Servicio rural: la historia de Ricardo (parte 1)

Ricardo acaba de cumplir 38 años, debe medir un metro setenta y cinco aproximadamente de piel trigueña, tiene un físico bien cuidado, ya que le gusta hacer ejercicio. Incluso tiene pectorales, se marcan levemente sus calugas y sus brazos son bastante firmes. Su rostro es el reflejo de alguien que ha vivido al límite, muchas veces sin cuidarse de los excesos, esto se veía en sus líneas de expresión marcadas, a pesar de eso es bastante atractivo. Su cabello castaño por lo general siempre lo lleva corto. Se nota que se preocupa por su físico y su facha, siempre huele a limpio y perfume. Suele vestirse con pantalones estilo outdoor y usar polerones de polar del mismo estilo. Lo más atractivo de él ante mis ojos es su masculinidad, se nota que es un verdadero macho.

Lo conocí una noche de calentura por la app amarilla. Esta historia sucede en el sur de Chile, por algunos pueblos perdidos entre los bosques, por lo que no existen muchos perfiles cercanos, y tras un tiempo ingresando a la aplicación uno ya termina por conocerlos y es evidente cuando aparece un nuevo usuario. Me aparecía a 18km de distancia y su nick era “Machoporplata”, muchas veces les hablo a esos perfiles solo por morbo, no soy de atreverme a pagar por sexo, y esta no fue la excepción le mande un tap y él lo contestó de vuelta, así que le hablé.

“Hola qué tal? Cuánto cobras?”
“Hola bien, 40 te chupo el culo y te lo meto, tengo lugar piola acá”

El morbo fue en aumento al leer esas palabras, sin embargo, estaba lejos de pensar en gastar esa cantidad por sexo y además estabamos relativamente lejos. Como me gusta seguir el morboseo le dije:

“Ahh buena, tienes alguna foto?”

De inmediato me envió dos fotos de tu pene, en la primera se veía despampanante aunque la imagen era de mala resolución. Se veía como agarraba su verga gorda y larga con ambas manos y le sobraba. La otra era desde otra perspectiva, pero no se apreciaba su tamaño.

Obviamente quede en llamas, desde el tiempo que llevo viviendo en el sur (3 años aproximadamente) no es común toparse con penes de gran tamaño y como pasivo me gusta disfrutar y que me den duro picos grandes. La verdad es que me moría de ganas de juntarme con él, así que le escribí:

“Que rico wn, que ganas de probarla, pero no tengo esa plata”

Pasaron como 5 minutos en que no respondió, así que pensé que hasta ahí había llegado el chat, hasta que dijo:

“¿Y cuánto tienes?”

No había pensado en la posibilidad de hacerle una contraoferta, así que dije lo primero que se me ocurrió y considerando mi bolsillo:

“Tengo 15… y si fumas mota me saco un pito igual”
“Sí, sí fumo, ya ven.”

Su respuesta me dejó helado, no esperaba que fuera tan fácil convencerlo, incluso yo mismo se lo había dicho como parte de una charla de morboseo, si bien tenía ganas de culiar con él, las circunstancias no eran muy favorecedoras.

Después de pensarlo unos minutos y hacerle un par de preguntas más me convencí a mi mismo de ir, aunque de inmediato me puse nervioso. Conducir para allá era casi 40 minutos, ya que el camino es de bastantes cuestas. En el camino iba pensando en lo que habíamos alcanzado a conversar, era hetero por lo que todo debía ser muy discreto, ya que además era muy conocido en la zona. Me contó que íbamos a culiar en una casa desocupada en el campo, no me parecía un lugar muy hospitalario, pero por comerme esa verga estaba dispuesto a todo, la calentura me manejaba a mi esa noche.

Me dice que me va a encontrar por el camino y de ahí vamos a la casa. Así fue, en la oscuridad de la noche los faros del auto alumbraron a un hombre que caminaba en dirección opuesta con un poleron con capucha puesta. Me detuve y di la vuelta, se subió.

Pensé que no ibas a venir, ya me iba a acostar.

Nervioso le contesté.

Acá estoy, no te podía escribir porque venía manejando y además no hay señal en el camino.
Sí está bien, mira vamos por acá.

