Aventuras con un marino – Parte I

Holaaa… Me gustan muchos estos relatos, especialmente el del profe. Eso me animó a contar mi historia.

En el año 2001, yo había cumplido recién 18 años… Y mi mejor amiga, de toda la vida, mi hermana, se fue a vivir a Valparaíso. Así que terminado el primer semestre de ese año, en mis vacaciones de invierno de la U, me fui a verla, total, tenía un mes.

Llevaba 4 días en Valpo… Y una noche peleamos… Me dio la wea y me fui… bajé caminando el cerro y me dirigí al plan, medio asustado seguí caminando y llegué al puerto. Ahí me quedé mirando los barcos y un crucero que había llegado hace unos días. Detrás mío, había un grupo de marinos, que estaban haciendo alguna wea que no me acuerdo. Yo fijé mi mirada en uno de ellos, con el que hicimos contacto visual.

Al rato me acerco y le pregunto al grupo si alguno tiene un cigarro que me convide. Justamente el washón que estaba mirando me dice: yo tengo uno. Me acerca la cajetilla y eran de esas cajetillas antiguas, que había que pegarle en el traste para que salieran los cigarros, tomo uno y me enciende el encendedor, prendo el pucho y le digo gracias. Hago un gesto con la cara y me devuelvo a mi sitio.

Su voz era muy varonil, me produjo cosquillas en todo el cuerpo. Mientras fumaba, lo miré en varias ocasiones y lo caché viéndome también. Yo me acomodé con el poto parado, para que entendiera la señal. A los minutos, se acerca a mi. Me ofrece otro cigarro (fue la excusa), acepto y se queda conversando. Me pregunta mi nombre, le digo “soy Vicente”, él me dice “me llamo Martín”. Me extiende la mano y me dice “un gusto”.

-Qué haces por acá?? – Me pregunta Martín.
-Nada… bajé a tomar aire.
-Pero hace frío y es tarde…!!!
-Lo sé… Pero es que necesitaba tomar aire – Le conté que discutí con mi amiga y que no tenía nada más que hacer por esta noche.
-No eres de la zona, cierto?
-No – le digo-. Soy de Santiago, vine por las vacaciones pero parece que se me acabaron.
-mmmmm….!!!! Tienes frío ?? – Me pregunta.

Yo la verdad estaba recagado de frío!!! Estaba tiritando, aunque no sabía si era solo por el frío o este marinerito me tenía nervioso. Siento una profunda debilidad por el uniforme de marino.

-Mira – me dice-. Hagamos algo, si quieres te invito a tomar un té… me acompañas??!
-¿A dónde? – le pregunto
-Al lugar donde vivo. Mis compañeros están de servicio, pero me puedo ausentar un rato. Y si nos caemos bien, en unos días nos podemos juntar de nuevo y hacemos algo, te puedo mostrar valpo o algo más??! Tendré 5 días libres.

Yo la verdad estaba muerto de frío, era inicios de Julio, hacía mucho frío y yo no andaba muy abrigado.

-Ya – le dije-. Vamos por ese té o café y después me voy a la casa… a ver si se le pasó la wea a esta loca!!!

Comenzamos a caminar y yo solo sentía un exquisito aroma a perfume que salía de su cuerpo, de su ropa, él era alto, como de un 1.80 aprox. Se veía delgado, me imaginaba que en forma, por el entrenamiento, se escuchaba muy educado, tenía buena dicción y ocupaba varias palabras. Era blanquito… Estaba colorado del viento que corría. Sus manos eran delgadas y finas. No tenía ni un pelo en la cara y andaba bien peinado con ese gorro típico de los marinos. Andaba vestido de uniforme y con un abrigo negro encima.

Después de unos 5 minutos, llegamos al lugar donde vivía (no daré más detalles pero es obvio no). Había un compañero que se estaba lavando los dientes y los demás estaban en el muelle. Entramos y estaba calentito el lugar, me saqué la chaqueta y él su abrigo y el gorro. Me dijo que me sentara y me sirvió un café.

Estábamos conversando de distintas cosas, yo sentía que había una química especial con él, me sentía totalmente atraído por ese hombre, me dijo que tenía 21 años, que vivía en Valparaíso… que llevaba varios años en la armada, que había entrado de adolescente y que era su primer año en tierra después de su entrenamiento.

Yo me reía, le seguía la conversación, todo muy atento. En un momento me dice “oye…. Me gustaste!!!!”. Yo quedé plop!!! No dije nada!!! No moví ningún músculo. El me dice: tranquilo….!!!! Es que llevo harto tiempo solo con hombres. No sé si eres gay o no, pero a mi me da lo mismo, me gustan las personas. Y me atrajiste tú. Y tú a mí, le dije tímidamente. Acerca su mano a la mía y comienza a acariciarme con dos dedos. Yo sentía que estaba estallando. Se acerca más y me da un beso. Un beso exquisito. Tibio, con la medida justa de todo!!! Se me erizó hasta el pelo de los brazos. Lo abrazo por el cuello y nos comenzamos a besar profundamente. En eso me detengo y le digo “¿y si entra alguien?”

