Uno de cuarentena
9:45 pm- mierda!
El toque de queda comenzó a las 9, me movía rápido y ya estaba agitado, más agitado de lo que estuve hace 30 minutos.
9:50 pm- y aún me quedan 20 minutos para llegar a casa -mierda! Mierda! Mierda! – me repetía en la cabeza metiéndome por calles poco transitadas, si bien soy de una localidad pequeña, al ser esta turística tiene mucha afluencia de gente externa a esta y eso hace que los carabineros estén constantemente haciendo rondas.
9:55 – casi una hora pasado el toque de queda, mierda, ni siquiera valió la pena el follón como para justificar la hora, un tipo fome y aburrido al que nunca más le hablaré. Doy un giro en un pasaje y para mi mala suerte me encuentro de frente con una patrulla, mierda! Me bloqueé y no sabia que hacer, no tenia permiso y tratar de sacar uno no serviría de nada, dos carabineros se bajaron, con la poca luz pude distinguir un cuerpo grande y uno más delgado, quedé frente a la patrulla como un conejo encandilado por la luz y solo atiné a ponerme la mascarilla.
-Pero mira que tenemos acá cabito -dijo el más grande y más viejo por lo que podía ver ahora que estaban más a la luz.
-Sr su permiso para poder circular en toque de queda -dijo el más delgado y mucho más joven.
-Yo… yo… no ten… go -atiné a decir entrecortado.
-Sr su carnet -volvió a decir el carabinero joven.
Atiné a sacar mi carnet, lo tomó y se fue a la patrulla a revisar en el sistema mientras el viejo se quedó a preguntarme algunas cosas, yo seguía bloqueado sin saber que decir o hacer y con el miedo de irme preso por violar el toque de queda.
-Mira cabrito tú sabes bien que no puedes estar a estas horas en la calle -se había bajado la mascarilla para poder hablar mejor-. Vamos a tener que llevarte al retén preso.
-Yo… no… no… Mi cabo si vivo cerca y tuve que salir por emergencia -logré decir aunque creo que el miedo fue el que me hizo hablar.
En eso llega el más joven con mi carnet y se lo pasa al más viejo al tiempo que me mira de pies a cabeza.
-No tiene ninguna infracción mi sargento -le dice.
Mierda es sargento, y yo le dije cabo, mis primeras palabras y ya la estoy cagando
-Ya oíste cabrito soy sargento y no cabo -me dijo mirándome seriamente.
-Yo… no sabía… disculpe mi sargento no… no me sé los grados de Uds -mi cuerpo ya tiritaba por el miedo, no solo la cagé con romper el toque de queda, si no que le dije cabo a un sargento, en eso él se acerca a mi y pone sus manos en mis hombros.
-Tiritas como si te fueran a robar o a violar, tranquilo es normal que nos digan cabo a todos, ahora explícame cual era esa urgencia que te hizo violar el toque de queda -me dijo en un tono calmado que me relajó un poco.
-Bueno yo… (¿cómo le decía que estaba culiando con un wn y que por eso me pasé de la hora? mierda mierda que digo para no cagarla) …estaba con mi pareja y me quedé dormido… nos quedamos dormidos.
-Mira ve tú -dijo el sargento en un todo algo sarcástico- el niño estaba haciendo las tareas y se quedó dormido, mientras uno se la pasa de guardia en guardia para cuidarlos el niño anda haciendo el delicioso, cabo hace cuando que no la mete? -dijo mirado al cabo joven.
-Como un mes mi sargento -respondió veloz y con ese tono que tienen los carabineros.
-Un mes… un mes que no la mete y yo, yo llevo casi dos meses desde que mi señora no me deja metérsela porque me la paso en guardia y el niño se quedó dormido porque estaba metiéndola -decía con tono violento y hasta parecía que le hirvió la sangre el saber que otros podían tener sexo pero él no -te vas al retén por Califa me dice dándome vuelta y dispuesto a colocarme las esposas.
