Los jóvenes de la playa
Tengo 24 y vivo en la V región.
Hace una semana estaba en la playa, tomando sol, sintiéndome muy caliente, y decidí meterme a una aplicación para buscar cita. Mi nombre de usuario, «mamador».
Estuve unos 20 minutos viendo perfiles. Hasta que el primero de la lista, que no tenía edad, nombre, ni foto, me habla, su ubicación marcaba a 90 metros.
Me dice «hola mamador, estoy con dos amigos, estamos algo calientes, te atreves a comerte 3?». Al principio no lo creí, pero les dije que sí, que estaba en la playa y con muchas ganas de mamar. Me preguntaron si era bueno chupando. Y les dije que sí, que me gustaba mucho y me calentaba. Sin pedirlo, me llegan 3 fotos. 3 vergas distintas, todas con muy buen porte. No enormes pero entre 15 y 18 cm podía estimar. «Te la podí con estas». Solo dije «Wow, quiero intentarlo». Entonces me envían la ubicación y era el edificio cruzando la calle desde la playa. Les dije que me demoraba 3 minutos en llegar.
Junté mis cosas y me acerqué al edificio. Estaba muy nervioso, pero toqué el citófono y me abrieron la puerta. No había conserje, me subí al ascensor y subí hasta el departamento que me dieron. Igual temblaba un poco, tenía un poco de miedo, pero estaba muy excitado igual.
Sin pensarlo mucho, toqué el timbre. Dentro se escuchaba un poco de música y risas. Me abre un joven de unos 20 años, delgado, alto, 1,80 app, pelo rubio, solo usando un boxer rojo y unos abdominales semi marcados. Dentro sentados en un sillón, usando solo traje de baño, un chico moreno, bronceado, lampiño, también se veía muy alto, con una sonrisa hermosa jugaba un videojuego con otro chico también moreno, más bajo, pero con un cuerpo más trabajado que los otros dos.
El rubio me hace pasar y cierra la puerta. Les dice a los otros, «llegó el mamdor!». Ellos gritaron weeeena! Mientras seguían jugando. El rubio me pregunta como me llamó y si quería una cerveza. Lo que acepté. El departamento tenía un concepto abierto y la cocina separada del living con una barra con sillas altas.
El joven me abre una cerveza y se sienta en una de las sillas. Me dice «acá somos amigos no más, así que esto no es como una orgía, es pa descargarse no más». Yo le dije que no había problema. Mientras veía que se tocaba el bulto sobre el boxer. Obvio mis ojos no se despegaron de ahí. Y me dice «lo querí al tiro, mira que se está poniendo duro», lo miré a los ojos y le dije que sí, mientras tomaba un sorbo grande de mi cerveza y me mojaba los labios. «Ven po, agáchate» haciéndome el gesto con su cabeza a que bajara hasta su verga. Yo me arrodillé y comencé a pasar mi cara por su bulto, mientras escuchaba a los otros dos gritar por su juego.
Me lo metía a la boca con el boxer puesto y lo olía, mientras él tomaba su cerveza. En eso me toma la cara y me dice «Ya. Vamos a ver como lo hací» y se saca completamente el boxer. El que deja caer al suelo. Frente a mi cara salta una verga blanca, larga 17cm, no muy gruesa, pero con una cabeza roja que se asoma por un prepucio apretado, casi rasurada y una bolas colgantes, las que quedan completamente apoyadas en la base de la silla cuando se sienta. Yo no me resistí y lamí desde las bolas hasta las cabeza de esa verga, la tomé con una mano y juntado saliva, me la metí en la boca, con mi lengua jugué con su prepucio hasta bajarlo entero, y comencé a mamar, tratando de meterlo todo. Él apoyó sus codos en la barra y se reclinó hacia atrás, pulsando su verga más adentro de mi garganta, entonces grito «ohhh perro que rico, te lo tragai too» sus amigos se cagaron de la risa, gritaban, «eso perro te gusta poco».
Uno de ellos se levantó, no vi quien, y se paró al lado mío, a ver como lo hacía. Yo no me detuve, dijo «oye loco igual se la traga caleta, dale más abajo» y me bajó la cabeza con su mano hasta que la verga de su amigo me entró por completo en la garganta, tuve un arcada y me alejé. Era el moreno más alto. Me dijo “práctica no más, que la mía es más grande” y se fue a abrir otra cerveza y volvió al sillón a seguir jugando. Yo volví a lo mío. Estuve unos 5 minutos más mamando su verga, que estaba durísima y botando precum. Cuando el alto dijo «ya po perro comparte, mándalo pa acá». El rubio dijo, «si wn, que el loco casi me hizo acabar». Me miró y me dijo «si querí anda pa’ allá, mientras yo descanso». Yo me levanté y me sequé un poco la saliva que tenía en la cara, y comencé a caminar hacia los que estaban jugando.
