Con el conserje

Llegué a un edificio nuevo, uno de los conserjes me pareció muy guapo, era alto, flaco, pelo castaño y ojos verdes. Siempre le metía conversación y con el tiempo empezó a haber confianza, así supe que tenía 32, que era casado, cosas así, a veces le hacía bromas en doble sentido y él seguía el juego.

No daba más de la calentura por él, así que un día inventé que se me había averiado el fregadero, quedó de ir al final de su turno. Cuando llegó revisó y apretó un par de cosas sueltas que había. Le ofrecí cerveza y empezamos a hablar y reirnos.

De a poco empecé a rozar mi pierna con la de él y al no tener reacción puse mi mano en su pierna, él miró y se río así que vi la luz verde y subí mi mano, él solo se reía, de pronto tomó mi mano y la puso encima de su bulto. «Sé que hace rato querías esto» me dijo.

Inmediatamente desabroché su pantalón y comencé a mamar, mientras él terminaba su cerveza, sentí como eso flácido se iba poniendo duro en mi boca. Al terminar su cerveza nos besamos apasionadamente y nos fuimos a mi cuarto. Le desabotoné la camisa y comencé a besar su cuello, lamer su torso por todos lados y me arrodillé a chupar como loco esa verga. No tenía gran culo, pero si una verga larga, con bolas que colgaban, las cuales me metí a la boca, no era velludo, pero si tenía suficiente en su verga.

De pronto me tira contra la cama, me desnuda y comienza a lamer mi culo como loco, empecé a gemir, abrió mis nalgas y comenzó a rozarme su verga, punteaba hasta que entró toda, grité y él me nalgueó y me dijo «no te quejes, esto querías perra». Empezó a darme duro, yo estaba en éxtasis.

Lo subí a la cama y me monté sobre él y cabalgué como loco, esa cama golpeaba la pared, seguro los vecinos escuchaban, pero no importaba. En un momento comienza a moverse él, me lo metía super rápido, como si su verga fuera un taladro y mi culo el pavimento de la calle.

No daba más de gozo, acabé en su pecho. Pero él aún tenía fuerzas, se sentó en la cama y yo de espalda a él me senté en su pene y empecé a saltar, mientras lo hacía sus bolas se movían de arriba a abajo, mis manos en sus piernas rubias, veo sus pies y como sus dedos se empiezan a abrir, me dice que va a acabar.

Me levanto y me pongo de rodillas, empiezo a masturbarlo y se viene en mi cara, en mi boca, me llena de su semen por todos lados. Nos besamos y nos recostamos un rato. Me quedé en su pecho un rato, nos fuimos a duchar y le seguí chupando el pene, le di un beso negro en la ducha mientras el agua caía por su espalda. Volvió a acabar, esta vez directo en mi boca.

Después de eso hemos follado de vez en cuando, fui a su casa, hemos tirado en su cama matrimonial mientras su esposa no está, eso me ha dado morbo. Solo es sexo, no tenemos nada romántico, aunque es tierno cuando estamos juntos, me ha dejado en claro que su corazón está con su esposa, no me importa, tampoco lo quiero, solo disfrutamos el buen sexo.

¿Te gustó el relato?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 4.8 / 5. Recuento de votos: 94

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

/ / / 🇨🇱 Chile / 🌈 Gay

🔥 ÚNETE A NUESTROS CANALES DE TELEGRAM 🔥

Recibe los mejores relatos directamente en tu celular

IR AL CANAL DE TELEGRAM
💬 Escribe un comentario

2 Comentarios

  • Anónimo
    julio 2, 2025 a las 11:26 pm

    Buen relato cuenta más

  • Anónimo
    julio 3, 2025 a las 3:56 am

    Ufff que historia. Cuenta más confianza y detalles

💬 Deja tu comentario

×

Reportar Relato

SALTAR AVISO