El Amigo Flaite – Parte 2: Carrete en la Casa de mi Tía
Dada la super buena recepción que tuvo mi primer relato “al amigo flaite” y tras dejar la pelota bateando con lo que pasó después de este primer evento, me motivé a seguir escribiendo…
Bueno… días previos a navidad del año pasado viajé a este pueblo del que les hablaba, y tipo 21:00 h, pensando ya en retornar a mi casa pasé a saludar a mi prima, pero había salido a comprar, así que me quedé con mi tía conversando un rato… pasó una media hora más o menos cuando me decido a retornar, y mientras me estaba subiendo al auto llega mi prima, cruza el suyo frente al mío, se baja y me va a saludar:
—Joacoo!! Primo!! Cómo estás? En qué andas?
—Holaaa!! Bien y tú? —respondí—. Nah’, te pasé a saludar, pero no estabas y ya me estaba por ir.
—Ya te vas?? —preguntó asombrada.
—Sipos, tengo que volver, mañana tengo cosas que hacer temprano…
—Pucha… quédate pos, haré algo con los niños —me dijo mientras apuntaba su jeep—. Motívate!!
—Yaaa… y quién anda? —le pregunté dudando.
—Pucha, el Mauri, el Chino, …., y el Manu.
Debo admitir que tras escuchar “el Manu”, mi respuesta automáticamente se volvió un sí rotundo, y se me olvidaron los compromisos y responsabilidades que tenía al otro día. todo.
Empezó el carrete en el patio de la casa, la noche estaba la raja: luna gigante y cielo muy muy estrellado. Éramos como 10, incluyéndome con mi tía y prima. Piscolas, pitos y cervezas iban y venían, y cuando se empezó a acabar el copete y la weed a media noche más o menos, nos empezamos a mover para ir a comprar más para no matar tan temprano. En eso yo estaba con mi tía conversando mientras todos coordinaban la ida a comprar (considerando que estábamos ya en toque de queda) y mi prima se me acerca y me pregunta:
—Primo, vas?
—No, negra, tranqui! Estoy conversando con tu vieja, tranqui… vayan nomás!!
En eso los cabros se fueron a comprar y yo seguía conversando con mi tía, hasta que en un momento miro hacia la cocina y ahí estaba el Manu, con el medio bajón asaltando el freezer. Entre que conversaba con mi tía y lo miraba, en una ocasión hicimos contacto visual. Acto seguido, me sonríe, me guiña un ojo y me hace la típica seña con la mano y su lengua empujando su mejilla. Qué me dijeron!!! Le dije a mi tía que iría al baño ya que me dolía el estómago, y que volvía al tiro.
Entré a la casa y miré al baño y ahí estaba mi hombre, mirándome y tocándose por encima del pantalón. Mientras me acercaba le hice una seña para que entrara callado al baño y cerrara la puerta.
Una vez ahí, me acerqué a su cuello y empecé a besarlo en el cuello mientras tocaba su abdomen, y de la nada vi como él ya se había sacado su trozo de carne del pantalón, y estaba duro como piedra. En eso hace presión en el hombro a modo de señal para que bajara, y automáticamente me arrodillo y me agarra la cabeza con sus dos manos y me metió de una su pene a la boca y comenzó a follármela muy fuerte y rápido, no dándome ni tiempo de saborear su pico. Estuvo así un rato y me empecé a atorar, por lo que me lo saqué y lo quedé mirando y le dije:
—Andabai prendido parece…
Solo me miró y yo no pensaba desperdiciar tiempo valioso, así que seguí en lo mío. Agarré sus bolas, empecé a masajearlas y me las llevé a la boca. Se notaba que le gustaba ya que me tenía agarrado del pelo, y cuando me metía una o las dos a la boca, gemía y empuñaba más su mano, empujando mi cara contra ellas. Seguí pasando mi lengua por todo el tronco de su pene, y cuando voy a metérmelo a la boca, suena la puerta de la casa y eran mi prima con sus amigos que habían llegado de comprar.
—Puta la wea, estoy re caliente… —me dijo mientras se subía el bóxer y pantalón.
Yo por otro lado seguía arrodillado webiándolo, y agrega:
—Ya, voy pa’ fuera pa’ que pasemos piola.
—Devuélvete y relájate —respondí.
Le bajé todo y nuevamente me llevé su pene a la boca y seguir mamando, pero esta vez a mi modo… tenía el mismo sabor que la primera vez, su precum me tenía alucinando, me prendió mil y seguí chupando y chupando hasta que me alejó con su mano y me dijo:
—Para para, que nos pueden ver!! —se subió todo de nuevo y sin darme tiempo de retenerlo, salió.
