Con mi profe de filosofía

Hola a todos, leí en este canal el relato del profe con el estudiante de tercero medio. Soy yo, soy Samuel, y les quería contar desde mi versión la historia con el profe Álvaro.
Déjenme decirles que el profe contó la historia tal cual como ocurrió.

Conocí al profe en tercero medio, yo había repetido ya, así que pronto cumpliría 19.
Me hacía el ramo de filosofía, que es obligatorio, y los años anteriores otros profes lo habían hecho pero ya no estaban en el colegio, él había llegado en marzo y se notaba guapo. Vestía bien, usaba la cotona abierta, es guapo de carita el profe y cuando no se ponía la cotona, se le notaba el medio paquete en el pantalón.

Yo soy gay, pero piola, solo he mamado una vez un pico, a un compañero y nada más.
El profe me ponía nervioso, se había convertido en mi crush, parte de mis fantasías, soñaba despierto con él, que dejaba caer su pico sobre mi mesa y yo lo empezaba a chupar, o a veces soñaba o fantaseaba que me lo hacía en la mesa del profe, en los camarines, en la silla, en la puerta de la sala. Ufff…. Me hice muchas pajas pensando en el profe Álvaro. Yo lo saludaba en los recreos y lo iba a ver a la sala de profes, cachaba la hora en que iba de un lado a otro y me cruzaba con él. A veces pasaba por afuera de alguna sala y lo veía y lo saludaba, me ponía rojo cuando me miraba. Un día le conté a una amiga en un juego de ping pong que él era el profe más mino del colegio. Es que en verdad es muy mino el profe, como habla, su olor, su peinado.

Un día, sentí una enorme ansiedad por el profe, y cuando todos se fueron, me quedé limpiando la sala y fui más allá, para ver qué onda, y me acerqué caleta a él, hasta lo toqué, un brazo, me acerqué a sentir su olor y él se incomodó, me llamó la atención incluso. Me calmé un poco y le dije que no entendía algo sobre los silogismos y aunque me miró con cara de odio por la pregunta (la clase había sido sobre eso) me explicó igual en la pizarra. Yo estaba feliz, no escuché nada de lo que dijo, pero lo tenía solo para mí. Me estaba haciendo una clase particular y yo solo imaginaba al profe en pelota, con el pico parado, hablándome suyo. Estaba full caliente, sentía que me latía el hoyo y me acomodaba para que no se notara mi erección.

Así que dije, ya weón, ¡ahora o nunca! Y me acerqué más y me puse delante de él, y con la mejor cara de perra maraca lo miré. Me acomodé bien y le puse mi raja en su paquete, apoyado en la pizarra. El no se corrió altiro, me preguntó que qué estaba haciendo y yo le dije que estaba haciendo algo que a él le gustaba, que ambos queríamos. Me dijo que yo era un niño y que eso estaba mal, le dije que yo ya no era un niño, y que quería que él fuera mi primer hombre, pero el profe tomó su mochila y se fue de la sala.

Ahí me quedé, pensando que la había cagado. Que le iba a decir a alguien o iba a citar a mi mamá a entrevista. Me pasé todo el rollo. Así que decidí irme para la casa, pero me encontré con un amigo en la plaza y después de un rato, fui a un mall chino a comprar unas cosas que necesitaba para el electivo de matemáticas al otro día.

Estaba en el mall y me encuentro con el profe, lo vi cuando ingresó, y yo de verdad dije, esto es una señal del universo. Me escondí un poco y traté de seguirlo, pero nos encontramos de frente y ya no pude disimular. Así que me acerqué, lo saludé y le pedí disculpas por lo que había pasado. Me dijo que no había problema, que me alejara de él, y que todo estaría bien, pero yo no quería alejarme de él, quería estar encima de él, saltando sobre él, o debajo de él, siendo aplastado por su enorme pico, abrazado por sus brazos y que me meta todo, lengua, dedos, pico, todo.

Nos despedimos y después me encontré con él en la caja, al salir se despide de un gesto con la cara y veo que mi oportunidad se va. Salgo rápido del mall y lo veo en el estacionamiento, me acerco corriendo y tomo la puerta del auto y la abro, le digo que me lleve, le da color un poco, pero me subo. Bien perra, le digo “lléveme a su cama” y el profe me dice “ponte el cinturón” y sale manejando.

Yo sentía el corazón latiendo como una carrera de caballos. No podía creer que estaba a minutos de ser desvirgado por mi profe. Me latía el hoyo y mi pico ya estaba erecto. Yo le puse la mano en su pierna y él se dejó, pero después me la sacó.