-Mi sargento no me lleve… yo no… porfa no -el miedo otra vez me dominó y ya estaba balbuceando palabras sin sentido-. Yo… no porfa mi sargento no me lleve… ni siquiera lo pasé bien con él para terminar preso…
«Él» se me salió y el sargento se detuvo, el miedo me hizo delatarme y ya no había vuelta atrás
-¿Dijiste “él”? ¿Estuviste con un wn? Pero mira cabito tenemos un wequito aquí (weco es una forma de decir homosexual en chile) creo que estamos de suerte.
-Yo… o sea no… yo… -otra vez las palabras sin sentido salieron de mi boca, ahora sumado a lo Colorado que me puse al delatarme.
-No mientas wn! Te pusiste rojo pareces tomate -dijo el sargento terminando de colocar las esposas y metiéndome al retén
-Cage -pensé.
La patrulla se movió por varias cuadras y se detuvo en un lugar silencioso, escucho como bajan, abren la puerta y me sacan, era un potrero, yo lo conozco, queda bien alejado de la ciudad y tiene muchos sauces viejos en el contorno que sirven como tapadera, lo conozco porque un par de veces he venido a culiar acá. El sargento me quita las esposas, mira a todos lados para verificar que no hay nadie.
-Mira cabrito no te voy a llevar al retén, pero creo que podrás darme algo a cambio por este favor que te voy a hacer -me decía en un tono suave mientas acariciaba mis muñecas y me quitó las esposas.
-Mi sargento estamos completamente solos -dijo el cabo mientras se unía a nosotros.
-Mira cabrito ninguno de los dos ha culiado en mucho tiempo y una paja no sirve porque no es lo mismo, así que nos vas a sacar la leche a ambos y no te vay preso.
-Mi sargento haré lo que sea pero no me haga hacer eso -por dentro estaba a mil! Estar con dos pacos ufff lo caliente que tenia dentro de mi hizo que mi culo me palpitara pero no podía delatarme mucho, no podía entregarme tan fácil.
-A ver putito, parece que quieres irte al retén a pasar la noche en calabozo -dijo el sargento tomando mi mandíbula con su mano.
-Noo mi sargento.
-Ya po cabrito tu decides, o te portas bien ahora o pasas tu peor noche en el retén lleno de flaites.
De «mala gana» me arrodillé, pero por dentro estaba mas feliz que la xuxa.
-Así me gusta, un wequito bien obediente.
Se abrió el cierre del pantalón y una morcilla de buen tamaño salió, con la poca luz que había pude distinguir unas gotitas de precum en su punta, la tomé con la mano y corrí el prepucio hacia atrás dejando al descubierto el brillante glande, mi lengua comenzó a lamer la punta, el olor a hombre que salía de ahí me embriagó y en cuanto mi lengua comenzó a jugar su pico se puso duro como fierro, ahora esa morcilla media unos 17 cm y bastante gruesa pero lo que me sorprendió fue lo grande se su glande, ahora media el doble, metí la mitad de su pico en mi boca y miré hacia arriba a mi macho.
-aaaaaahhhhhh -exclamaba al sentir mi lengua y labios llegar a su palpitante tronco de carne.
-ooohhh -decía cuándo mi nariz llego al cinturón, sentía esa tranca ocupar toda mi boca casi llegando al final de mi garganta y luego al volver a la punta y repetir el proceso.
El cabo se colocó al lado del sargento y comenzó a sobar su paquete al verme mamar la verga de su sargento, aceleré mi ritmo y los gemidos fueron en aumento, el sargento pasó su brazo por sobre el cabo y con la otra mano agarró mi cabeza.
-Ooh Rivera no sabes lo que te pierdes, ni mi esposa lo chupa tan rico wn -le dijo el sargento al cabo.
El cabo Rivera no sabía que hacer y se notaba que algo quería salir de su pantalón, pero parece que tenia dudas, pero al ver como gemía su sargento se incorporó y se comenzó a bajar el cierre, metió su mano y sacó el picó mas grande que había visto hasta ese momento, ahora sabia por qué tenia dudas y se le veía incomodo, mediría unos 20 cm totalmente erecta y algo mas delgada que la del sargento.
