El chilaca chacal
Este vato es compa de mi cuñado, son de la edad, unos 27 o 28 años, el típico chacal con cara de mata jotos, aproximadamente 1.80 de estatura, flaco y desnalgado, voz ronca y el clásico tono de vato de la calle, tenía toda la finta de delincuente, además de que era sabido que se drogaba.
Hasta el momento no sé su nombre, pero todos los conocen como el Chilaca.
Nunca tuve contacto con él, más que un par de palabras en alguna fiesta, no lo veía con morbo, para mí era un tipo más.
Mi cuñado y él se conocen desde niños, por lo que se frecuentaban bastante y solían irse de peda muy seguido, tenían mucha confianza y contaban que de niños se bañaban juntos, por lo que hacian bromas del tamaño de sus vergas, destacando que el Chilaca parecía caballo, lo que me generó cierta curiosidad.
Mi cuñado en ese momento tenía una golf, que estacionaba en la casa por las noches: en una ocasión de sus salidas, el tipo acabo muy ebrio y lo dejaron durmiendo en la golf, que estaba justo afuera de mi ventana. Ya todos dormían y yo estaba muy caliente, así que decidí ir a ver al Chilaca y manosearlo un poco y saber que tan ciertas eran las bromas sobre el tamaño de su verga.
Salí de mi cuarto, caminé hacia la golf y la abrí muy despacio, cual fue mi sorpresa cuando el Chilaca reaccionó y me dijo con esa voz de chacal:
-¿Que onda carnal, que necesitas?
-No nada, sólo venía a ver si necesitas una cobija o algo porque hace mucho frío.
-Nel, todo chido, gracias.
-Vale, si necesitas algo, avísame, estoy en esta ventana.
-Chido.
Cerré la golf y me metí a mi cuarto, decepcionado porque nada iba a pasar y aparte de todo, me sorprendió yendo a verlo.
Ya estaba en bóxer, listo para meterme a la cama, cuando escuché que tocaron a mi ventana, la abrí y era el Chilaca.
-¿Que pasó? ¿Necesitas algo?
-Si we, al chile si hace un verguero de frío ahí en el carro, dame chance de dormirme en tu sillón, ni te voy a molestar.
-Pues va, pásate.
Yo seguía en bóxer cuando lo dejé pasar, cuando entró, me dijo que él sillón era muy chico y no iba a caber, que si había problema en que se durmiera conmigo en la cama, a lo que sin dudar le dije que si. En cuanto le dije que si, comenzó a quitarse la ropa y quedar en bóxers y playera, aún recuerdo que traía uno de licra de esos holgados que usan los chacales de color amarillo, se le marcaba delicioso la silueta de su verga, se le veía gruesa y se notaban unos huevotes. Me llegaba ese aroma distintivo de una verga, yo comencé a excitarme, pero tratando de ocultarlo.
Nos metimos a la cama y le dí la espalda, planeaba dormir, pero el Chilaca tenía otros planes.
Después de unos minutos me preguntó que si ya estaba dormido y le dije que no, que si necesitaba algo, me respondió que aún tenía frío y que si podía abrazarlo, de inmediato me volteé y lo abracé, el estaba boca arriba y yo en su pecho, tenía un aroma a loción barata mezclada con alcohol y cigarro.
No dijimos nada más y nos quedamos así un rato, abrazados y con las piernas entrelazadas.
Pasado un rato me pregunta nuevamente que si ya dormía, a lo que le dije que no, me pidió que le prestara mi mano. Lo que hizo en seguida, jamás pasó por mi mente, tomó mi mano y la bajó directo a su verga, aún no estaba erecta, pero se sentía buen paquete.
Metí mi mano por debajo de su bóxer y comencé a tocar su pubis, tenía el vello recortado de unos días, bajé a sus testículos, tenían algo de vello, pero la cantidad adecuada, rico. Dejé lo mejor para el final, comencé a tocar su verga, aún no estaba erecta, se sentía gruesa y con una cabeza muy considerable. Comencé a masturbarlo mientras yo me excitaba cada vez más, él gemía suave y muy rico.