En mi mente pensé: “casi”, pero me sentía conforme con haber salvado la noche con un mamón siquiera… seguimos carreteando, los cabros había comprado mucho más copete, así que seguimos echándole agua al bote y las horas fueron pasando… poco a poco los invitados se fueron yendo, mi tía se fue a acostar y mi prima, que se la había llevado el señor, se fue a su pieza, quedando solo el Manu y yo. En eso me mira con cara picarona y le digo:
—Seguimos?
Asintió con la cabeza y me pidió que lo siguiera. Literalmente se fue a la calle, en pleno pueblo, y se apoyó en el jeep de mi prima con los pantalones abajo y me dijo:
—Chúpamela!
—Quéee? Estás loco!!! Entremos, weon, nos pueden ver!!!
—NOO, quien nos va a ver! Ven poh Joaco, o me voy a ir! —amenazó mientras apuntaba su pene a mi cara.
—Nooo, sígueme tú mejor… —insistí.
Tras acceder me lo llevé al patio de nuevo, a un rincón full oscuro. Cuando llegamos, bajé al tiro y seguí con la conferencia… esta vez el olor y sabor eran más intensos (hay que sumar las miles de cervezas y piscolas que se había tomado), y la verdad me calentaba full. Seguí mamando como si fuera la primera vez… jugaba con mi lengua pasándola por todo su pico, le agarraba los cocos y le pasaba las manos por ese rico culito redondo. Me metí todo su mástil a la boca, a más no poder, y mientras me estaba intentando meter una de sus bolas, gimió y me dijo en voz baja:
—La wea ricaaa!!! Por fa sigue, métetelo todo y cómetelo con cocos y todo!!!
Bien obediente, me metí todo lo que pude a la boca, y el Manu gemía y me tiraba el pelo cuando empuñaba las manos y me empujaba cada vez más contra él. En eso saca su pico de mi boca, me levanta de los hombros y me queda mirando fijo a los ojos. Se acerca a mí, me agarra el culo con una mano mientras que envuelve mi cuello con la otra y me acercó para darme un beso que me elevó heavy… sus labios gruesos y carnosos transmitían lo caliente que estaba, jugábamos con nuestras lenguas y lo cuando podía… en eso me separa y me dice al oído:
—Sigue chupando, por fa, me tenís super caliente…
Bajé y esta vez empecé a jugar con el tacto… comencé rozando sus piernas con las yemas de mis dedos, cosa que al parecer lo excitaba y le daba cosquillas, ya que cuando pasaba el dedo, tenía pequeños saltos y se reía, mientras me follaba la boca.
Seguí subiendo con mis manos por sus muslos hasta llegar al perine (o más conocido como nuesni) y empecé a hacer presión con dos dedos, mientras que con la otra mano le agarraba una nalga. Mis dedos desde el nuesni se fueron directo a su entrada, y tras tocar me di cuenta de que estaba húmedo y un poco dilatado. Empecé con movimientos circulares, suaves, y haciendo presión. El Manu respondía a esto con gemidos y sin poner oposición.
Estuve así por un rato y decidí ir más allá y tras humedecerme los dedos, empecé a introducirlos de a poco y noté cómo se aceleraba su respiración y pulso, y mientras me embestía la boca, introducí un dedo de una y su pene se hinchó y explotó en mi boca, llenándome de semen. Mientras tanto, yo seguía mamando y él se retorcía mucho y apretaba sus manos. En su cara se observaba el placer sentido y corrían gotas de sudor por sus sienes.
Si bien el Manu había acabado, mis dedos seguían adentro de él y comencé a estimular su próstata y de la nada metí un tercer dedo. Se escuchó un gemido más fuerte y su pene volvió a expulsar un remanente de semen, pero ahora en mi cara, acompañado de un espasmo. Saqué mis dedos de su ano y con la otra tomé su pene ya un un poco flácido para chuparlo y dejarlo limpio.
—Me dejaste seco —me dijo,
Me paré y lo agarré para darle un último beso, el cual respondió a pesar de tener mi cara llena de su semen.
—Ojalá se repita porque de verdad que hacer esto me calienta full —me dijo.
Nos limpiamos y nos fuimos a acostar juntos. Estábamos en eso y se levantó mi prima al baño. El Manu se asustó, se levantó y se fue. 🙁
Como siempre, no se volvió a hablar del tema. Nos reencontramos unas veces más en carretes en la playa este verano, en la casa de mi prima y en la mía, y en otros lugares también, y la mayoría de las veces tipo 3-4 de la mañana, cuando estábamos medios happys, terminábamos comiéndonos y/o en conferencia de prensa.
Nos volvimos amigos y nos molestamos siempre. Si bien casi todos mis primos y tíos nos sacaron el rollo y nos molestaban heavy, solo nos reíamos y respondíamos que solo somos amigos negando todo hasta el final, mientras que cada vez que estamos solos nos comemos como si el mundo se fuese a acabar.
Fin.
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