Con mi compadre – Parte I
Muy buenos relatos!!! Me encanta la página, es increíble como calientan estas historias. Esto pasó en el verano. En febrero. Cabe precisar que ninguno de los dos somos gay, de hecho ambos estamos casados y tenemos hijos. Bueno, sé que la cosa es sin juzgar, así que les comparto la historia. Voy a comentar que todo es real. 100 por ciento. Solo cambiaré nombres.
Me llamo Benjamin, tengo 42 años, soy casado hace 20 años y tengo tres hijos. Mi compadre se llama Pablo, tiene 41 años, casado hace 7 y tiene un hijo. Somos amigos desde los 20 años, nos conocimos en la u y después terminamos pololeando con dos amigas y nos casamos, ellos son los padrinos de una de mis hijas y nosotros los padrinos de su hijo. Siempre hemos sido buenos amigos pero nunca pasó nada entre nosotros. Desde que nos casamos y a razón de nuestras pegas, nos vemos una vez al mes. De hecho vivimos cerca, a un kilómetro de distancia. Desde hace unos años, ambos venimos quejándonos de la poca actividad sexual que vamos teniendo, eso de “cásate y dejarás de culiar” es cierto, sobre todo si hay hijos, dividendos y weas así.
En más de una ocasión hemos alegado juntos y nos hemos apoyado en esa situación dándonos consejos principalmente. En vacaciones siempre hacemos coincidir algunas semanas para irnos todos juntos. Tengo un casa en el litoral central así que nos acomodamos y pasamos una semana al menos juntos. Total, ellas dos son amigas, los niños son amigos y nosotros también lo somos. Una noche, estábamos haciendo un asado, comimos, bebimos y se nos calentó el hocico, como se dice y fuimos a comprar más copete. Compramos unos pack de cervezas y nos subimos al auto. Al pasar por la playa le digo:
-Oye wn, hace cuanto que no tomamos en la playa, mirando el mar.
-Buuuu…. Han pasado 84 años… jajajaja
-Vamos? Una shela no más.
-Vamos! Me dice.
Estacionó y bajamos, llevamos un pack, una manta y nos sentamos frente al mar en una parte más oscura para que no nos vieran, pero había harto cabrerio en las mismas. Empezamos a conversar y abrimos la segunda. Nos fumamos unos cigarros y abrimos la tercera. La conversación se puso sexual.
-Hace cuanto que no pasa na Benja?
-Pfffff…. De navidad wn y tu?
-De noviembre. Después del asado en tu casa.
-Shaaaaa….. caleta y que wea la Valeria loco?
-No sé…. Ahora dice que chupar pico le da asco. Que está cansada. Que el benjita se despierta. Puras excusas.
-Yo ando en las mismas, la Sole dice que no tiene ganas. Que está cansada y tampoco quiere chupar pico.
-He vuelto a la paja weon. Como si tuviera 15 de nuevo.
-Yo igual wn a pura paja.
Ambos nos reímos.
-Puta y que hacemos? Me dice.
-Que querí que te lo chupe ql. Le digo webiando.
-Puta no sé, ando caliente, cacha, si hablamos y se me paró.
Y me muestra que lo tiene duro ya.
-Andai con traje de baño flojo ql?
-Sí, es más cómodo, así no ensucio ropa pos.
-Sí, también ando con traje de baño pero ando con bóxer, con lo caliente que ando, se me para de puro roce con cualquier wea.
Y empiezo a notar que también se me empezó a poner duro el pico.
-Puta weón, le digo, me calentaste.
-Nos corremos una paja, me dice el Pablo.
-Ya culiao. Aquí mismo?
-Aquí no más. Nunca culiaste con la Sole en la playa?
-Puta weon, no me habli de la Sole ahora po.
-Sí wn, mala mía.
Y el Pablo se saca el pico y se empieza a pajear. Nunca le había visto el pico al Pablo. En ropa interior si y duchándose también, pero nunca duro. Tenía buen pico. Grande, grueso, peludo.
-Ya po culiao, saca la wea po. No me deji solo.
Y me saco el pico y comienzo a pajearme. Mi pico es circuncidado, por una fimosis que tuve de adolescente. Es largo y curvado la la derecha. Soy bien blanco así que encuentro que es lindo.
-Buen pico ql. No te lo había visto nunca así.
-Yo tampoco a voh wn. Ya, no me desconcentrí que si no me lo vai a tener que chupar voh ql.
Y en eso siento su mano. Estábamos sentados al lado del otro apoyados en los brazos para que no se viera nada. Me toma el pico con su mano y le digo:
-Que wea wn?
-Naaa, relájate, una paja entre colegas.
Y la verdad, era rica la sensación. Hice lo mismo, estábamos a manos cruzadas pajeándonos. Ambos picos eran largos, así que se podía pajear bien, nos corrimos la paja sin mirarnos y sin hablar con nuestras manos cruzadas. Me fui primero, mi semen quedó en su mano y luego siguió el Pablo. Me pasó lo mismo. En eso veo que el Pablo se está chupando los dedos. Lo miro y le digo que wea? Te estás comiendo mi moco?
-Leche es leche weon. Tanto color que le dai.
Y la verdad es que si… parece que le estaba dando color. Pero yo no me chupe los dedos, en el bolsillo del polar tenía pañuelos desechables y saqué uno. Le di otro al Pablo. Terminamos de tomar la shela y le digo:
-Estuvo bueno, fue cuático hacerlo contigo si.
