El vecino
Acostumbro relajarme en el patio…. Tengo una terraza con lo necesario para poner los pies arriba de una silla, mientras veo videos, fumo algo, como una cosita y me relajo. Suelo ver los videos en X de @penkistabi que son muy buenos. Si el video es bueno, me corro una pajita en el mismo patio. Total, vivo solo y hago lo que quiero donde quiero y como quiero.
En verano, suelo andar desnudo en mi casa. Me visto para ir a comprar si es que no compro por app. Atrás, vive un vecino que parece que está separado. Lo escucho de noche y los fines de semana a veces con una niña pequeña. Llega tarde, se enciende luz como las 20.00 horas.
Un día estaba viendo un video en esa página y se escuchaba, ya que no pongo audífonos ni le bajo el volumen y me estaba corriendo una paja cuando siento que el vecino está sapeando por la pandereta. Eso me calentó mucho y empecé a correrme la paja mirando hacia donde creía que estaba el vecino. El morbo de la situación me recalentó y acabé con harta leche. Me quedé así, desnudo y lleno de semen esperando que el vecino saltara la pandereta y viniera a limpiarme la leche, pero eso no pasó. Al vecino no lo conozco, no sé cómo es físicamente, pero si sabía que era voyerista, le gustaba mirarme mientras me pajeo.
Seguimos en esa dinámica varios días, yo en pelota en el patio, con las piernas abiertas, a veces me metía algún juguetito por el chico, otras veces solo la paja. Siempre lo sentía mirándome. Sentía su respiración y sus gemidos, asumo que pajeándose también. Hasta que un día no aguanté más y le hablé. Yo estaba con el pico parado dándole a una paja y le digo:
-Si quieres vienes y continuamos acá!
No hubo respuesta.
-Sé que estás mirando, te escucho respirar. Si te gusta, puedes venir a divertirte un rato. (Que puto, pero ya había empezado y tenía morbo de saber cómo era el mirón)
-¿Y por dónde paso? – Me responde una voz bien varonil
-Salta!! (No son muy altas las panderetas)
Siento que pone como una silla o algo así y lo veo sentarse en la parte de arriba y salta hacia mi patio. Se para frente a mí un hombre alto, como de 1.80 no muy delgado pero igualmente rico. Con barba, moreno, medio grueso. Tenía los ojos verdes, en esa piel morena…. Uffff era rico. Se tocaba el paquete y se podía ver su buen mazo. Me saboreo y lo miro. Mientras me metía un dedo en el hoyo.
-Si quieres puedes continuar tu, le digo con voz de maraco full caliente.
Se acerca lentamente y se saca la polera, queda su pecho descubierto, harto pelo, como a mí me gusta. Unos pectorales más gorditos pero bien peludos, tenía los pezones parados y bien oscuros. Se baja el pantalón, era un buzo negro, quedando en pelotas, su pico era grande pero más grueso que largo, oscuro, bien negro, con harta piel alrededor del glande, bien peludo (mucho) y tenía una leve curva para arriba. Se acerca y me agarra el pico, lo empieza a pajear y se lo lleva a la boca… me da una buena mamada, chupó todo, la cabecita, los cocos, siguió pasando la lengua por los cocos y como estaba sentado en una silla me acomodé más para que se agachara y me comiera el hoyo. Me empieza a chupar el culo, uffff rico…. Harta lengua y saliva, metía los dedos en mi culo… me masajeaba la prostata, se sentía rico. Yo gemía piola, lo hacía rico el vecino. Lo mejor era cuando me miraba con esos ojos verdes profundos. Me calentaban los ojos del mino. Se para y me pregunta por un condón. No tengo le respondo, dale a fierro pelado no más, le ruego.
El vecino se tira un escupo en el pico, ya estaba bien lubricado y lo pone en mi culo y de una lo manda a guardar. Ohhh, Csm. Dolió. Pero era rico. Como dije, lo tenía grueso, estaba caliente, se sentía grueso en mi hoyo, palpitaba mi culo ante semejante pico. Me agarra las piernas y comienza a meterlo y sacarlo. No dijo ni una palabra, solo respiraba agitado y tomaba aire. Me daba rico, lento a ratos lo que hacía que se sintiera en lo más profundo, a ratos más rápido, lo que hacía que sintiera que mi culo se quemaba. Oh, Csm, la cacha rica.
Estiro un brazo y le toco el pecho, sus pelos, las tetillas paraditas y duras, las aprieto y él suelta un gemido más fuerte. Sentía que sus cocos me pegaban en la raja, era exquisita la sensación y el placer que obtenía. Me empiezo a tocar y me pajeo a ratos. El vecino me levanta más las piernas, levantando mi pelvis completa y siento que entra aún más profundo, o al menos esa sensación me da. Disfruto, gimo, me saboreo. El vecino sudaba, las gotas mojaban su cuerpo moreno y peludo. Era hermosa la imagen, como de porno.
