Tarea pa la casa

En ese entonces íbamos en el liceo. Nos encontramos cuando íbamos en cuarto medio. Se sentaba solo. Siempre lo había visto con otros ojos pues su forma física me era atractiva. Bajo de estatura, ojos saltones, sonrisa traviesa, y una característica que aún observo en otros hombres y que él tenía en ese momento: era lampiño de cara.

Lo que recuerdo es que nos habían dado una tarea para un ramo y teníamos que terminarlo fuera de horario. Vivíamos a la mierda, así que había que coordinarnos bien. Él conseguió el permiso para ir a mi casa y luego irnos desde ahí a estudiar. Siempre estaba solo, así que le mostré mi casa haciéndole un tour hasta por el baño. Logramos hacer la tarea en poco tiempo y nos quedaba más de una hora para salir y nos había dado hambre. Tenía comida suficiente para dos preparada por mi mamá, y con tiempo de sobra se me ocurrió una morbosidad.
Lo invito a mi pieza a ver una serie. Subimos la escalera hacia la pieza compartida que tenía, y como no se encontraba nadie en casa, le dije que se pusiera cómodo. Sin que él lo notara, puse una película porno que tenía en ese momento. Empezaba con una mujer haciéndole sexo oral a un hombre con un pene de grandes dimensiones. Él al verlo no hizo comentario y mantuvo su mirada en la TV. Yo casi por impulso le digo:

-Si quieres pajearte lo puedes hacer – mientras me desabrochaba mi pantalón. Él me miró sorprendido al tiempo que veía como sacaba mi verga erecta. Mi pene ya era más grande de lo normal para ese entonces, y yo ya era mucho más alto que él.
-Tienes poquita cabeza -me dice sin miedo a mantener la mirada en mi miembro -Mira -se baja su pantalón y veo una verga gruesa, con una cabeza como champiñón, no muy larga pero ante su mano que era pequeña se veía descomunal. Se comienza a pajear mientras yo lo veo de reojo, sin dejar pasar un minuto le digo:
-Te pajeo si me pajeas después-

Él me mira sorprendido y accede con la cabeza. Tomó su pene con mi mano, y él rodea el mío con su pequeña mano y me dice -aunque no seas cabezón es grandote-. Yo me río -Pero la tuya se ve rica- y lo estimulo más rápido. Se queda en silencio, y sin avisarle previamente me muevo rápido y quedo frente a su vergota y la pongo en mi boca. Él se queda en silencio otra vez, con mis labios bajo y subo por su tronco mientras él me agarra de la cabeza y me hace comérsela entera. No pasan ni treinta segundos cuando su pene escupe líquido. Cuatro deliciosos chorros golpean mi garganta. No tenía mucho sabor y no era denso, digno de un adolescente hirviendo. Me preocupo de no perderme nada y éste se deja. Le digo que le toca a él. Se acerca a mi pene y lo pone entre sus labios, le pasa la lengua y lo suelta. No le digo nada.

Me empieza a masturbar suavemente, a lo que yo le quito mi pene y comienzo a estimularme. Yo estaba muy caliente, así que en cosa de segundos eyaculo en mi abdomen. Él me mira y nuevamente quedamos en silencio. Procedo a limpiarme Nos subimos los pantalones y luego saco la película. Luego de eso almorzamos, y nos fuimos al colegio. En el camino me decía que tenía una «cabecita», a lo que yo me reía tímidamente. Luego de eso nunca más pasó nada hasta que nos separamos al salir de la media. Y pensar que quedaron tantas cosas que probar con él 🙁

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