Oye… ¿me la sacudí?

Siempre me han llamado la atención los flaites, no lo voy a negar. Será su forma de hablar, su ropa apretada, esa mezcla de peligro y deseo que me revolvía todo por dentro. En ese tiempo yo tenía 18, y me movía por un barrio bien picante donde la mayoría eran así. Había uno que me tenía vuelto loco: el JP. Colorín, con pecas y esa actitud de que nada le importaba. Siempre andaba con los jeans a medio bajar, mostrando los calzoncillos y esos oblicuos marcados. Yo lo miraba con ganas, aunque él tenía polola… que encima era amiga mía (no la mejor, pero amiga igual).

Una noche, volviendo de un carrete con otra amiga, nos topamos con JP y su partner, el Yeison. Mi amiga siempre se baboseaba por el Yeison, así que se armó la dupla perfecta: dos y dos. Estábamos tomando jote en una plaza, puro leseo y risas, hasta que JP me mira y me dice:
—Acompáñame a mear.

Fui con él sin pensarlo mucho, y cuando terminamos de orinar, me suelta con una sonrisa entre burlona y caliente:
—Oye… ¿me la sacudí?

Me reí, pensando que era talla. Pero insistió, y ahí supe que hablaba en serio. Me temblaron las piernas, pero lo hice. Se la tomé con una mezcla de miedo y morbo. Terminé dándole una mamada rápida, con el corazón a mil. Él solo decía:
—Eso, así no más… dale.

Después, como si nada, me agarra del brazo y me lleva a un sitio eriazo al lado del pasaje. Tiró su chaqueta al suelo, se sentó y me dijo, sin vueltas:
—Ven, siéntate arriba.

Lo intenté. Su pico era tan grande que apenas podía con el dolor. Cambiamos de posición, de lado, de frente… pero no hubo caso. Al final, me arrodillé y se la chupé como si mi vida dependiera de eso.
—Dale, no pares hasta que acabe —me decía mientras me agarraba la cabeza.

Y así fue. Terminó en mi boca, y yo con una mezcla de culpa, excitación y nervios. Volvimos con los demás como si nada, aunque el Yeison y mi amiga ya cachaban todo. No dijeron nada, pero la mirada del Yeison me dejó pensando…

Y esa, cabros, fue la historia con JP. Espero les haya gustado :p