Con el Marino

Se que es una lata empezar así porque casi todos escriben lo mismo, pero es verdad, estuve mucho rato pensando si escribir, si no, si lo hacía mal y todo, pero me decidí y me gustaría contar una experiencia que ocurrió cuando entré a la universidad el año pasado, yo soy moreno, mido 1,74, gordito, 19 años y no me considero feo, tampoco guapo, pero ahí, en la media, soy de un pueblito de la V región.

Llegó el momento de entrar a la U y quedé en viña, igual para mi eso era como un cambio total porque pasar de estar en un pueblo con dos gays a estar en una ciudad en la que se vive más libremente era como otro mundo.

La cosa es que descubrí una semana antes de irme una página de anuncios para gente que buscaba sexo, publiqué un anuncio por curiosidad y me habló harta gente pero casi todos muy mayores, pero hubo uno que me llamó la atención porque se tenía como MarinoCaliente, yo cuando vi el nombre me calenté pero altiro, porque tengo como un fetiche se podría decir por los uniformados, carabineros, militares y todo eso.

Le contesto el mensaje y me dice que él no envía fotos porque es casado, pero que la tenía grande y que no era feo, yo en mi mente pensaba, es un todo o nada, porque o la paso increíble o llega un wn y me asalta, al final me ganaron las ganas y quedamos un día de juntarnos en mi departamento, yo me daba vueltas y vueltas hasta que me dice que está afuera, yo como pendejo igual nervioso miraba por la ventana para ver cómo era, pero entro con más gente y no supe bien cuál era. Me llaman de conserjería que estaba x persona, le digo que suba (yo lo estaba esperando solo con el bóxer y una polera).

Escucho el ascensor que suena y caché que llegó pero igual me hago el loco y esperé a que me hablara y me colocara que estaba afuera, entonces le abro y me dice:

Marino: Hasta que te conozco

Yo al abrir la puerta, veo a un marino, unos 42 años le calculo, pelo rubio, robusto, de unos 2 metros, era gigante y yo iba suponiendo que lo de abajo quizás era igual

Yo: Sipo, no me dijiste que eras tan alto.
Marino: ¿Y eso es un problema o me dejarás hacerte mío igual?

Y en eso me agarra y me empuja contra la pared y me empieza a dar besos, yo estaba tan pero tan excitado, que le digo altiro que fuéramos a la pieza, él entra, se saca la camisa y la deja cuidadosamente en el velador, pero debajo de la camisa tenía como una de esas poleras sin mangas de color blanco, me excitó aún más y le dije que no se la sacara todavía y me dice que está bien, pero que yo le sacara el pantalón, yo ni tonto ni lento le desabrocho el cinturón y bajo el pantalón sin bajar sus calzoncillos que eran tipo slip, apenas hago eso veo un paquete pero gigante, él me hace olerlo y chuparlo por encima, yo estaba como loco ahí en mi mejor momento, pasan unos 5 minutos y se lo bajo, era un pene de unos 16 cm pero era gigante, era muy grueso, con los pelos rebajados, pero aún conservaban el olor de todo un día de trabajo, yo lo miro a él y le pregunto si traía lubricante, ahí él me dice que no me preocupe que el arreglaba eso, en eso me pongo a mamar y mamar, pasar mi lengua por los coquitos y lo que más me calentaba eran las cosas que él me decía, que era su perrita, que me haría suyo siempre, que volvería por más y el cómo se mordía los labios, estuvimos unos 15 min así y me dice que hagamos un 69, que quiere chuparme el culito, yo me paro en la cama y me acomodo y le coloco el culito ahí, yo chupándole su rico pene y él chupándome el culito, estaba en la gloria, pensaba que era lo más rico que haríamos ese día pero aún falta mucho, cómo es mi primer relato lo dejaré hasta acá y si les gusta lo continuo.