Me indicó la ruta, estaba cerca de donde estábamos. Llegamos a la casa y la verdad es que era cero acogedora, literal un lugar abandonado, lleno de polvo y quizás qué más. Fuimos a una pieza donde había un colchón en el suelo. Ahí empiezo a enrolar un pito mientras conversábamos, pero él era cortante en sus respuestas, se notaba incómodo quizás o desconfiado. Probablemente él quería que todo fuera rápido. Igual en mi mente lo comprendía, si el tipo era hetero y no le estaba pagando su tarifa completa, la situación tenía que ser express. Fumamos la mitad del pito, lo dejé a un lado en el suelo y cuando lo miro de nuevo veo que de la nada se saca el pene del pantalón, se veía grueso, colgaban fácilmente unos 10 cm junto a unos prominentes testículos. No dudé ni un segundo y me puse a chuparle su verga, se sentía muy rico tener su pene blando y aun así ocupando gran parte de mi boca, poco a poco se fue erectando hasta que quedo de unos 18 cm, cabezón y grueso hasta la mitad, luego se ponía un poco más delgado hasta la base.

Ya ponte en 4

Me gustaba que me mandara de esa forma, le hice caso. Me puse apoyando mis rodillas y codos en el colchón con el culo bien parado. Cabe señalar que soy de culo grande y de pocos vellos que por lo general me quito, esa noche usaba un colaless negro que por experiencias sé que les encanta a los heteros. Me movió el hilo del colaless y me empezó a empujar su vergota en mi hoyito que estaba dilatado de tanta calentura, poco a poco lo fue metiendo hasta que entró todo, aunque tuve la impresión de que su erección bajó un poco y no estaba completamente duro. A pesar de eso, el placer era máximo, me tenía gimiendo como una perra.

Ya acaba, por 15 lucas no te voy a culiar más que esto.

Sus palabras me helaron un poco, pero también me dio morbo que me lo dijera de esa forma. Así que no bastó más que unos toqueteos, mientras él seguía dándome duro, para que mi pene estallara en varios chorros. Ricardo, hasta ese momento no sabía su nombre, se quitó y se puso a limpiar con papel higiénico que había por ahí, se quitó el condón y lo aventó a algún lugar de la habitación a oscuras.

Ya vamos, ¿Me puedes ir a dejar a la casa de mi tía? En el camino nos fumamos la colita.

Ahora su tono de voz era más amable, ya no estaba en el modo macho dominante de hace un rato, lo cual me pareció interesante de conocer otra faceta de él.

Nos subimos al auto y fuimos conversando. La primera impresión que tuve de Ricardo era que efectivamente era un hombre heterosexual o a lo mucho bi que tiene sexo con otros hombres, en este caso por plata. También noté que era desconfiado, normal, se reía de cosas que yo le contaba y me decía que yo era loco. Noté en él un halo de oscuridad igual, cosa que me asustaba y también me hacía desconfiar de él, pero en el fondo no sentía que fuese una mala persona.

Me estacioné afuera de la casa de su tío y seguía conversando, parecía que no se quería bajar. Tras un rato me pregunta si tengo copete en mi casa, le contesté que a penas un par de cervezas, pero que sí tenía más pitos. Me dijo que no quería estar ahí, si podíamos ir a mi casa y pasábamos la noche culiando. Su idea me dejó confundido, era tentador, pero la verdad ya estaba cansado y quería dormir. Ricardo insistió y yo no me pude resistir a sus insinuaciones, sabía que hablándome morboso podría conseguir algo.

Finalmente le dije que sí, pero le advertí que estaba cansado y que no aguantaría mucho tiempo despierto.

Tranquilo, ahí nos acostamos cucharita. – Me dijo con cierta ternura.

Ricardo era una persona misteriosa e interesante, sus movimientos me sorprendían, aunque siempre manteniendo la suspicacia.

Se bajó a buscar una mochila con sus cosas y yo lo esperaba ahí, en medio de la oscuridad de un camino rural, nervioso de lo que podía venir. Todo lo que estaba viviendo, era una experiencia nueva para mi.

De pronto su silueta se asomó y rápidamente se subió al auto.

Ya vámonos no más…

(Continuará)

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3 Comentarios

  • Anónimo
    junio 8, 2025 a las 2:38 am

    Ohhh interesante.. cuentas mas historias! Con detalles ricos

  • Anónimo
    junio 8, 2025 a las 3:36 pm

    me encantó, está misterioso jajaj ojalá en la segunda parte haya más feeling en el sexo porque ya me enganché con los personajes

  • Anónimo
    junio 8, 2025 a las 4:31 pm

    Siguiente parte porfa

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