El Barraza y las duchas – Parte II

Hola nuevamente!!

Pues , como les escribí anteriormente, después de esa primera vez a orilla de río con el Barraza, volvimos a repetir en su casa cuando él podía. El sexo con él siempre fue genial, a pesar de caer en cierta rutina, que a mí no me molestaba (tenía algunos amigos en las que yo era activo), con él siempre fui pasivo más nunca femenino, nunca lo he sido y mis gemidos eran de macho jajaj.

Como escribí en el relato anterior, nunca me dio un beso, aunque eso no me limitaba a besarle el cuello, las tetillas, su abdomen, y para que decirles todo lo babeao’ que le dejaba el miembro, me ponía weno estando en cuatro, misionero, cucharita, encima de él, esta última, con el tiempo yo había adelgazado un poco y estando en esta pose el sentir sus manos con fuerza en mi cadera ya me daba por satisfecho, más otras poses cuyo nombre no sé y que íbamos improvisando en el momento… mi compadre era un potro en su totalidad.

Y como les escribí también, al tiempo se puso a pololear y cortó conmigo, sin despedida, sin especial, y sin más, ahí terminó lo weno. Lo saludaba de vez en cuando y él solo me respondía, no quise insistir, ya que además con su pareja al tiempo, tuvieron un hijo. Por mi parte yo seguí estudiando y unas semanas antes de egresar busqué trabajo en algunas empresas y encontré en un lugar X y cuento corto no era lo que esperaba, no me gustó del todo (casi nadie se duchaba jajaj) y al final del año llamé a mi antiguo jefe para pedirle pega, sin mayor explicación a mi deslealtad volví a trabajar en mi turno y volví a la par con el Barraza.

Entre medio del proceso y de todo ese año al Barraza no le comenté mi intención de volver, y tal como la vez anterior, volví al mismo camarín, y mi compadre seguía ahí mismo, con su misma rutina… aunque comprendí altiro que no podría hacer nada ahí, ya que con el tiempo llegó gente nueva y ahora seríamos 3 en esas duchas. Al 3ro solamente lo jotié… jajaj al parecer tanto tiempo con el Barraza le enseñó la costumbre de enjabonarse afuera de la ducha o ya venía enseñado así de su paso por cana (por un delito que según él nunca cometió y fue culpado injustamente), nunca pasó nada salvo mirarlo, el Yei (así le decían ya que se llama James y a nadie le interesaba pronunciar correctamente su nombre) era un flaco tirando pa’medio moreno sin culo, pero con la raya velluda, con tatuajes en el pecho y hombros y algunas cicatrices visibles, algunas más que otras, rapado, con care’ e’ culo, parecía flaite, pero era metalero, un pico team carne que nunca vi erecto, pero diría que era normal, un wn con buena pinta pero que debía sonreír, si no metía miedo. Solamente puedo decir eso de él.

Al volver a trabajar con el Barraza parecíamos amigos de toda la vida y a pesar de ser padre por partida doble seguía siendo físicamente atractivo (había pasado más de un año y medio desde la última vez), y cuando nadie nos veía (creo) le daba su agarrón jajaja como broma de amigo, hablamos sobre lo que pasó y ese corte tan rápido que hubo y pues na’, que eso había quedado ahí no ma’ y que él debía respetar a su polola (además de que esta lo pillara) – cosa que encontré totalmente sensata, aunque francamente no me importaba mucho.

Hasta que un día el Yei se pegó la falla y las duchas estarían solo para nosotros… ese día se me hizo eterno, hasta la hora de partir… para que decir que estuve planeando todo el día, apenas terminó la jornada me fui 2 pasos atrás de él, y dejé que él pasara primero y a la brevedad pasé yo, sin decirle na’ apenas lo vi desnudo me fui directo a darle su buen oral, él simplemente se dejó querer, sin mayor oposición ni disgusto le chupaba su miembro mientras me tomaba de la cabeza controlando el ritmo, fueron minutos que disfruté a concho pero sin olvidar que estábamos en un lugar donde cualquiera podía entrar…. luego cada quien se fue a su ducha.

Dejé que me cayera un poco la espuma por el cuerpo y volví a salir dándole la espalda y apegándome a su cuerpo.

-Dame la última washito, de despedida.

Su cuerpo también estaba suave y me volvió a tomar de la cintura apretándome fuerte.

-«Ya wn, la última sí, vo’ sabí’ que estoy con mina».

Su erección en mi entrada, la humedad y la espuma de shampoo , además de la calentura fue suficiente lubricante y mientras me entraba (para los entendidos, hicimos la paraguaya, de pie jajaj) me fue besando el cuello mientras me agarraba fuerte de la cintura con un brazo y con el otro me tenía una mano metida en la boca. Cada dedo jugó con mi lengua.

-«Marquito qlo’ seguí’ apretaito’… – fue lo mas suave que me dijo en ese rato. Curiosamente, nunca lo habíamos hecho en la ducha.

Mientras seguía en su obra, giro la cabeza hacia un costado con los ojos cerrados, sintiendo que quedamos frente a frente. Traté de sacarle un beso el cual esquivó y me empujó de tal forma que incliné mi espalda apoyándome en el marco de la manpara y el Barraza empezó como loco a aumentar el ritmo que de placer para mi pasó a dolor hasta que se vino cortado… Creo en total más de 10 min no fueron, pero fueron gloria. Y me volví a mi ducha. Terminamos y luego al bus y a la casa… le escribí un mensaje.

-«Todo piola, ud sabe, cuando quiera washito».

Me respondió un gracias e icono de silencio.

Después de esa vez pasó un largo tiempo, entre tanto llegó más gente nueva a ese camarín… ahora solo podía verlo y entre medio ver algo más jajaj y de vez en cuando correrme una paja recordando lo gozado… entre tanta confianza, sexo y tiempo me contaba algunas cosas de su vida íntima en pareja y cuento corto la posibilidad de un encuentro prox era prácticamente nula, aunque hubo una última vez que fue la despedida.

Si gustan, les escribo.

Saludos.

Marcos.