El amigo futbolero de mi papá – Parte 2
Hace un tiempo escribí la primera parte de este relato en el que tuve mi primer acercamiento con el Isaías, un treintón que jugaba a la pelota con mi viejo cuando yo era más joven.
Después de esa primera vez en que el Isaías me pilló mirándolo mientras se duchaba en el camarín todo siguió normal, yo como todos los sábados acompañaba a mi viejo a la cancha y ahí estaba el Isaías, con sus shorts de futbol que por sus músculos y su paquete le quedaba bien ajustado y sus brazos y pectorales marcados en su camiseta de la selección. Pasaron como 3 meses y un sábado después del partido se pusieron a tomar chelas, entre chela y chela se prendieron y salió un asado en la casa del Isaías. Como yo andaba con mi viejo e igual habían otros cabros, fuimos todos para allá y las horas siguieron pasando. Ya eran más de las 12 y los demás de mi edad ya estaban durmiendo en el living mientras los viejos seguían comiendo y chupando, algunos bien curados, incluido mi papá.
A mí me parecía raro que siendo un weon tan rico, el Isaías era soltero, sin hijos y además vivía solo. Como yo ya no tenía con quien más jugar me puse curioso y fui al baño que estaba dentro de la pieza del Isaías porque el de afuera estaba ocupado. Entré y empecé a sapear todo lo que había hasta que descubrí algo que hasta ahora alimenta mis morbos y mi calentura, un cesto de ropa sucia en el que por supuesto había más de un calzoncillo usado. Ni dudé y empecé a oler uno por uno, todos tenían su olor a pico y bolas impregnado y estar ahí entre el morbo que me daba su olor y sentir que hacía algo prohibido me calentó demasiado, y entre lo caliente y ocupado que estaba no me di ni cuenta que alguien había entrado a la pieza y siento que forcejean la puerta del baño, menos mal estaba con seguro, pero acto seguido tocan y yo respondo “está ocupado” y el Isaías responde de afuera “tranquilo campeón, yo puedo esperar”. Ordené rápidamente lo que pude y salí y ahí estaba el Isaías, tirado en la cama medio borracho, se sienta me saluda y me dice “se te durmieron todos los amigos, estás aburrido?” A lo que le respondo que sí y me dice “espérame y si quieres te pongo una película para que veas aquí en mi pieza, quieres?”. Yo nervioso y estando con el corazón a mil sólo asentí mientras el Isaías se paraba de la cama e iba al baño y manteniendo la puerta abierta del baño se puso a mear mientras me hablaba de otras cosas que ya ni recuerdo porque mi atención estaba en su pico chorreando. Se la sacudió y mientras lo hacía se corría el prepucio para atrás y para adelante como estrujando hasta la última gota o pajeándose. Levanta la mirada y me pilla con mi mirada fija en su pico, se ríe y me dice “Tienes la misma cara del otro día en el camarín”, yo no sabía que decir, me puse rojo de la vergüenza y sólo pude pedirle perdón. Se rió de nuevo y me dijo que no había nada de qué preocuparse, que era normal y que él no tenía problemas con desnudarse o mear frente a otro hombre, que teníamos confianza y que si le quería preguntar algo que le dijera nomás porque era normal tener dudas a mi edad. Yo titubeando le di las gracias con la cabeza baja y pasa por al lado mio me toma del mentón y me dice “todo bien campeón?” Yo volví a asentir.
