Otra historia de cuando era joven

Después de estudiar tuve que tomar un empleo, y por medio de un tío conseguí un trabajo en un hotelito para viajeros en tránsito. El gerente de turno, un hombre de edad, me puso en el mostrador y me dio mis instrucciones.

La tarde pasó lenta con solo un viajero y al fin de mi turno el gerente me invitó a su oficina. Me dijo que venia con muy buenas recomendaciones pero que entendiera que el era el jefe y yo su empleado. Me preguntó que si tenía novia, le dije que no, que si alguna vez había tenido novia, le dije que no. Que te pasa, me dijo, te gustan los hombres? Allí me quedé callado, y él entendió mi falta de respuesta.

Me invitó que pasara al lado de su escritorio donde me agarró la verga en el pantalón. Me preguntó si me gustaba, que se le acercara para ver como me gustaba que me besara. Me sentó en sus piernas, su beso caliente y profundo, metiéndome la mano me calentó mientras que sentía que se le paraba la verga en el pantalón.

Me dejó lo suficiente para que me bajara el pantalón. Él se sacó la verga y me dijo que le diera el culo. Siendo la hembra en estas situación, me recosté sobre el escritorio esperando que me la metiera. Me escupió el culo y se me metió de una sola. Sentí como que la verga me tocaba la garganta, para los que no son hembras para los machos les cuesta entender que rico es sentir una verga adentro.

Se corrió y sacó su verga de mi culo, que no me parara que me quedara así, que le gustaba verme el culo chorreado de sus acabados. Se sentó en su silla y me sobó las nalgas, metiéndome la lengua me lamió el culo. Yo tenía ganas de chupar verga y le dije y me dejó chuparlo con su verga con sabor a mi culo.

A mi me gustó mi empleo en esos días antes de inscribirme en la universidad. Él viejo gerente siempre me dio el turno de la tarde y cuando estaba lento me dejaba mamarle la verga y si se podía me acostaba sobre su escritorio y me cogía.

Les cuento más otro día, de mi profesor de cálculo que era un machote exigente bigotudo.