El Celular – Parte VIII

-Aloooooo- el papá del pendejo seguía llamando a mi casa. Qué estaba haciendo acá.
El hombre se pasea de un lado a otro nervioso y vuelve a gritar. Miro a Pedro asustado. Él no sabía que pasaba pero por mi cara imagino que vio mi miedo.
-¿Quién es?- me susurra.
-Es el viejo del otro cabro que se tiraba el dueño del celular- digo en voz baja -Este pendejo vino en la tarde y hablamos, pero se fue después-
Pedro me miraba con una pisca de sorpresa y enojo.
-Cómo que vino otro culiao pa acá- me susurra enojado.
No le respondo. Me muevo hasta llegar el sillón lo más piola posible y me pongo los calzoncillos. Mi pene me ardía mucho. El hombre gritaba otra vez.
-Te voy a traer ropa y te escondí en el baño- le digo.
-¡¿Vai a hablar con él?!- me dice en volúmen normal.
Le hago el gesto de que se quede en silencio, y se escucha otro llamado del padre.
-¿Qué más voy a hacer?- digo mientras me visto con los pantalones.
Pedro camina hasta quedar frente a mí. Su verga era un bonito péndulo que oscilaba entre sus gruesas piernas.
-¿Y qué vai a decirle?-
-Lo que pasa po, weón- y me abrocho las zapatillas -ni cagando quiero dramas por estar metido en algo así. Al enfermo del celular parece que le gustan las weas sádicas, y todavía no entiendo para qué te manda ese vídeo. ¿Qué quiere lograr?- le digo. De verdad, qué quiere al mandarle ese vídeo a Pedro y luego lo bloquea.
Pedro se queda pensando. El papá sigue llamando. Me levanto del sillón y voy a mi pieza. Busco entre mis cosas, y encuentro un buzo estilo pijama muy ancho desgastado. Siguen gritando afuera. Vuelvo al living y Pedro estaba de espaldas subiéndose el calzoncillo. Sus nalgas bien paradas seguían tentándome hasta que se las cubre y se da vuelta.
-Ponte esto- le paso el pijama. Se le marcaba todo ese paquete para el lado.
-Shaaa, la weá que me pasai- me lo recibe.
-Es esto o que te vayai con un pantalón apretado que no te va a cerrar- le digo mientras se sube el pijama. Le entraba algo apretado -o que te vayai en pelota- Una buena opción para mis ojos.
Me devuelve una mirada no muy convencida y se ajusta el pantalón de pijama agarrándose la tula para acomodarla. El padre de Javier grita de nuevo.
-Parece que está preocupado el papá- comenta el flaitecito levantado sus zapatillas.
-Eso voy a ver- y me dirijo a la puerta.
Escucho que Pedro se mete al baño y abro la puerta.
-¿Si?- hablo hacia afuera.
-Hola, buenas noches- me dice el hombre- me llamo Eduardo y soy el papá de Javier- continúa -estoy buscando a mi hijo después de que saliera para acá diciéndome unas cosas muy raras de un celular. El otro día nos vimos pero no entendía nada, y ahora que me dijo que venía a buscar un teléfono a su dirección le di permiso para venir-
Él era casi tan alto como Javier. Tenía rasgos parecidos pero el padre tenía una barba clara que le hacía ver más varonil que su hijo. Se notaba su edad pero estaba bien conservado.
-Me explicó algunas cosas, pero dónde no volvió a la hora que le dije preferí venir- me dice con tono de súplica.
Camino a la reja y se la abro.
-Pase y adentro le explico-
Hago que se siente en el comedor y hago lo mismo frente a él. Le muestro el celular de Baltazar y le explico todo, evitando decirle que su hijo me la había chupado. Cuando llego a lo del último vídeo sus ojos se pusieron vidriosos.
-Yo le decía que se cuidara de los weones locos. Mi mujer murió hace años y lo crié solo, y lo intento cuidar- decía triste Eduardo -pero el mundo de los gays tiene personas enfermas y mi hijo no es para eso-
Si supiera que su hijo mama como una verdadera perra no diría lo mismo. Le explico que el celular murió y que si quiere llevárselo como prueba de algo, lo haga. Me agradece y me abraza. Se pone a llorar. Demás que un padre no se espera su hijo sea gay y más que se le vea en un tipo de práctica tan salvaje para sus ojos. Sentí pena por él. De pronto, un celular suena con el típico sonido de notificación de WhatsApp. El padre del pendejo saca su teléfono del bolsillo y lo desbloquea.
-Me llegó un mensaje de un número que no conozco y me mandó un vídeo- dice presionando la pantalla y este se reproduce.
Los gemidos de Javier, su hijo, golpearon las paredes de mi casa combinamos por el golpeteo intenso de cuerpos teniendo sexo. El pendejo estaba sufriendo por la brutal verga de Baltazar.
-Así te gusta, mi perrita- los cuerpos chocando producían una melodía con los gemidos de ambos.
-Ay, no quierooo- sollozaba Javier -no me la metai más que me duele-
Me paro rápidamente hasta quedar al lado de de Eduardo y caigo en la cuenta de que estaba viendo otro vídeo grabado por el dueño del celular. Baltazar sostenía el teléfono con una mano mientras con la otra ahorcaba al pendejo suavemente. Javier estaba de misionero, con la boca tapada por un trozo de tela y sujetado por otras en manos y pies. Sus embestidas eran muy fuertes. Los pies del pendejo se mueven muy rápido y sus ojos estaban llorosos. Estaba resistiéndose pero perdía voluntad por el bombeo de Baltazar. A momentos notaba que la mirada del cabro chico pasaba a placer y luego volvía a sufrimiento. Me estaba volviendo loco o muy morboso. Siguió dandole tan rápido que los grititos del pendejo se entrecortaban. La verga de Javier se movía de un lado a otro hasta que de a gotitas brota semen de su pene. Los poquitos chorritos seguían saliendo sin parar.
-Esooo- gime el dueño del celular -con la tula adentro te corrí. Que rico- y acelera más el ritmo hasta que se levanta con el teléfono en la mano y con la otra se pajea ese trozo hirviendo. Estaba muy lubricado.
Lo hace muy rápido y en un gemido intenso digno de actor porno le vierte seis chorros de semen en la cara llegándole hasta el castaño pelo del pendejo.
-A ver, dime quién te da lechita ahora- dice Baltazar sacudiéndose el miembro en la cara del cabrito -¿quién es tu papá ahora?-
Miro al padre de Javier delante mío.
-Dime po, si te culeo igual de rico que tu papá- dice el dueño del celular enfocando con la cámara la cara toda llena de semen del pendejo.
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2 Comentarios
Claudio Bi
noviembre 23, 2024 a las 6:01 ammedio plotwist :O
Anónimo
noviembre 24, 2024 a las 1:42 amestá super bien redactado y entretee