El alto me dijo que fuera con él. Y levantó el control que tenía cerca de su entrepierna para que yo me acomodara. Me arrodillé y comencé a tocar su abdomen mientras con la otra mano tocaba su bulto. No estaba duro. Así que abrí su traje de baño y se lo bajé hasta media pierna. En verdad se veía más grande. Era una verga con pocas venas, morena, prepucio muy largo, y unas bolas redondas y pesadas. Comencé a besarlo, pasarle la lengua y a correr su prepucio para atrás, se empezó rápidamente a poner duro. Y más grueso y curvo, hacía abajo, este era de unos 18cm. Él seguía jugando mientras yo se le chupaba con ganas, dejándolo bien mojado. Yo le escuchaba con la respiración entre cortada y con pequeños jadeos y me embestía a veces la boca, como follándola a ver si me la podía toda dentro.
Debo haber estado unos 7 minutos cuando el amigo me llama, «ya me toca, que se me paró » El rubio seguía sentado en la barra de la cocina, desnudo y viendo su teléfono mientras se masturbaba. Y el moreno alto, se terminó por sacar el traje de baño. Aún hincado me acerqué al otro chico. Era bien musculoso. Al llegar a él levantó sus caderas para que pudiera bajarle el short. Efectivamente estaba erecto, era un verga no muy larga, pero si gruesa y circuncidada y una bolas enormes, tenía más bello que los otros. Me dispuse a mamarla al tiro, pero tenía que hacer esfuerzo por abrir bien la boca. Así que jugué bien con la lengua. Y este loco si que botaba precum. Bastante y gemía harto.
El rubio de repente se levanta rápido y se para al lado mío, me dice «ven que me quedapoco» «te lo tragai?» Y yo asentí con la cabeza. Tomó su verga y me la metió en la boca, embestía primero suave disfrutándolo y luego más rápido, yo sentía sus bolas golpeando mi mentón. «Ohhhh daaaale trágatelo» y sentí que empezó a llenarse mi boca de semen mientras él hacía movimientos cortos. Rico, caliente, y algo espeso. Comenzó a salir por los costados de mi boca mientras el seguía metiéndola en mi boca. Cuando la sacó, logré tragar lo que quedaba, y él me golpeó con su verga la cara, como sacudiéndola. Se limpió lo poco que aún salía con los dedos y me los ofreció. Yo con gusto se los limpié. Después de eso, se fue camino al baño. El más bajito, me dice, «ya a mi también me queda poco». Así que volví con él. Mi boca debe haber estado muy lubricada por el semen de su amigo, que la verdad no creo haber mamado mas de 5 min cuando siento que me pone las 2 manos en la cabeza y comienza a follarme rápido la boca, no muy profundo porque le molestaban mis dientes creo, hasta que sin avisar siento de nuevo ese sabor a semen inundando mi boca. Como no la podía cerrar bien, este si comenzó a bajar por su pene y bolas. Así que cuando terminó, tuve que lamer lo que se había perdido. Su grueso pene se puso lacio, mientras yo terminaba de limpiarlo. Luego se paró y se fue al baño.
El moreno alto se puso de pie mientras yo seguía arrodillado, y aprovecho que estaba solo. Se puso más caliente, me decía, «ponme la cara», mientra me golpeaba con su verga, me la metía en la boca y él controlaba el movimiento, le gustaba darme vergazos y que jugará con su prepucio. Después de un rato me dijo «chúpame las bolas» y me metió la cabeza entre sus piernas mientras él se masturbaba. Hasta que me tomó de la frente, me llevó la cabeza hacia atrás y me dijo «Abre». Yo abrí mi boca mientras veía como masturbaba esa verga curva sobre mi. «Abre grande» dijo mientras comenzó a saltar semen primero sobre mi cara y luego goteando en mi boca.
Mientras él seguía disfrutando de su acabada, dejó caer su verga sobre mi cara mientras iba esparciendo el semen. «Te vay llenito» me dijo. Me pasó los dedos por la cara y llevo lo que quedaba de semen a mi boca. «Ya perro, te pasaste, yo me voy a descansar ahora» y me encaminó a la puerta. «Que estí bien» me dijo mientras cerraba. Y así me fui, sintiéndome con una puta, pero muy satisfecho.
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