Fantasía cumplida

Me llamo Francisco, vivo en el norte de Chile, y así fue mi primera vez. A mis 27 años, tenía la curiosidad de saber qué se sentía estar con un hombre. No era algo que me quitara el sueño, pero si tenía la oportunidad de hacerlo, lo haría.

Por esas cosas de la vida, estuve un tiempo sin trabajo. Como necesitaba mantenerme, empecé a trabajar en una disco. Ahí conocí al wn con quien me saqué la espina. A él lo llamaré Felipe.

Felipe era un “paco”. Frecuentaba la disco cuando estaba libre, a veces con su pareja, otras con sus compañeros. Cuento corto: como siempre me tocaba servirle copete, empezamos a entablar una amistad.

Un sábado llegó solo, andaba medio decaído, y le pregunté:
—¿Anda bajoneado, socito? ¿Todo bien?
A lo que Felipe me responde:
—No wn, terminé con mi mina. Tengo más rabia que la xuxa… quiero curarme, pero no puedo.
Yo: —En el after po, perro.
Felipe: —No wn, ando solo. Así que si no me agarro a nadie, me voy.
Yo: —Ok, perro, avísame si cambias de opinión.

Llegó la hora de cierre. Felipe se me acerca y me dice:
—Ya wn, vamos al after.

Nos juntamos los que íbamos y nos fuimos. Alrededor de las 8 de la mañana ya estábamos arriba de la pelota, y hacía más frío que la cresta. Felipe se me acerca y me dice:
—Viejo, ¿puedo quedarme en tu casa? Por la hora que es, no quiero que me vean llegar así.
Yo: —Perro, tengo una sola cama, pero hay un sofá, te quedas ahí.
Felipe: —Vale, me voy apenas se me pase la curaa.

Llegamos a mi casa, arreglé el sofá donde dormiría, mientras Felipe pasaba al baño. Lo llamé para que viniera y, al no tener respuesta, fui a verlo. Grande fue mi sorpresa al verlo acostado en mi cama, a lo que me dice:
—Wn, hace frío, y ahí no me acuesto, me voy a cagar de frío.

Para no dramatizar tanto —en el fondo quería que estuviese ahí—, medio nervioso me acosté al lado. No sabía qué wea hacer…
Ya había pasado un buen rato, Felipe se da vuelta y me dice:
—Se nota que es primera vez que estás acostado con un wn. ¿No te pasan cosas?

Me cagó con esa pregunta… y le respondo:
—No wn, es primera vez que estoy acostado con un wn. ¿Y según tú qué es lo que debiese pasarme?
Felipe: —Esto… mira…

En eso me toma la mano y me la lleva a su pico. Estaba duro como fierro, salía del bóxer. A simple vista era grande y grueso.
Como no queriendo la cosa, le digo:
—¿Qué xuxa, loco?
A lo que me responde:
—Todo este tiempo que hemos hablado, caché que eres un wn piola… y te tengo ganas.

¡Quedé helado! Atiné solo a acercarme más y darle un beso.
Sinceramente, besar a un wn era otra cosa (excitante por donde se le mire). Como ya estaba en esa, el juego tenía que seguirlo.

Felipe, un wn marcado, 26 años, trigueño, buen culo, buen pico… estaba pa’ disfrutarlo. Me fui a lo que más deseaba: tener un pico en la boca. Le saqué los bóxers y quedó al descubierto el medio trozo (más de 20 cm). Sin titubear lo llevé a la boca, lamí sus bolas, tenía buen olor, eso me puso mal a full. Felipe agarraba mi cabeza y me metía el pico con fuerza en la boca, haciéndome ahogar.
De repente me dice:
—Wn, para, voy a acabar.
Yo: —Hazlo.
Felipe: —No wn, date vuelta. Esto tiene que ser completo.

Dudé un poco, pero al final terminé accediendo. Felipe me dio vuelta, me agarró de la cintura y empezó a meter su lengua en mi hoyo. Uff, estaba sintiendo un placer jamás vivido. De repente se paró y comenzó a empujar… xemimadre, el dolor que sentí lo sentí hasta en las uñas.

Empezó a moverse de tal manera que el dolor era parte de la excitación. Sentí que empezaba a acelerar los movimientos, incluyendo los gemidos, y tornándose rígido. Era clara señal de que estaba a punto de acabar. Fue en eso que sentí que me rebalsó con leche.
Quedamos un rato así, él tirado sobre mí. Sacó su pico, se limpió y me dice:
—Estuvo rico, wn.
Yo: —Sí… pero ahora te toca a ti. Yo aún no acabo, y no me quedo así.
Felipe: —Está bien… no soy egoísta. Hágalo.

Tomé aquel culo, peludo y paradito. Lo dilaté al punto que entraban cuatro dedos. Empecé a meterlo suave. Felipe ya estaba en segunda erección y se masturbaba… eso me hizo acelerar hasta acabar junto con él.

Después dormimos un par de horas. Felipe volvió con su mina. Yo seguí con mi vida, y hasta el día de hoy… somos amigos y amantes.

PD: ¡El sexo con mujeres es rico, pero con un hombre es 5 veces mejor!

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