Me mete el pico más rápido y siento que se va a ir, le digo que me lo deje adentro todo, que me llene de leche. El vecino le da más velocidad y de pronto siento que su pico palpita en mi culo. La leche inundó todo mi culo. Me toco mi pico y descargo toda la leche acumulada. Mi pico es largo y flaco. Soy joven, tengo 24 y blanquito. Más aspecto de pendejo aún. Tengo el hoyo depilado y rosadito y sin nada de pelos en todo el cuerpo. El vecino lo saca de mi culo y termina de sacudirlo encima de mi, bajo las piernas y agarro su pico con mi mano, lo aprieto sacando las últimas gotas de leche y me lo llevo a la boca. Mmmmmm…. Su leche tenía un exquisito sabor, era dulce y espesa. Y su pico además cabía rico en mi boca, aunque ya estaba más flácido.
Le dejo el pico limpiecito, sin nada de leche. El tiritaba de placer, sus piernas, sus brazos. Su respiración era como de maratonista. Yo chupaba y lo miraba y sonreía. Me dice:
-Rico tú.
-No, rico tú.
-Llevaba tiempo viéndote, te tenía ganas.
-Llevaba tiempo viendo que me veías, también te tenía ganas.
-¿Vives solo?
-Sí, ¿tú igual?
-Sí, pero fin de semana por medio no.
-Sí caché – le digo.
-Cuando quieras repetimos. Aquí, adentro o en tu casa!!!
-Me gusta eso -Me dice-. Soy Fabián.
-Me llamo Carlos.
-Un gusto. Pero siéntate, si quieres conversemos un poco, digo, para conocernos mejor.
Se sienta en pelota conmigo. Le ofrezco un cigarro y acepta.
-¿Qué edad tienes?
-41 – me responde -. ¿Y tú?
-24 – le digo.
-Colágeno puro – Se ríe.
-¿Y a qué te dedicas? – Le pregunto curioso por este nuevo amigo.
-Trabajo en una empresa de transportes, en el aeropuerto. Soy ingeniero eléctrico, ¿y tú?
-Estudié traducción y trabajo desde la casa.
-Buenaaa – me dice.
Me contó que era separado, que había tenido aventuras con hombres mientras estaba casado, como heterocurioso. (No juzgo). Hablamos un rato y me paré, le dije que si quería pasar al baño a limpiarse y aceptó. En el baño lo agarro por detrás y lo abrazo. Empieza a tocar mi culo con sus manos y cierra los ojos. Yo empiezo a manosear todo su cuerpo, mirándonos por el espejo del baño. Era maravillosa la sensación de verse en el espejo. Mi pico empieza a ponerse duro de nuevo y hago presión en su raja peluda. Gime. No se mueve, apoya las manos en el lavamanos y se queda esperando. Yo abro los cachetes y apoyo mi pico en su raja, sin meterlo. Lo punteo harto, él se deja. Solo gime y hace sonidos eróticos. Su pico se empieza a parar de nuevo y lo agarro abrazándolo. Lo empiezo a pajear mientras no dejo de puntearlo. Siento que apunto directo en su hoyo y meto la puntita. Él me dice que lo deje ahí. Que no me mueva. Yo lo pajeo con una mano y con la otra tocó su pecho, juego con su pezón izquierdo. Bajo esa mano y separo un poco sus cachetes, yo tenía el pico tan mojado ya, que actuó de lubricante, empujo un poquito y entró la verga completa. Tenía el hoyo apretado. Muy apretado, sentía que me estrangulaba el pico pero era rico a la vez. Él empieza a moverse hacia atrás y adelante lentamente, respiraba fuerte, seguía moviéndose y de pronto le da velocidad.
Ver sus ojos cerrados en el espejo y yo detrás de él, fue de un morbo inexplicable. Empiezo a darle un poco de movimiento y separo más los cachetes, hasta que lo meto completo, me separo un poco de él y veo como se hunde todo el pico en su raja. Ohhh, ctm, la cacha rica. El vecino tenía buen culo. Era muy peludo y se veían los pelos mojados. Que rico!. Él se agacha un poco, dejando todo su cuerpo apoyado en el lavamanos, quedando en posición de perrito, como mi pico es largo empecé a moverme más rápido y ya lo estaba culeando rico. Mis bolas son largas y elásticas, se movían y chocaban con él. El gemía y decía, no pares… oh, sigue. Oh, que rico, no pares, no pares. Yo lo tomo de la cintura y empiezo a meterlo completo y sacándolo hasta la punta, así lo hice varias veces. Incluso lo sacaba completo y lo metía entero de nuevo. Eso le gustó. Gritó de placer y me pido que lo hiciera de nuevo.
Después le di duro, sonaban ricas mis bolas chocando con él y lo mojado de su hoyo. Salía un exquisito olor a moco. Él se empieza a pajear y siento que se corre. Su orgasmo hizo que apretara el culo y eso hizo que yo me volviera loco culeando. Me corro dentro de él y saco el pico, la leche chorreaba por su raja peluda, con el pico meto la leche de nuevo adentro y lo saco de nuevo. Seguía chorreando leche y él se empezó a tocar el hoyo. Sus dedos quedaron llenos de mi leche que salía de su hoyo. Se enderezó y me abrazó dándome un beso. Nos duchamos juntos y recorrí todo su cuerpo con mis manos, él con las suyas hizo lo mismo. Su cuerpo peludo era de ensueño. Que weón más rico, y esos ojos verdes eran calentadores.
Los siguientes días culeamos en mi casa y en la suya. No somos pareja pero culeamos bien seguido. Nos gastamos parejo, le gusta meterlo pero también le gusta que se lo meta.
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