Prendió la tele, nos sentamos en la cama y él con el control en la mano empezó a buscar algo para ver mientras me decía “a estas horas hay puras cosas para grandes pero seguro algo encontramos”. Yo la verdad no podía despegar mis ojos de sus piernas y su paquete que le apretaban en su short deportivo y de saber que ahí estaba el olor que encontré en sus calzoncillos. Yo no podía apartar mi vista de su entrepierna y en eso con su mano libre se arregla el paquete y se lo deja agarrado diciéndome “parece que quieres ver otra cosa en vez de una película”, yo no sé de a donde saqué valor y le dije “puedo?” Y me dice que sí pero que tenía que ser un secreto. Se paró frente a mí, y de a poco se empezó a bajar el short con su verga durísima, cuando terminó de bajarse su verga saltó tan fuerte y dura que salpicó una gota de precum en mi brazo y yo sin dudarlo me la llevé a la boca. Parece que eso le calentó aún más y me dijo “esto era lo que querías ver?” Yo asentí con la cabeza y continúa diciéndome “y sólo querías ver?”. Entre lo caliente que estaba yo y que veía que estaba él y luego de oler todos sus boxer necesitaba sentir ese olor a hombre de la misma fuente que lo provocaba y saborear su verga gruesa, venosa y peluda. Le agarré con una mano la verga y con la otra las bolas, me acerqué y lo olí como si fuera el mejor aroma que conocía, su olor a sudor y macho me dejó loco, mi verga estaba apunto de explotar en mis pantalones, fui abriendo la boca para comérmelo y antes que me entrara el Isaías me detiene la cabeza, me mira hacia abajo y me dice “estás seguro?” Yo le dije que sí con mucha seguridad y me dijo “pero no le puedes contar a nadie”, ahí ni respondí y me lo metí a la boca igual como hasta ese momento sólo había visto en pornos. Su sabor a macho, a verga sudada y un poco a orina era delicioso, le comí el tronco, la cabeza mientras le masajeaba las bolas y el sólo jadeaba de disfrute, cuando me cansaba por mi inexpertiz lo seguía pajeando mientras lo miraba a la cara y él con los ojos cerrados seguía jadeando. Estuvimos así como 5 minutos, de la comisura de mi boca caía y caía saliva y yo tragaba y tragaba cada gota de precum.
El Isaías seguía jadeando tratando de hacerlo en silencio y cuando ya parecía que se iba a correr me agarra de la cabeza y me empezó a follar la boca con fuerza, sus bolas gigante rebotaban en mi mentón, mi nariz casi rosaba los pelos de su pubis, las lágrimas me brotaban por los ojos, las arcadas que hacía parecían no importarle para nada y a mí francamente tampoco me importaba. Justo cuando empecé a sentir que se aceleraba su respiración, que sus bolas se contraían y que las venas de su verga estaban hinchadísimas, escucho una voz a lo lejos que dice “hijo! Nos vamos!” El Isaías me empujó la cara para despegarme de su verga y se subió rápidamente los pantalones, yo como pude me limpié la cara y le respondo a mi viejo “ya voy”. Antes de salir de la pieza el Isaías me dice al oído “si quieres que esto se repita, este va a ser nuestro secreto y la próxima va a ser mejor” mientras me mete la mano por mi short para agarrarme el culo y rosarme el ojete, a lo que mi verga respondió automáticamente explotando en mis calzoncillos todo el semen que tenía acumulado. Mojado y todo me tapé con el polerón a encontrarme con mi papá, mientras el Isaías atrás se justificaba diciendo “justo le estaba poniendo una peli”.
Nos despedimos normal y antes de subirme al auto me dice “hasta la próxima, campeón”.
Se viene una tercera parte cuando por fin pudimos concretar y no sólo se lo chupé si no que también fue quien me desvirgó el culo.
Coméntame si te gusto para subir la tercera parte.
10 Comentarios
Anónimo
agosto 5, 2025 a las 11:11 pmCuenta la siguiente parte
Fckit
agosto 5, 2025 a las 11:39 pmBueno, pero bueno bueno campeón 😏
Anónimo
agosto 6, 2025 a las 12:09 amOhh tremenda historia, sigue 🔥
Anónimo
agosto 6, 2025 a las 3:04 amMas detalles y si tienes una foto de ustedes súper
Anónimo
agosto 6, 2025 a las 4:41 amQue ricoooo tercera parte porfa
Anónimo
agosto 7, 2025 a las 2:09 amRe morboso el relato campeón. Ojalá no se eche 6 meses para la tercera parte 😅
Anónimo
agosto 7, 2025 a las 2:34 amEsta bueno cuenta mas
Anónimo
agosto 7, 2025 a las 11:42 amBuenísimo relato campeón, que rico putito fuiste al olerle el paquete te convertiste en su depósito
Anónimo
agosto 19, 2025 a las 12:55 pmDebió ser más largo el relato así tan corto no me sirve 🥲
Anónimo
octubre 22, 2025 a las 12:42 amSube el sig relato