Sexo, drogas y Rock & Roll
En este momento y hasta mi cumpleaños (xD) tengo 26 años de edad, soy de la V Región y no tengo nada espectacular ni fuera de lo común, claro, excepto algo para lo que, en general, y lo que se puede ver en el mundo gay, no se ve muy a menudo —o al menos eso pensaba yo— y es verdad que hay varios en el mundo donde me muevo, pero están todos muy tapados.
Sí, soy metalero, rockero de pies a cabeza: cabello muy largo, vestimenta ad hoc, escucho lo que la mayor parte de la gente define como “tarros” todo el día y, a pesar de que soy bastante tolerante con otros estilos de música, amo el rock con toda la fuerza de mi alma y es el único tipo de música que de verdad disfruto.
La historia comienza previa a uno de los eventos más comunes que se dan en el mundo del metal: una “tocata”, a la cual fui informado solo unas horas antes. La tocata comenzaba a las 10 de la noche en un conocido bar de Valparaíso, y claro, yo no tenía idea hasta que me llama un amigo que me dice: “Wn hay tocata, hoy tocan estas bandas… ¡vamos!” y me puse de acuerdo para ir con Miguel (lo llamaré así xD) y otro grupo de chascones con los cuales siempre voy a esos eventos.
Llegó el esperado momento, la tocata fue espectacular, las bandas que tocaron se lucieron, el ambiente muy bueno y, por supuesto, infaltable: ¡muchísimo alcohol! Hasta aquí nada fuera de lo común. Terminada la tocata (que fue día viernes), la mayor parte de mis amigos se fueron a sus casas ya que al otro día trabajan, pero como no era mi caso quería seguir carreteando, por lo que con Miguel nos fuimos a la casa de unos chascones que no conocíamos y que iban a seguir el carrete. Mayormente todos fluctuaban entre los 18 y 24 años. Llegamos a la casa en cerro Placeres, una de esas casas antiguas, grandes, con muchas habitaciones, un buen patio y lo mejor de todo es que el dueño de casa estaba solo. Seguimos tomando como bestias mientras la música sonaba fuerte en la casa: Metallica, Iron Maiden, Slayer, Judas Priest, etc. Ya por lo ebrio que estaba comencé a mirar a ciertos tipos que estaban en el carrete de manera lujuriosa —y quién no lo habría hecho— ya que había varios del tipo muy apetecible para un tipo como yo. Hubo uno al cual no le pude despegar los ojos en toda la noche y al cual llamaré Diego.
Tomé valor embotellado y me acerqué a Diego para entablar una conversación en primera instancia y, obvio, que lo describiré para que puedan imaginarse cómo es el tipo: 1,75 aprox., 21 años, cabello largo castaño claro, ojos café claros, delgado, un culo que ni les cuento, blanco, y lo que más me mató: músico. Tengo que confesar que tengo un fetiche por los bateristas (jejejeje), así que mayormente ese fue el tema de conversación, ya que yo también tengo mi banda, en la cual toco guitarra y canto.
Bueno, sin dar más vueltas comencé a notar que la mayor parte de los presentes estaban ebrios, drogados con marihuana y ácidos (algunos) en la mejor de las volás escuchando a nuestras bandas favoritas, y no sé si estaba bastante curao que comencé a notar que Dieguito me miraba mucho, hablaba de manera más coqueta, me tocaba constantemente las manos y los hombros cada vez que salía alguna talla. Yo me empecé a pasar los mil y un rollos con el mino y me dije bien decididamente: “Wn, juégatela”, lo cual comencé a hacer.
Ya tipín 5 de la mañana los soldados del rock and roll iban cayendo uno a uno en los sillones, en algunas piezas, donde fuera la verdad. Yo ya estaba bastante mareado y Diego como si nada, hasta que llegado el momento me dice:
—Wn estoy cagao de sueño, ¿dónde se puede hacer tuto aquí wn?
—No sé wn, yo cacho que en cualquier lado, ni cacho al dueño de casa.
—Yo tampoco, si vine con un wn, ese que está raja en el sillón.
—¿Qué volá? ¿No eres de aquí wn?
—No, soy de Santiago, y si este wn está raja, ni cagando nos vamos a su casa.
