un día reteniendo lo que bebo. No como más machas weón.
-Pucha que lata, yo que te quería invitar un picoroco a las brasas, me dice.
Me quiere invitar un picoroco…?? Que?? Creerá que soy gay?? Acaso piensa que soy gay?? Acaso él es gay??! Tendría sentido, me dije a mí mismo, por cómo se viste. Es demasiado top…!! Qué es esa wea de top?? Me dije. Csm…. Me fijo en cómo se viste y me siento entusiasmado por cómo me habla…!!! Me gusta este loco??!. Y le respondí.
-Jajajaja cuando quieras no más, eso no me hizo mal.
-Ya po. Cuando llegues. O te puedo llevar el picoroco a la casa, tu dime no más, me escribió.
-No creo que ahora pueda comer. Dejémoslo para cuando esté mejor.
-Ok. Me respondió. Y no hubo más comunicación por ese día.
El viernes me escribe de nuevo, preguntando cómo estoy, como me siento y que las chicas de afuera lo tienen chato, lo invitaron a salir.
-No es mala idea que compartas con los demás, somos un equipo chico y el banco se caracteriza por tener equipos bien afiatados. Deberías ir.
-Si tú no vas, no voy. Es mi última palabra. Me escribió.
Al leer eso, sentí que algo explotó en mi interior. Me sentía alegre. Incluso grité en mi casa al leer eso. Lo releí varias veces antes de contestar. Y que respondo ahora??! Voy??! Mejor vienes!!! Vivo solo, así que podremos estar tranquilos!! No, muy lanzado de mi parte. No, no puedo ir, pues estuve enfermo, nada que ver que vaya. Mejor me hago el leso. Y si le digo que es lindo por decir eso?? Será muy obvio?? A lo mejor estoy leyendo todo esto en clave de romanticismo, por que estoy a un paso de ser como la bridget Jones. Csm… que hago??? Y le respondí:
-Vaya no más si quiere. Yo aún no puedo comer bien. Así que no sería un aporte para la salida. Lo vas a pasar bien.
-No, ya dije que no iría.
Estaba pensando ir a ver a un amigo que está enfermo y llevarle una sopa de pollo para que se mejore la guata. Siempre hay que ayudar al prójimo y ser un buen samaritano.
-Jajajaja…. Que eres buena onda. Somos amigos?? Bueno… me parece un buen título ese. Amigos!!!! Pero no sabes donde vivo. Así que no podrá ser y no te daré la dirección de mi casa. Anda a carretear. Siempre van al mismo lugar y se pasa bien.
-Última vez que lo digo: no iré!!! Y en cuanto a la dirección, creo que es esta no? Calle x, depto x torre x, me equivoco o no?
Y yooo… wuaaaaaaaaa…. Tiene mi dirección…!!! Y como la consiguió??? Debe haber sido en el banco!!!! Le respondo:
-Y como la conseguiste ?
-Por ahí. Sus trucos tengo bajo la manga. Salgo de acá y te llevo una rica sopa. Chau!!!
Me senté en la cama inmediatamente. Llevaba 5 días enfermo y no había hecho nada en la casa. Mi departamento no es grande, es de un ambiente, pero estaba lo suficientemente desordenado como para que cualquiera, hasta yo, saliera corriendo.
Me paré, empecé limpiando el baño. Luego ordené la cocina y ordené el sillón. Listo. Pasé un trapero por el piso y saque la ropa que tenía colgada en el balcón. Me demoré como media hora. Eran las 12 del día. Me quedaban 4 horas y media para que mi ansiedad hiciera de todo. Comencé preguntándome cosas sobre él. En qué momento llegamos a esto? De cuando que me está coqueteando? Ufff…. Igual no más, si el compañero es rico, es atractivo. Pero a mí me gustan las minas, me decía. Bueno a lo mejor llegó la hora de experimentar. Y que hago??? Bueno lo que se de, me decía a mí mismo.