-Mierda Rivera! Mira el pedazo de pico que te gastas cabito -dijo el sargento con asombro.
Mi boca dejó el pico del sargento y saltó de una a la del cabo, comencé a chupar y succionar su glande y un suspiró largo salió de su boca, luego trataba de tragar más de esa deliciosa y jugosa pichula pero por el tamaño solo llegue a la mitad.
-Así que no querías chupar pico wn! y este saca la pichula y saltas a ella -dijo el sargento, y no era para menos, el tamaño del pico de Rivera hizo que mi culo palpitara a mil, su olor era más suave que el del sargento, podría decirse que era casi dulce.
Le chupaba el pico al cabo, luego al sargento, y cuando no tenia una de esas trancas en la boca con mi mano la masturbaba, el sargento se abrió el cinturón y se bajo los pantalones hasta las rodillas -chúpame los cocos wn- me ordenó y en el acto comencé a meter cada una de esas bolas en la boca, la cantidad de pelos era demasiada y cuando sacaba una de mi boca brillaba por la cantidad de saliva.
-Te pasaste oye se nota que tienes experiencia eh! Ya Rivera pantalones abajo y deja que te chupe los cocos.
El cabo en el acto se los bajó y ante mi habían un bonito par de testículos envueltos en un suave escroto completamente depilados, los chupé con esmero, los suspiros y gemidos salieron de la boca del cabito.
-Te lo dije o no Rivera, apuesto que nunca te habían chupado así el pico.
-Nunca mi sargento -dijo Rivera mientras tomaba mi cabeza con sus manos, me mete el pico en la boca y me la empieza a follar, trataba de meterla toda y al hacerlo las arcadas comenzaban y mis ojos lagrimeaban.
-Tranquilo putito mira que aún falta mucho -dijo el sargento.
Este se separó de nosotros, levantó mis piernas y comenzó a sobar mi trasero.
-Acá nos espera lo weno.
Me comenzó a bajar el pantalón dejando mi pálido culo al descubierto, un par de fuertes cachetadas me espabilaron y me volvieron a la realidad, me lo iban a meter, me iban a culiar ahí mismo bajo los sauces (está bien, en el fondo me tenía más que caliente la situación)
-Pero mira este culito cabo, y es suavecito, parece de mina ufff -sus manos recorrían mis nalgas-. Chúpame el dedo putito cúbrelo bien de saliva.
Obedientemente se lo chupé, lo dejé bien ensalivado.
-Esooo putito así me gusta -llevo el dedo a mi culo y sin asco me lo metió, cerré el culo de golpe atrapando su dedo y un chillido se me escapó.
-Cabo! Métele el picó en la boca para que no grite.
Rivera en el acto me metió el pico y comenzó a follarme la boca, el sargento introducía su dedo con fuerza en mí, lo giraba, sacaba y me lo volvía a meter, no faltó mucho para que un segundo dedo fuera introducido y un tercero le siguió, mando un escupo a mi hoyito y me culiaba con los dedos.
-Cabo en la guantera está un estuche azul, ahí hay condones -la deliciosa tranca salio de mi boca, el cabo abrió el auto y volvió con el estuche, sacó uno y se lo pasó al sargento.
-Ya cabrito acá viene lo bueno.
Se puso el condón, otro poco más de saliva y me la metió de una, sentí como me partía en dos, sentí ese pico grueso entrando en mi y como casi me desgarraba, el escalofrío se sintió en mi culo, subió por mi espalda hasta la nuca, iba a gritar pero Rivera metió su pico en mi boca ahogando mi grito.
-Shhh tranquilo relájate y te dejará de doler -me susurro el sargento y comenzó a moverse lentamente y tenía razón, en cuanto me comencé a relajar el dolor se fue y se volvió placer, el grosor de su pico se acoplaba bien en mi culo y su espesa mata de pelos amortiguaba las embestidas.