—Puta wn busquemos dónde dormir, yo también quiero echar una durma.
—Ya po.
Recorrimos la casa y estaban todas las habitaciones ocupadas por chascones con sus pololas o por 4 o 5 weones raja durmiendo en la misma cama. Diego me decía: “Wn echemos ahí, total wn donde duermen 4 duermen 6”. Yo me hacía el wn porque quería algo más de “privacidad”, así que llegamos al patio y caché un cuarto igual relativamente grande donde el dueño de casa (supongo yo) ensayaba con su banda, ya que había una batería y unos cuantos amplificadores, le dije a Diego:
—Wn echemos aquí care raja?
—No sé wn y si el dueño de casa se enoja?
—Wn demosle, total andan todos en la misma.
—Ya demosle.
Entramos y cerramos la puerta y pusimos en el suelo unos cobertores que estaban colgados en el cordel del patio, nos sacamos las zapatillas y la chaqueta (era verano así que hacía calorcito) y nos echamos en los cobertores. En la pieza hacía mucho calor, era una wea que por lo bien cerrada y aislada que estaba era casi asfixiante, entonces yo cagao de calor y Diego al parecer también. Llega el momento esperado en donde el wn me dice:
—Wn hace más calor que la mierda aquí, me voy a sacar la polera.
—Yo también wn, es mucho la wea.
Diego se puso de pie y se sacó la polera dejando al descubierto un cuerpo que me dejó loco de primera: blanco, delgado, algo tonificado (debió ser por el instrumento que toca), con su pelo largo que le llegaba hasta la mitad de la espalda. Ufff, quedé loco de una. Nos acostamos ambos sin polera en el suelo y yo no quería dormir, pensaba a cada rato cómo podía abordar a este manso mino que tenía al lado mío, pero no se me ocurría cómo, ya que generalmente los metaleros tienen fama de cierta “homofobia”. Lo miraba de vez en cuando y tenía los ojitos cerrados. En un momento de valentía dije: ya, me voy a hacer el wn y le voy a poner el brazo encima de su pecho, si pega un salto le digo “chucha sorry wn” y si no, ahí veremos. Le puse el brazo encima y no dijo ni hizo nada, tuve mi brazo encima de él como 2 minutos hasta que me dice:
—Wn si me quieres abrazar hazlo.
—¿La dura?
—Sí po, si estuvimos caleta de rato buscando una pieza para los dos solos no creo que sea para dormir precisamente.
—Ajajaja buena wn.
Y lo abracé. Por el calor que hacía tenía su pecho semi sudado y su olor era exquisito.
—Wn siempre eri tan lento?
—Ajajaja qué chucha, ¿por qué?
—Filo.
Me toma la cara y me da un beso que me dejó sin aire, metía su lengua dentro de mi boca y me tocaba el cuerpo. Yo empecé a hacer lo mismo siempre de la cintura hacia arriba. Él toma mi mano y me la pone directamente en su paquete y ¡sorpresa! Tenía la tremenda wea dura como palo. Yo pensé “cagué”, esa wea no me entra ni cagando, además que con cuea me lo han metido dos veces. El wn seguía besándome mientras a lo lejos se escuchaba la música que aún sonaba en el living de la casa. Yo comienzo a desabrocharle el pantalón, él se endereza y se saca el pantalón y el bóxer completo a lo que yo hice lo mismo. Tenía una verga exquisita, enorme, con un tremendo par de testículos y con muy poco pelo, me puso la mano en mi cabeza y me tiró directo a su verga, comencé a mamarle esa delicia tanto que él comenzó a quejarse muy gradualmente. El wn pesca su pantalón y saca dos condones de su bolsillo y me dice “date vuelta”, yo no me negué por nada ya que quería comérmelo de todas las maneras posibles. Me puso de lado y poco a poco comenzó a entrar en mí, dolía muchísimo y me hacía cagar pero después de un rato ya estaba toda adentro y comenzó a darme con más fuerza. Me puso a lo perrito y me agarra de la cintura:
—¿Te duele mucho?
—Sí, la tienes muy grande wn.
—¿Quieres que pare?
—No dale, si se siente bkn.
—Cómetela entonces y no hables weas.