A eso de las 17.00 horas, me avisan que me busca Fernando, indicó que suba. Minutos después toca el timbre.
-Hola!!! Cómo estás??? Y me da un abrazo. Fue un abrazo demasiado expresivo. Sentí que me transmitió alegría, energía, me hizo sentir bien con solo abrazarme. Yo mido 1.79, por lo que soy considerablemente más bajo que él.
-Y la sopa? Le digo mirando que trae una bolsa de supermercado donde no viene sopa.
-No había nada, así que decidí hacer la receta de la siempre exquisita y nunca bien ponderada, sopa de pollo que mi abuela me hacía cuando era chico.
Andaba vestido con un jeans negro y una camisa de cuadros rojos. Con un sweater café largo y abierto. Peinado hacia atrás. Usaba un aro en la oreja izquierda que se sacaba en la oficina. Con unos zapatos cafés, del mismo tono de la chaleca. Se veía exquisito. Tenía un look parecido al Jean Philippe Creton pero con el pelo corto.
-No, no hay problema, como vas a cocinar. Si ya estoy mejor. Hoy comí fideos blancos.
-Pero esta sopa de pollo, te va a recomponer.
Se dirige a la cocina y toma la olla que estaba en el lavaplatos. Saca una zanahoria, pimentón y cebolla y una pechuga de pollo y comienza a preparar la cena en una tabla. Se manejaba y ocupaba la cocina como si fuera de él. Yo encontré que eso era lo más hermoso que alguien podía hacer por alguien. Se veía demasiado rico cocinando y cocinando para mi.
Así que me senté en el mesón de la cocina, puse música de the Killers y nos pusimos a conversar mientras cocinaba. Le pregunté por la pega, me contó algunas cosas y un conflicto que hubo con una póliza. También me comentó cómo lo resolvieron y que todo quedó claro. Luego me hablaba de las chicas que trabajan con nosotros y de lo mal que le caen, igual que los de seguros de vida y personas y los del seguro colectivo. En fin, todos le caían mal. Después agregó, que me extrañaba.
-…. Con todo eso, te extrañé harto José Miguel, te puedo decir José?
-Ehhmm sí, puedes.
-Súper. Donde hay plato hondo? O en un tazón no más?
-En la puerta al lado tuyo, le indico.
Saca unos tazones soperos y sirve dos porciones de sopa de pollo, le echa un poco de cilantro y me lo sirve encima de un plato y con la cuchara en el plato. Se veía rica la sopa y también la presentación. La pruebo y estaba realmente exquisita.
-Mmmmmmm…. Está exquisita, le digo. Hace días que no comía algo rico.
-De nada…. Te dije que te iba a gustar.
Él también comió conmigo. Luego lavó todo lo que ensució y nos sentamos en mi sillón (el cual es muy pequeño, ya que mi casa es chica) así que estábamos muy cerca uno del otro. Podía sentir su olor corporal, su perfume, incluso cuando exhalaba aire, me llegaba en la cara, tenía todo bueno… ticket en todo. Cómo estábamos cerca, pude notar que tenía un buen cuerpo, como dije era alto y se veía como con buen cuerpo, incluso el paquete. Se le marcaba una forma muy sugerente en el jeans, lo cual hizo que mi imaginación se echara a volar. Conversamos de todo, se reía mucho. Se veía muy simpático, sociable, muy al contrario de como era en el banco. Huraño, pesado, desagradable. Me contó que vivía solo en Santiago. Su familia es de Puerto Octay. Estudio en la universidad que está por allá y se vino a Santiago. Estuvo unos años trabajando en otro banco. Ahí se compró un departamento y un auto. Yo vivía cerca del centro de Santiago, por el lado más patrimonial y él por el barrio donde está lleno de universidades. Vivíamos relativamente cerca. El banco quedaba cerca de una Iglesia súper antigua en el centro. Así que teníamos como todo cerca. De pronto me dice:
-Van a hacer las doce de la noche. Es tarde ya. Me puedo quedar?