-Te gustó? A mi si. Somos amigos y sabía que apañarías.
La verdad es que si me gustó, fue diferente, nunca lo había hecho así y mi señora cuando me pajea lo hace de otra forma, a veces incluso duele, Pablo siempre supo qué hacer y cómo hacerlo. Dijo lo mismo de mi, que lo hice rico. Bueno, nos fuimos, nos subimos al auto y nos fuimos a la casa. No cacharon que nos habíamos demorado. Seguimos conversando afuera y abrimos el otro pack de cervezas que nos quedaban. Nos sentamos en la terraza bajo techo que era al otro lado de los dormitorios, para que se pueda carretear tranquilo y duerman las bendiciones. Pusimos música, no muy fuerte y seguimos tomando. Al rato sale mi señora y dice:
-Me conseguí esto!! Y muestra un pito.
-De donde sacaste esa wea Vale?
-Se la quité al Tomás (mi hijo mayor), la Sole no quiso salir, dijo que tenía sueño. Fome la weona. Ella se lo pierde, dice la Vale. Y nos fumamos todo el pitito. Como en los viejos tiempos. Estábamos cagados de la risa… De puras weas. Estuvo bien bueno el pito. Al rato mi esposa dice que le dio sueño y se va acostar. Yo me quedo con mi compadre terminando las shelas. Prendí un cigarro y vuelvo a subir. El Pablo me dice que hagamos una Paloma, para subir también. Y le boto el humo del cigarro en la boca (de boca en boca) y nos dimos un beso. El bota el humo y nos damos otro beso. La marihuana siempre te tiene consciente de lo que haces, solo te desinhibe, así que yo sabía lo que hacía. Algo en mi, me empujaba a no detenerme. Nos besamos sentados en la sillas. Harto rato. Luego nos empezamos a tocar. Era raro pero era rico. Luego le abro el polerón y yo me saco el mío. El Pablo me empieza a besar el pecho, me come los pezones. La wea me gusta, le hago lo mismo. También le gusta. Luego me mete la mano en el paquete. Lo toca, lo acaricia, lo saca completo y se agacha, se lo lleva a la boca y me da una mamada tremenda.
Yo me hecho hacia atrás en la silla y me relajo. El Pablo sabía lo que hacía.
-Teni rico pico Benja. Sin piel. Y tiene sabor a semen.
Sus palabras me calentaron más y le puse la mano en la cabeza y empecé a culiarle la boca. Lo hacía rápido y lento hasta que siento que me voy a ir pero el Pablo no se sale. Le lanzó toda la leche en su boca y él se la traga toda. Yo estaba caliente aún. Así que lo paró y lo doy vuelta, le bajé el traje de baño y me pone el culo a disposición. Empiezo a meterle un dedo con cerveza que quedaba en una lata, para lubricarlo. Le meto un dedo en el hoyo, mientras sentía que el Pablo se corria una paja. Luego tengo mi pico duro de nuevo. La marihuana me calienta, siempre me hace eso, el copete no, no se me para altiro con copete, así que aprovechando los efectos de la canabis, así parados, le meto el pico en el hoyo al Pablo. Lo culié un rato, de pie, costó pero se logró. Todo en el más absoluto silencio. No podíamos emitir sonidos. Luego el Pablo se agacha, poniéndose en cuatro y afirmándose del respaldo de la silla. Esa posición fue mejor, sentí que entró todo y ambos disfrutábamos de esa posición. No se cuanto esto estuvimos culeando, pero en un momento, me recuesto sobre su espalda y le agarro el pico para pajearlo y se va cortado en mi mano. Todo el moco que quedó en mi mano, me lo puse en el pico y se lo metí de nuevo. Esta vez le avisé que me iba y me dijo que se lo echara adentro. Así lo hice, y después de unas dos o tres eyaculadas se sale y se pone de rodillas para chuparme el pico de nuevo. Lo lamió entero, de arriba a abajo, no hacía ni asco. Nos miramos y nos dimos un último beso. Nos vestimos, pues hacía algo de frío y prendimos un cigarro y nos terminamos de tomar la cerveza. Me dijo:
-Cachái que esto lo podríamos hacer siempre y sería como un desahogo para los dos?
-No lo había pensado, le dije.
-Si po wn, así no engañamos a las cabras con ninguna mina y na de andar teniendo hijos por fuera. Negocio redondo wn
No era mala la idea, pero había algo que me decía que eso no estaba bien. Aunque estuvo rico y me gustó. Jamás pensé que hacerlo con mi compadre sería tan rico. Además, ambos para tener 40 años no estamos mal. Estamos bien conservados y hacemos ejercicios. Jamás pensé que el cuerpo de un hombre, de mi amigo y compadre me atrajera. Pero su cuerpo era rico, su pico también y su hoyo maravilloso. Terminamos de beber, me dio un beso de buenas noches y se fue a dormir al sillón del living. Yo me acosté en el otro sillón. En esas vacaciones no lo volvimos hacer. Pero esta historia no termina aquí.
🔥 ÚNETE A NUESTROS CANALES DE TELEGRAM 🔥
Recibe los mejores relatos directamente en tu celular
IR AL CANAL DE TELEGRAM
1 Comentario
Anónimo
noviembre 10, 2024 a las 4:20 amQue bien arranca esta historia.