-Vamos a mi pieza. La comparto con dos más, pero no viene nadie a esta hora. Pero por precaución, dejaré esto acá. Y deja el gorro de marino en la chapa de la puerta, me imagino que es la señal de “no entrar”. Entramos a su pieza y había tres camas, enciende una luz suave y seguimos besándonos. Yo lo abrazaba, él me tenía loco con sus besos. Su olor me embriagaba. Luego mete sus manos debajo de mi polerón y lo levanta, quedo desnudo hacia arriba y lo abrazó, segundos después comienzo a hacer lo mismo con el, tenía un pecho lampiño. Con unos pocos pelos en el camino de la felicidad, sus axilas olían a limpio, su pecho era suave, sus tetillas rosadas, ufff…. Ya me imaginaba lo demás.

Comienzo a besar su pecho y él se echa hacia atrás y sube los brazos, me acerco a su cinturón que tenía un bulto ya armado en el pantalón y lo comienzo a sacar por el cierre, meto mi mano y me encuentro con un pico delgado pero largo, completamente circuncidado, tenía pocos pelos, se notaba que se los cortaba, tenía un olor a exquisito embriagante, olía a limpio, pero con algo de olor natural de esa zona. Comienzo a pasar mi mano por su pico y lentamente me lo empiezo a meter en la boca, primero su punta, paso la lengua por el glande, rodeo todo el pico con mi lengua y lo chupo, el da sonidos de placer. Luego empiezo a metérmelo todo, mientras él se desabrocha el pantalón completo y cae al suelo. Ya más libre, pude admirar sus piernas, musculosas y firmes. Y su pico completo, lo levanto con la mano y le paso le lengua por las bolas, largas y rosadas. Las lamo completas y las chupo, las meto de a una a la boca y las tiro, las suelto y sigo chupando el pico.

Él me levanta y me saca el jeans, me lo baja hasta las rodillas y me da vuelta. Empieza a puntearme el hoyo con su pico y con su mano toma mi pico que estaba duro y mojado. Me comienza a pajear lentamente mientras me puntea el hoyo y va empujando lentamente. Me respira en el oído, yo sentía su cuerpo caliente sobre mi, sus brazos rodeándome. Yo empecé a moverme como señal de lo que quería, quería sentir ese pico dentro mío. Le pregunto por un condón… Se mueve por la pieza y de un velador, saca una cajita, donde tenía 3, abre uno y se lo pone, mientras yo me estaba metiendo unos dedos para ayudarlo y disfrutarlo.

Se vuelve a mi y nos damos un beso que terminó por abrirme el hoyo. Me da vuelta de nuevo y empieza a tratar de meterlo, a mi me dolió. Pero igual seguí!!!!. Después que siento que mete la punta… Sentí un profundo dolor… Él me preguntó si quería seguir, le dije que sí, que me diera unos segundos.

Me saqué completo el pantalón y abrí mis piernas colocando una encima de una cama (estábamos de pie), ahí se empezó a pasar el dolor un poco y pude disfrutar ese pico caliente que me bombeaba el culo. Estábamos súper mojados los dos… Él lo hacía lento pero profundo, me tenía abrazado mientras me culeaba… para mi era maravilloso, pues sentía su olor corporal y su cuerpo caliente encima mío, eso me calentaba mucho. Él gemía profundo, como cuando haces ejercicio de cardio, y me bombeaba el culo con harta presión.

Después de un rato, me salgo y me tiro en una cama con las piernas abiertas, él se sube a la cama y me lo mete, tomas mis piernas son sus manos y las levanta y presiona hacia atrás, levantando todo mi pelvis, sentí que había entrado hasta el fondo, sentía que me tocaba los intestinos con su pico de oro. Yo estaba gozando… Disfrutaba a más no poder… Él también, en un par de ocasiones me dijo que que era el más rico con el que había estado… Que rico culo tienes, me gemía.
De pronto siento que voy a acabar, mis pies se empiezan a enroscar, él me empieza a chupar los pies y yo sentía que estaba en un universo paralelo, empecé a gritar lentamente y él toma mi pico con una mano y lo pajea fuertemente como tres veces. Bastó eso para que saltara un montón de leche encima de mi, hacia arriba, hacia él, en mi pecho, en mi cara, en la ropa de esa cama incluso.

Él saca el pico de mi hoyito y empieza a lamer mi leche… Mmmmm que rica… Calentita!!!! Me chupa el pico para sacarle toda la leche que seguía saliendo. Luego lo vuelve a meter y en unos minutos comienza a gemir más fuerte. Lo saca, se saca el condón y lanza unos chorros sobre mi. Yo me incorporo y empiezo a chupar su pico… Un manjar dulce, exquisito….!!!!! Era suave y dulce..!!! Mmmm….. me lo trago todo y él me acerca hacia él y me da un beso.

Me abrazó fuertemente y me dice que me vista. Me limpio con un papel higiénico que había en un velador y me coloco mi ropa. Él hace lo mismo. Salimos de la pieza y me senté en la cocina. Bebo un vaso de agua y le digo: me encantaría verte de nuevo. El me dice: a mi también. Dame tu número. Se lo di y me marcó.

Al ratito salimos de ahí, y me fue a dejar a la casa… Arriba en el cerro. Nos despedimos en la puerta con un beso y un buen atraque. Entré a la casa y a mi amiga ya se le había pasado la wea. Al rato me fui a acostar y sentía en mi cuerpo su olor, su piel estaba encima de la mía todavía. Me puse el pijama y me dormí al rato. En la mañana tenía un mensaje de texto de Martín.

Decía:

Bns ds.
Spro q ayas dormido bn.
Harás algo oy n la noxe?
M.

Yo lo contesté y nos juntamos a las 12.00 horas (media noche) en un bar.