-Ooohhh wn que culito más ricooo toma putitooooo tomaaa -y aceleraba el ritmo, con sus manos agarró mi cadera y la movía con fuerza hacia él, que sensación más rica Ctm, de caliente llevé mi mano a su abdomen y al descubrir que era peludo deliré, pero duró poco antes que un fuerte -no me toques maricón- golpeó de lleno mi realidad, aceleró sus embestidas y me palmeteaba de lo lindo, mis cachetes me ardían, ya entonces comenzó a bufar como toro y se cargó sobre mi.
-Ya Ctm me voyyyy aaaaahhhh -una serie de embestidas cortas siguieron y la sensación de que algo se hinchaba dentro de mi-. Ooohhh wn que rico… hace mucho no me corría así, cabo en el bolso del maletero hay toallitas húmedas para que te limpies cuando acabes… yo me voy a ir a fumar un puchito. La sacó de una y un plop se escuchó.
-Lo pasé bien putito -me dijo y me dio una cacheta en el culo que me hizo ir hacia adelante entrando más el pico del cabo en mi garganta.
Rivera saca su pico, se coloca el condón, me posiciona bien, “ok” pensé, otro bruto más, pero comenzó a acariciar mi culito, en especial en las partes donde me dolía, extrañado miré hacia atrás y una bonita sonrisa fue la respuesta, un par de escupos y me la fue metiendo lentamente, lo hacía con calma y suavecito, podía sentir como entraba en mi centímetro a centímetro, pese a ser más delgado.
-Avísame si te duele vale?
-Seeeeee mmmmmm -no atiné a muchas palabras la verdad.
-No quiero hacerte daño -susurró.
-Lo siento muy ricooo… dale no más.
Cuando llegó a la mitad lo comenzó a sacar y meter lentito, y con la intención de meterlo todo yo con mis manos abrí mis cachetes y el entendió la acción. Más y más entró en mi hasta llegar a la base, y un largo gemido escapó de su boca, sus movimientos eran suaves y rítmicos al contrario del sargento, ya más relajado y con mi culito suelto el trozo de carne entraba y salía de mí con facilidad, mi próstata estaba siendo estimulada a más no poder, eso me tenia jadeando y deliraba de placer, Rivera me enderezó, sujetando mi pecho entre sus brazos, me lo metía más rápido y comenzó a lamer mi cuello, eso fue increíble… su lengua lo recorría, mordisqueba mi oreja, pequeños chupones uff apreté mi culo y eso pareció gustarle mucho.
-Ooohh wn que rico eso que hiciste -mientras me apretaba contra él-. Hácelo otra vez wn me encantó.
Apreté mi culo de nuevo y otro gemido placentero escapó de su boca, el placer fue tan para ambos que comenzó a culiarme más rápido.
-Wn me vas a hacer acabarrrr…
-Tu pico se siente rico dentro de mi
No muy lejos estaba el sargento fumando su segundo cigarro aún con los pantalones abajo.
-Wn ahora si que acabo -Rivera fue poseído por el espíritu follador y me embestía a lo bruto, lo sacaba casi completo y lo volvía a meter, era tanta la estimulación que terminé acabando sobre el capó de la patrulla.
-Me voy conchetumadreeeee aaaahhhhhh.
Dios esa sensación cuando acaban y sientes como se hincha el pico metido en tu culo ufff Rivera se desplomó sobre mí y quedamos así sobre el capó, se escuchó el plop cuando su pico salió de mi, nos pusimos de pie y antes de que me dejara hacer algo me besó… su lengua entraba en mi y jugaba con la mía, sus labios cubrían toda mi boca, eran carnosos, me tomó la cabeza y me dio uno de los mejores morreos de mi vida, terminó el beso, se alejó un poco, nos miramos a los ojos y me dio un tierno piquito…
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2 Comentarios
Ignacio
enero 4, 2025 a las 7:07 pmEsquisito relato, me encantó. Soy militar y me encantan los relatos de y con uniformados.
Pd: admin has una categoría de militares
Anónimo
febrero 17, 2025 a las 6:01 pmUuuuufffff que ganas de estar con un uniformado 9.2.8.37.56.59 soy pasivo si hay alguno que quiera hacer algo entrete jeje soy de maipú