Mi cuñado – Parte I

Hola amigos, me llamo Cristián, tengo 36 años. Soy de la Serena. Estoy casado hace ya 8 años. Soy un hombre plenamente feliz con mi mujer y mi sexualidad. Tengo 4 hijos y nunca había tenido dudas sobre mi. Desde que pololeo con mi esposa, mi cuñado, que es más chico que yo, actualmente tiene 32 años y es hermano de mi esposa, ha sido cariñoso conmigo, en el sentido de los carretes, buena onda, cercano, como buen amigo. Cuando nos vemos su buen abrazo y todo eso, normal para mí. Eso hasta hace pocos días, que con motivo de las fiestas patrias, nos reunimos en la casa de los suegros.

El se llama Ariel, no vive en la ciudad, trabaja en el sur de Chile, así que viaja en ocasiones a ver a su familia, él es muy querido por todos, así que cuando hay alguna fiesta familiar, nos reunimos todos. Sin excepción.

La casa de mis suegros es grande, queda en Ovalle, pero aún así, no hay camas para todos. Bueno, la cosa es que en estas fiestas patrias nos reunimos todos, fuimos llegando a medida que las pegas nos dejaban ir, y una vez que ya estábamos todos, inauguramos el carrete, precisamente carreteando. Los cabros chicos jugando, los más grandes comiendo y bebiendo. Ese día en particular, nos quedamos hasta tarde, tomando terremoto y comiendo al lado de la parrilla. Solo Ariel no tiene pareja. Empezamos a chupar… comer… a fumarnos algo… todo iba bien. De pronto, mi esposa se fue acostar y la mayoría lo hizo también. Solo me quedé terminando de fumar y tomar mi terremoto y Ariel se quedó conmigo.

-Yo te acompaño cuñadito, me dijo.

Empezamos a conversar y cuando se para a ver la parrilla, le digo:

-Oye… y ese buzo wn…. Andai como apretado…
-Sí, es el que ocupo en el gimnasio. No tenía más ropa cómoda, y como comemos harto, tenía que estar cómodo.
-Demás pos…. Si yo igual ando cómodo.
-Sí… te veo… buen buzo también…. Se te marca todo!!
-Como todo??
-Todo po.

Y me mira el paquete.

La verdad, soy bien dotado, soy team carne. Y siempre me ha gustado que se me note el pico. Me gusta que se marque, además, no uso ropa interior.

-Me estay mirando el paquete Arielito?
-Miro lo que se ve no más.
-Yaaaa…. Eres wekito??!
-Y si lo fuera??? Te pongo nervioso??
-Nooo, no pasa naaa… pero no sabía po.

De pronto me dice:

-Y tú?? No te gusta lo que ves?
-A ti?? O sea… que me gustes tú??

Puta, se te ve bien el buzo, pero no eres mi tipo… me gusta tu hermana po wn. Llevo años casado con ella.

-Yya, pero nunca has pensado en estar con un hombre??
-La verdad es que no. Nunca.

De pronto Ariel, se acerca y me pasa la mano por el paquete… sobandolo… de arriba al lado…
La sensación me gustó, era raro, pero me gustó.

-Ariel, que wea??? Para!!! Soy tu cuñado!!
-Shhhh… (me hace callar), tranquilo. Todo quedaría en familia, mi hermana no tiene por qué saber y yo este buzo me lo puse por ti… para que me vieras. Y me viste. Así que ahora, guebiemos un rato po.
Y comienza a tocar deliberadamente mi pico, por encima del buzo. Yo creo que por efecto de todo el alcohol que bebí, no opuse mayor resistencia, me gustó, se sentía rico, y además, mi cuñado lo tocaba bien rico.