Cuando llegamos a su casa, me dijo que no me bajara, entró el auto y después que cerró el portón me bajé. Entramos y me acerco a darle un beso, pero me rechaza así que me puse a rogar. Va el profe, me tomó de la cintura y me dio un beso, donde sentí que con su lengua me recorrió todo el cuerpo. Al fin ctm, al fin me estoy agarrando al profe. Sus besos eran calientes, exquisitos, tenían mezcla de cigarro y saliva , besaba como nadie me había besado antes. Yo sentía que se me saldría el corazón por la boca, así que me doy vuelta, ya que quiero sentir su pico cerca, le pongo el poto y me apreto a él, se sentía rico sentir su bulto en mis cachetes, me imaginaba que era grande, se sentía grande y grueso, quería puro saborearlo, pero el profe empieza a correrme mano, me tocó todo. Mete la mano por debajo de mi uniforme, me toca el pecho, me aprieta los pezones, me agarra el culo, mientras me besa el cuello y siento su respiración. Me doy vuelta y me agacho mientras empiezo a sacarle el cinturón y le bajo el cierre, lo hago rápido pero lo miro a la cara, el profe me pregunta si he mamado antes, le digo que una sola vez y me da todas las indicaciones para mamar bien. Sigo todas sus instrucciones .

Tomo su pico con mi mano, era grande y grueso, muy ancho, tenía una curva, lo que lo hacía un verdadero manjar, tenía un olor que me produjo un deseo profundo de besarlo. Empiezo a mover su forrito de arriba a abajo y me lo meto lento a la boca, le salían gotitas de precum, con un sabor exquisito, a hombre rico, a profe sexy. Ufff.

Empecé a chupar más rápido y me ahogaba, no me cabía todo ese pico en la boca y empiezo a salivar, confieso que dejarlo todo mojado con mis babas lo calentó más, pues decía que estaba rico y yo con más ganas le chupaba el pico al profe. Mi fantasía se estaba cumpliendo. Un pico de verdad, grande y rico, caliente, jugoso.

En eso el profe me para y me empieza a sacar la ropa, me saca el pantalón y luego la polera, me deja en pelota y puede ver mi cuerpo, yo me puse nervioso y sentía que estaba tiritando, el profe se empelota también y me dice que me calme, que si estoy muy nervioso o me arrepiento, no pasa nada. Pero sus palabras solo lograron calentarme más, su preocupación hizo que lo amara profundamente, siento que me enamoré de él. Le digo que todo está bien y me abraza y pude sentir su cuerpo caliente y desnudo con el mío, me abrazo fuerte a él para sentirlo y me acuesta en el sillón, me empieza a dar besos por el cuello y baja por mi cuerpo besándolo, llega a mi hoyo y me abre las piernas, me lanza un escupo y siento sus dedos tocando mi culito. ¡Que delicia!, sus dedos tocando mi ano, ese ano que había sido solo tocado por mis dedos pensando en él, pero que era virgen para otros picos y sería el primer pico que entraría en mi.

El profe me mueve el hoyo en círculos, lo escupe, se lo come, me dice que me va a doler pero que todo estará bien. Yo asiento y quiero, deseo, ruego que me lo meta pronto, que acabe con mi agonía de ser penetrado por primera vez por mi profe, el más rico, con un pene grande, chueco, rico.

Me acomoda y lo trata de meter pero no puede, no entra me dice. Así que se va a la cocina y trae una botella de aceite, me pone en el hoyo y se pone en el pico, lo pone de nuevo y entró de una, ahí lo dejó quieto, yo respiraba y trataba de asimilar el dolor, no sentía placer, pero estaba disfrutando su pico por fin en mi hoyo. Segundos después empiezo a sentir diferente, el profe se mueve lentamente, lo que creo que me ayudó. Siento un profundo placer en mi culo, en mi interior, sentía ganas de mear, de gritar, de reírme. Estaba disfrutando el pico como lo había soñado cientos de veces, literal, cientos de veces.

Estaba tan caliente que decidí moverme, pero sentí que el orgasmo se venía y me fui en la guata, sin tocarme ni nada. Mi respiración estaba cortada, mi corazón saltaba y estaba mareado de tanto placer, el profe me tenía las piernas agarradas y cuando me voy las empuja más hacia atrás y me empieza a dar más rápido y siento que se va en mi, siento su leche en mi interior, calentita, siento que me llena todo el culo de leche y aunque me arde el hoyo, no quiero que lo saque.

Cuando el profe lo saca, me avisa que me rompió el hoyo, había salido sangre, así que me senté y me vestí para ir al baño, me limpié y me ardía más que la cresta, pero lo disfruté increíblemente. Quería más, aunque me doliera. Me siento con él y lo abrazo, le doy las gracias por haberme desvirgado, el profe me mira como con vergüenza y le confieso mis fantasías, que siempre lo he deseado y que me siento adolorido pero más feliz que la cresta.

Quedamos en que sería un secreto, piola entre los dos, en clases lo miro y recuerdo su cuerpo, si pico, su leche. A veces le cierro un ojo y en alguna prueba le he escrito weás.
A partir de ese día, cada vez que quiere o quiero nos hablamos por instagram, como el profe vive solo, su casa ha sido mi motel favorito.

Este año seguimos con lo mismo, ya no duele, ahora lo disfruto. Yo creo que me enamoré del profe aunque él me dice que no, que es solo por la calentura, que cuando salga de cuarto conoceré el mundo y ya no me queda nada para salir de cuarto. Pero yo quiero seguir haciéndolo con mi profe Álvaro. Mi primer hombre.

De hecho, leer lo que escribió sobre mí me dan más ganas de seguir con él. Si quieren puedo contar más historias, no hemos hecho nada en el colegio, pero no me iré del colegio sin haber hecho algo con el profe.

Les cuento.