La cita «fallida»

Este es primer relato de mis experiencias y espero que no sea la última, para que me identifiquen para más adelante seré el chico de valpo. Todo partió en el 2017. Estaba en mi segundo año de Universidad, y por una app concreté una cita de quien iba a ser mi primera pareja.

Un sábado en la noche tuvimos nuestra primera cita, y la verdad yo solo iba con el objetivo de tomar, pasarlo bien y si había onda ir a culiar a la casa donde arrendaba. Nos juntamos en la Anibal Pinto y fuimos a un bar en subida Cumming. Recuerdo que en la cita resultó todo bien, y con este chico que conocí que era mucho más mayor que yo (10 años) y yo de 21, tuvimos mucha química. Luego de irnos le propuse caminar hasta mi casa y él accedió. Pero al llegar a la puerta, lo invito a pasar pero él me dice: – sabes que prefería que nos viéramos en otra cita, porque igual busco algo más adelante-. Intenté convencerlo pero él cachó que si follaba conmigo no nos íbamos a ver más, y tenía razón, porque en el fondo era mi intención.

En fin, se fue y entré a mi pieza y me acosté en la cama. Estaba frustrado y muy caliente, quería que me follaran, así que abrí la app amarilla, y comencé a chatear con chico de mi edad que estaba cerca, a un lado del terminal. Eran ya las 4 de la mañana, y quería que lo fuera a buscar, porque era de Santiago y no conocía mucho valpo. Caí en la tentación de ir. Llegué a los 15 minutos y cuando lo vi se veía mucho más rico en persona que en sus fotos, era alto y moreno, tenía un buzo que le apretaba los músculos de sus piernas. Comenzamos a caminar y a conversar, resulta que era estudiante de Educación Física y que venía de la Florida al carrete de un amigo, pero estaba aburrido y que podía quedarse toda la noche conmigo.

Al llegar a mi casa y a mi pieza nos empezamos a besar como locos, existía una química y un deseo muy fuerte e intenso. Nos comenzamos a sacar la ropa como animales, su cuerpo era lo más exquisito que había visto, tenía un pecho marcado y lampiño. Con sus brazos morenos me abraza fuerte y me empieza a apretar mis nalgas. Me puse de rodillas y lo empecé a mamar profundamente.

-Wn me chupai muy rico, sigue así…

Tenía una Tula venosa y cabezona de 18 cm. Estuve así hasta que me lleva a la cama y me pone en cuatro, comienza a comerme mi culo y cuando estaba dilatado empezó a darme duro con el único condón que me quedaba, hasta que acabamos.

Luego dormimos un par de horas desnudos abrazados con mi cabeza en su pecho. Cuando estaba amaneciendo desperté caliente y veo que la tenía parada, de a poco coloco mi mano y empiezo a masturbarlo suavemente. Aún en la oscuridad me dice:- porfa chúpamelo como antes. Comienzo a lamerle todo e incluso sus cocos, estaba tan caliente y más escuchando sus gemidos de activo. Me monto encima de él y le digo:- quiero culiar de nuevo, pero no tengo más condones.
-filo así nomás quiero darte duro.

Acomodo lentamente mi culo encima de su tula, y de apoco va entrando hasta sentirlo hasta el fondo, pongo mis manos en su pecho y empiezo a mover mi cintura y él iba saliendo y entrando en cada movimiento. Al pasar los minutos comienza a moverme con más intensidad y luego empiezo a saltar sobre él, estando totalmente dilatado y extasiado por su cuerpo y calor. En un momento entre los gemidos me grita:- wn voy acabar dentro de ti

-dale dale dame nomás- le respondí- sentí todo su moco adentro de mi y eso me hizo acabar altiro. Caímos cansados y sudados, nos quedamos nuevamente dormimos hasta las mañana. Fue una de las mejores noches que tuve, cómo no resultó mi cita como quería encontré otra experiencia muy rica. Pero lamentablemente a este chico de Santiago nunca más lo vi, y solo le di un último besó cuando lo dejé afuera de mi casa en la mañana.

Espero que hayan disfrutado mi relato, porque tengo muchos más por contar.