Después de estar un rato así, me pidió que se la chupara, quería que le quitara por completo los bóxer y le lamiera los huevos.
Yo no la pensé dos veces, tenía a ese chacal, con un pitote en mi cama, deseoso de recibir una mamada. De inmediato me bajé a quitarle los bóxer, me puse entre sus piernas e introduje sus huevos a mi boca, tenía un sabor delicioso, el aroma era embriagador, él seguía disfrutando y gimiendo suavemente.
Tomó mi cabeza con sus manos y me acercó a lo que tanto deseaba, a lamer su verga.
Comencé a lamer suavemente su cabeza y sentía como cada vez crecía más, trataba de meter toda su verga a mi boca, pero llegó un punto donde no lo logré, las bromas, no eran tan de broma, era una verga larga, como de unos 19 o 20 centímetros, muy gruesa, y lubricaba muchísimo, en lo personal, amo que una buena verga suelte mucho precum y para mí fortuna, lo estaba haciendo.
Yo no quería desperdiciar ni una sola gota de su precum, él todo excitado, tomaba mi cabeza y la hundía en su verga, estábamos disfrutando al máximo, parecía que le excitaba ahogarme con esa enorme verga.
Después de estar un rato chupando esa delicia, me separé de él, a lo que él me dijo que quería cogerme, quería meterme su verga; yo lo dudé un poco por el tamaño, pero estaba tan excitado que acepté. Me pidió que primero lo montará, así que me quité mis boxer y se subí en él, escupió su mano, la puso en su verga y la dirigió hacia mi, yo comencé a introducirla lentamente, no mentiré, había algo de dolor, pero era más la excitación. Ni yo mismo lo creía, ya la tenía adentro y comenzó a moverse, que delicia, sabía lo que hacía, apretaba mis nalgas mientras me penetraba cada vez más rápido, sólo alcanzaba a escuchar su respiración agitada, ambos los estábamos disfrutando, al cabo de unos minutos, sentí que su verga se hacía más gruesa, lo que estaba anunciado que estaba por venirse, yo sólo lo dejaba hacer, hasta que comenzó a gruñir y gemir, de repente sólo sentí como se venía adentro de mi y me jalaba para hacer más profunda la penetración.
Al terminar me abrazó y sentía su sudor caliente en mi cuerpo, pensé que había sido todo, pero no, el sólo me dijo:
-Querias verga, no? Ahí te va el segundo.
Me levantó de él, se quitó la playera y pude ver ese cuerpo flaco de chacal, me puso boca abajo, escupió nuevamente en su enorme verga, puso saliva en mi culo y comenzó nuevamente a penetrarme, yo estaba en un éxtasis total, sólo sentía como sus embestidas eran cada vez más fuertes, como su cuerpo estaba encima de mi, su sudor recorriendo mi cuerpo, sus huevos pegando en mis nalgas, su respiración y gemidos agitados cerca de mi cuello, y así entre un éxtasis total, me vine sin ni siquiera tocarme, él al escuchar mis gemidos, sólo comenzó a hacerlo más rápido y eyaculó nuevamente dentro de mi, acompañado de unos gemidos de macho que sólo aumentaban la excitación.
Se quedó encima de mi un rato mientras recuperaba la respiración y su verga volvía a su tamaño normal; la sacó y se hizo a un lado, no dijimos nada, sólo nos limpiamos y nos veíamos con cara de complicidad.
Nos volvimos a abrazar y nos quedamos dormidos.
A la mañana siguiente sólo tomó su ropa, se vistió y se fué, no sin antes decirme:
-Cámara wey, gracias.
Una semana después, hubo una peda en mi casa (donde sucedió algo con mi cuñado) y volvimos a coger, sólo ocurrió esas dos ocasiones, se fue a vivir a otro lado y no lo volví a ver.
3 Comentarios
Anónimo
diciembre 2, 2025 a las 2:11 amQue paso con tu cuñado?? Cuenta
Anónimo
diciembre 2, 2025 a las 7:10 pmQue paso con el cuñado jeje
Anónimo
diciembre 6, 2025 a las 1:26 pmY el cuñado? What happen?