Entre uniformados

Para empezar, me da igual si se entiende o no se entiende jajajaja.

En el año 2016, en la ciudad de San Fernando, en específico en el Regimiento Colchagua, comenzó el periodo de soldados profesionales en el cual estaba yo y como 160 tropas más jajaja. Entre todos siempre hay uno que resalta: por ser más piola, por ser encachado, por ser más flaite… siempre por alguna cosa resalta.

Con el transcurso de los meses empecé a salir con un grupo de soldados, éramos como 4 los que salíamos siempre y nos íbamos a poner a la línea del tren a tomar, para variar… milicos y buenos para el copete jajajaja. Con el tiempo se fueron uniendo más al grupo y dentro de esos estaba un soldado profesional de apellido Alarcón. Loco hetero y yo también, porque me encontraba con polola, pero él era muy bueno para el copete, lanzado a la vida como él solo.

Con el tiempo nos fuimos juntando más, salíamos a carretear al punto de que el loco se quedaba en mi casa o yo iba para la de él en Paine. A todo esto, el loco tenía su polola allá, pero eso no impedía que fuera bueno para el copete ni dejara de vacilar. Con el tiempo ya éramos uña y mugre jajaja.

Siempre, cuando salíamos a tomar con los otros tropas, quedábamos en un punto solos. Todo esto pasaba cuando estábamos en la unidad, en las piezas, piezas que eran compartidas como por 12 tropas más. En esos momentos, al quedar solos, siempre el loco me miraba distinto a lo normal. Al final ya se hizo normal que fuera así.

Entonces ya cuando estábamos en esa sintonía yo le decía:
— “Deja de mirarme así weón, ¿acaso quieres darme un beso?”
o le tiraba:
— “Weón, no me mires así que te voy a pescar a besos”
Siempre en forma de webeo jajajaja.

La cosa es que un día X, tomando en las mismas piezas con los otros tropas, ya curados, me dice:
— “Ya po, ¿me vas a dar el beso que tanto me dices?”

Y ahí fue cuando empezó toda la calentura. Nos dio lo mismo estar en las piezas o que hubiera más gente. Ya estábamos muy calientes con el tropa Alarcón. Nos estábamos comiendo rico, jadeando de la calentura, tanto que en un momento nos sacamos la parte de abajo del pijama (peter pan) y los bóxer, quedando frotándonos las tulas, tulas que las teníamos hirviendo y todas mojadas con el preseminal, mientras nos comíamos.

De un momento a otro, entre manoseos y pajas a mano cambiada, acabamos de una manera que teníamos todo manchado del semen que botamos juntos. Fue una wea rica porque nos dio lo mismo el alrededor, si había gente o no. Después de haber acabado, seguíamos comiéndonos a besos.

Desde esa noche tan rica, se dio inicio entre ambos a que cuando salíamos a tomar o salíamos a carretear correspondía su respectiva paja, besos y a dormir.

Espero les guste, porque tengo la segunda parte.

Les dejo mi instagram por si alguien quiere contactarme: casaovaaaa