Con una mano me agarraba de la cintura y con la otra me tiró del pelo mientras me daba muy duro y rápido. Yo sentía extasiado cómo esa enorme verga entraba y salía de mí, me culió durante mucho rato hasta que en un momento se detuvo y me dice “¿Dónde quieres que acabe?”. Yo le dije “Donde quieras”. Me lo sacó y se sacó el condón, me dio vuelta y me puso la verga en la boca y comenzó a follar mi boca. Yo miraba hacia arriba y veía su cuerpo sudado, se veía más marcadito por el brillo de la transpiración, su carita roja con una expresión de placer, su pelo largo que se movía mientras él se meneaba metiendo esa tremenda verga dentro de mi boca. Comienza a quejarse mucho y se va dentro de mi boca, botó tanto semen que casi me ahoga. Sacó papel higiénico de su chaqueta y me limpió el semen y comienza a besarme y me dice:
—Wn es la primera vez que lo hago con un metalero y siempre había querido hacerlo wn.
—Wn yo también, ¿y qué tal?
—Es la mejor cacha que me he pegado hasta ahora.
—Sí wn yo también.
—Ya wn durmamos un rato que quedé cansadito.
—Ya pongámonos la ropa y durmamos mejor.
—Wn estoy entero transpirado y tú también, echemos un rato y cuando nos sequemos nos ponemos la ropa.
—Ya dale.
Nos acostamos abrazados en pelota encima de un cobertor y tapados con el otro y sin darnos cuenta nos quedamos raja. Al otro día desperté yo primero y la primera wea que veo es a Miguel en el umbral de la puerta con una cara que hasta yo quedé pa’ la caga, viendo esa tremenda escena me dice “¡Wn qué chucha estay haciendo!” Yo me puse muy nervioso, Diego despierta y mira a Miguel y no dice nada, yo le dije “Wn puedes salir para poder vestirme” a lo que Miguel me dice “Ya wn apúrate que si te ven va a quedar la caga aweonao”. Miguel cerró la puerta haciendo guardia afuera y empiezo a vestirme con Diego y él me dice:
—CTM wn la mansa venta, ahora sí va a quedar la caga, nadie cacha mi wea.
—Wn a mí tampoco me cachan, qué chucha hacemos.
—No sé wn vistamos, salimos como si nada y vemos qué wea.
Salimos de la pieza y estaba Miguel afuera fumando como monja con atraso, el wn nos mira y dice “A ver el par de maricones, ahora vamos a conversar y ningún qlío me va a vender la poma porque ahí sí que les saco la cresta a los dos”. El asunto es que salimos de la casa los tres, el wn que andaba con Diego se había ido hace rato creyendo que su “primo” (sí eran primos) se había ido también, por lo que Diego lo llamó al celu diciéndole que estaba bien. Nos fuimos los tres a Puerto a comer alguna wea reponedora y, bueno, le tuve que contar toda la wea a mi amigo, él reaccionó bien con el típico “Wn por qué no me habías dicho, voh sabí que eri mi hermano wn y que no importa qué wea seay, yo te quiero igual blablabla” y diciendo para cerrar “Puta wn filo, si el master Rob Halford es hueco ¿por qué voh no po wn?”.
Nos despedimos con Diego e intercambiamos Facebook y número de teléfono y yo me fui a mi casa y Miguel también. Desde ese día que con Diego mantenemos contacto, queriendo hacer hace rato un proyecto de banda entre los dos, cosa que no se ha dado ya que él vive en Santiago, pero cuando viene a Valpo nos hemos juntado varias veces y hemos tenido las mejores cachas que he tenido en mi vida. Gracias por leer, esta wea la quería contar hace rato, como se imaginan para un wn como yo es súper difícil encontrar pareja o un wn con quien follar pero pasando piola, pero encontré un buen “amigo” con quien desahogarse de vez en cuando.
Saludos y ¡Rock & Roll baby! Ajajajaa
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2 Comentarios
Anónimo
septiembre 19, 2025 a las 7:17 pmNo soy na metalero pero ahora miraré a los metaleros con otros ojos , quiero sentir uno ! Dentro o estar dentro de uno
Anónimo
septiembre 22, 2025 a las 5:10 pmIg del que escribió el relato 🤤