Que??? Se quiere quedar??? Ah nooo!!!!! No podré con esto… pero como?? No le puedo decir que no…. Pero tampoco debería decirle que si altiro. Que hago??? Y por qué querrá quedarse? Tendrá ganas de algo sexual?. Yo no he hecho mucho sexualmente hablando con hombres. Tuve una aventura con un compañero del colegio, íbamos en un colegio de solo hombres pero solo fue chupar vergas. En la U tuve una sola experiencia pero fue más bien dolorosa que placentera.
-Bueno, como no respondiste me voy. No quiero molestar, además debes recupérate para el lunes.
-No, no, no…. Perdona, es que estaba pensando en donde dormirías. (Me la traté de sacar), no tengo más camas, mi casa es chica y solo tengo este sillón. Tendríamos que compartir la cama. Sucede algo?
-La verdad Jose, no tengo a nadie más acá. Si está pega no me salía, había pensado en devolverme al sur, con mis papás, arrendaba el departamento y me iba. Y no me cae bien la gente, por lo que no tengo amigos. No tengo a nadie acá. Llevo años solo, tuve una pareja pero no me llenaba y ya llevo un buen rato soltero. Y tu te transformaste en un amigo, en un buen amigo, sentí que hubo buena onda desde que me entrevistaste y así ha sido estos meses de trabajar contigo. Tenemos cosas en común, la música, formas de entender algunas cosas y cuando supe que estabas enfermo no dudé en venir a acompañar a mi amigo. Es solo por eso.
Yo estaba que lloraba. Mi familia tampoco está en Santiago por lo que sé lo que es sentirse solo, pero yo soy súper sociable entonces amigos no me faltan. Mi casa era chica pero había hecho muchos carretes con compañeros de pega y otros amigos. Entendía que se sintiera así, solo. Me bajó una ternura grande por él. Le dije: obvio que te puedes quedar. Compartimos cama y dormimos. Porque para eso soy tu amigo, le dije. Y me abrazó. Apoyo su cabeza en mi hombro izquierdo. Se quedó así un ratito, pude sentir su cuerpo presionando el mío. Confieso que me comencé a excitar. Yo creo que Fernando lo percibió, pues empezó a respirar en mi cuello y yo solo cerré los ojos y me mordía los labios para no hacer ningún sonido.
-Estás bien? Le pregunto.
-Sí…. Es que quiero besarte y no sé cómo empezar.
-Así…
Y le doy un beso. Nos miramos y él asume el control de la situación. Me besa maravillosamente. Unos labios suaves, cálidos, besaba con toda la boca, sentí que me comía, la lengua sabía usarla de forma adecuada, tocaba mi lengua con la suya, la presiona, la roza, movía la cara hacia un lado y hacia el otro, su olor se impregna en mi piel. Sus manos me comienzan a abrazar, toman mi cara y me acaricia la nuca, jugando con mi pelo. Su barba me provocaba cosquillas pero eran graciosas, hacía que sintiera que era un hombre el que me besaba. Nos separábamos para tomar aire y el beso con las caricias continuaba. La forma en la que me acariciaba el pelo, en la nuca, me hacía sentir confiado, seguro. Francamente, me entregué a él en ese beso. Reclina su cuerpo sobre el mío, apoyando su pecho con mi pecho, sentía su corazón latiendo rápido, igual que el mío. En un momento sus manos comienzan a descender por mi pecho, me tocaba con toda su gran mano y sus dedos largos se movían de forma tal que me hacía sentir completamente tocado por el. Nunca había experimentado una sensación así sentirme acariciado de esa forma. Mi cerebro estaba en una línea plana, no era capaz de pensar que hacía, si estaba bien o no. Su boca y su lengua solo se separaban de la mía para respirar.
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1 Comentario
Anónimo
noviembre 8, 2024 a las 10:56 pmGuau, que excitante esta parte de la historia.
Sentir en la piel las caricias. Que buen relato