No todo deseo es satisfactorio

Érase por el 2012 aprox. tenía 18 años y yo estaba re100 explorando mi homosexualidad. Siempre había tenido mucha curiosidad por el aparato reproductor masculino y también coincidió que mi desarrollo fue tardío, por lo que más curiosidad me generaba comparar mi pene con el de otros. Al principio empecé con sueños donde un hombre mayor me hacía el amor, en el sueño sentía el placer de ser penetrado, siendo virgen aún. Con el paso del tiempo y, cada vez que veía alguna escena gay en alguna película, me llamaba mucho la atención el sexo entre hombres, de hecho, recuerdo haber visto la escena de una violación entre hombres que me calentó mucho, al punto de querer que me pasara algo así (se transformó en algo así como una fantasía).

Con el paso del tiempo conocí a un tipo por Grindr, mayor que yo por unos 10 años, un osito bien masculino.. salimos a tomarnos un café, conectamos y nos fuimos a tirar a un motel. Un pene grueso, pero no largo, de unos 12 centímetros, peludo y apretado, súper rico para el que le gusta este tipo de físico. Era bastante hábil, me hizo el amor bien rico y, por sesión, tirábamos unas 2 o 3 veces. Verlo y sentirlo acabar dentro mío era lo máximo, aunque teníamos claro que era sólo eso, sexo y nada más.

Un día conversando, salió el tema de las fantasías y le comenté que tenía curiosidad o ganas de sentirme “violado” o tomado a la fuerza, contra mi voluntad. Él respondió sin darle mayor importancia y ahí quedó el tema, de hecho, pasó un periodo donde no coincidimos por falta tiempo.

Un día me contacta y me dice que si podemos ir a un motel y yo acepté, todo muy rutinario como siempre. Nos juntamos en un punto medio, llegamos juntos al motel y cuando entramos a la habitación (yo entré primero), él cierra la puerta, acto seguido me agarra por la espalda, me da vuelta (quedamos de frente) y me tira contra la cama (aun con ropa) bruscamente, yo quedé tendido de espalda en la cama y expresando algo como “qué onda jaja?”, el diciéndome, “esto es lo que querías o no?” Agarrándome las piernas posicionándolas mirando al techo (como para ponerse patitas al hombro) y agarrándome desde el pantalón tirando hacia arriba, quedando solo el poto descubierto, el por su parte se bajó el cierre del pantalón y se sacó el pene (todo esto con la misma brusquedad del inicio y muy rápido), para después agarrar el lubricantes y exprimirlo directo en mi ano, un buen chorro, pero sin esparcir, ni tocar con los dedos, simplemente chorreándolo. Entonces, me agarra fuerte las piernas con una mano y con la otra conduce su pene directo al ano y lo introduce de una pura embestida, siendo tan rápido el acto que no alcancé a tener un reflejo de contracción que me generara dolor. Él por su parte empezó a embestir rápidamente y a decirme “esto es lo que querías o no? (Como enojado)” y yo creo que no alcancé ni a hilar una frase cuando en 5 o 7 embestidas siento su gemido y veo su cara de orgasmo, sintiendo como bombeaba dentro mio. Acto seguido saca su pene, me tira las piernas a un lado, me queda mirando y me dice “estás bien?” Yo le digo con cara de susto “qué pasó ;(“ y me dice “esto querías o no?, A mi me encantó, me fui cortado altoque y tu cara de susto/sospresa me calentó más”.. yo por mi parte estaba mudo, sólo atiné a decir: “no sé, no me lo había imaginado así”.

Si bien en el momento no estaba preparado para el cómo llevo a cabo la “fantasía” y, se supone que uno no debería estar preparado para algo así, sentí más miedo que placer. El asombro fue tal que me levanté y me fui a la ducha. Ahí él entró a ducharse conmigo y me pidió disculpas entre risas, después tiramos como era de costumbre muy rico y todo.

Al día de hoy lo recuerdo desde lejos como algo que me calienta mucho, pero también como un deseo que no fue satisfactorio para mi, sino más bien para él.