Luego de tocarlo y de estar con los ojos cerrados mientras Ariel me tocaba el pico, me baja el buzo y lo deja salir, ya grande y duro, tieso. Yo miro lo que hace y se agacha (estaba sentado en la silla al lado mío) y me empieza a dar una mamada… Csm…. Ni su hermana lo chupa así, es más, mi esposa no lo chupa, dice que le da asco chupar pico y pa que estamos con hueas, a todos nos gusta que nos chupen el pico. Mi cuñado se lo mete entero a la boca, y yo me sobresalto en un suspiro y me dejo. Me toma el pico con una mano y comienza a pajearlo mientras lo chupa, deja salir harta saliva, por lo que el sonido se vuelve rico, y la sensación también, me agarra las bolas con su mano y las estira, provocándome una sensación de placer que no puedo disimular, eso parece que anima más a mi cuñado y sigue chupando con más ganas mi pico. Me pasa la lengua, babea harto, succiona, me bajo un poco más el buzo para no mojarlo y él sigue chupando. Lo hace por harto rato, no sé cuánto, pero parecía interminable. Yo a veces, depende del día y de los estímulos, puedo irme muy rápido o puedo durar harto. En esta ocasión, iba para durar, sentía que mi cuñado me devoraba el pico a mamadas y yo lo disfrutaba, de pronto empecé a sentir que quería más, quería verlo, quería sentirlo, quería tocarlo, y le digo que nos corramos al otro lado del patio para metérselo. Mi cuñado se alegra de mi determinación y camina conmigo, mientras camino me pajeo y disfruto de saber que se lo voy a meter por primera vez a un hombre. Detrás de un parrón, me detengo, me apoyo y Ariel se baja completo el buzo, dejando ver su raja, totalmente depilada y se agacha, abriendo con sus manos su raja y deja ver su hoyo, el cual ya estaba medio abierto. Mi esposa nunca me ha pasado el chico. Dice que no. Que no le gusta. Y su hermano se disponía a entregarme su hoyo.

Me acerco a su cuerpo y le lanzo un escupo en el hoyo, con los dedos lo toco y comienzo a masajear su culo, luego me lanzo otro escupo en el pico y lo pajeo y lo apoyo en su raja. El solito se empieza a mover para atrás, metiéndoselo lentamente, yo sentía una sensación exquisita, siempre quise saber que se sentía hacerlo por el chico, penetrar un ano, se lo pedí varias veces a mi esposa pero nunca accedió y ahora sentía, apretadito, caliente, me acariciaba el pico súper rico ese culo, me gustaba la sensación.

Lo tomé de la cadera y empecé a meter mi pico de manera más rápida y medio bruto. Me dijo que lo hiciera más lento, ya que le dolía y además, así no lo íbamos a disfrutar. Accedí y obedecí. Y la verdad, si, comencé a disfrutar mucho más. El agachado en cuatro, con el culo parado, yo detrás de él, agarrando su cadera, empujándolo hacia mí y metiéndolo al compás de los movimientos, sentía que mi pico chocaba con algo, y eso me producía un enorme placer, me agachó sobre él y empiezo a tocarlo, tocó su pecho, su guata, agarro su pico, el cual estaba duro, se apreciaba grande, y comienzo a pajearlo. El se endereza y su cuerpo me empuja hacia atrás, apoyo mi raja en uno de los pilares del parrón y él se endereza completo, gira un poco la cabeza y me empieza a dar un beso. Wow… un beso entre hombres, nunca había besado a otra persona que no fuera mi esposa, estábamos juntos desde el colegio, ha sido mi única mujer en todo aspecto y ahora besaba otros labios, los de su hermano y ese beso me calentó mucho, sentí una inyección de placer y fuerza en mi cuerpo y comencé a moverme más rápido. Él gemía suavecito para que no nos escucharan, pero solo me decía que le encantaba, que lo hacía rico, cosas así. Aún apoyado sobre el pilar, lo tomo del cuello con una mano y con la otra agarro su pico, nos besamos mientras se lo metía y lo pajeaba. El me dice que no aguanta más y suelta su leche, la cual sale disparada y un resto queda en mis dedos, ya que no le suelto el pico y lo pajie hasta el final, esa sensación de su orgasmo activo el mío, sentía que su hoyo se apretaba a medida que eyaculaba y eso aceleró mi orgasmo. Le digo que también voy a acabar y me dice que lo quiere en la boca. Se sale y se agacha y me empieza a chupar el pico, confieso que esa acción me dio algo de asco, tenía mi pico metido en su raja y luego me lo chupa. Pero se me pasó rápido, ya que sentí que mi leche salía disparada en su boca, varios lechazos le llenaron la boca y la cara, estaba acumulado, llevaba días sin descargar (todos los casados sabemos que casarse es la mejor forma de no tener sexo)

Ariel se saborea y se traga toda mi leche. Me dice que es exquisita. Mientras me sacudo el pico en su cara, le digo que esto no lo podemos hacer de nuevo. Me dice que no me preocupe, que puede ser nuestro secreto, que me puede compartir con su hermana. Esa huea me calentó muchísimo. Saber que tendría disponible algunas veces el culo de mi cuñado y que todo seguiría igual.

Espero que esas fiestas patrias duren harto y que llegue pronto fin de año para encontrarnos de nuevo y comerme el culo de mi cuñado.