Mi cuñado – Parte III
Él me mira y sale retrocediendo del espacio de la ducha, su última mirada fue hacia mi pene. Su mirada fija en mi pene y luego a mis ojos, mientras se relamía los labios. Como si estuviera anunciando que el sabor de mi cuerpo y de mi pene le gustó y quisiera más de eso. Ignacio se va a su ducha y yo me doy vuelta recibiendo el chorro de agua que cae en mi. Me aplico shampoo en el pelo y la espuma empieza a recorrer mi cuerpo, percibo que tengo una sensibilidad mayor en mi piel, logro sentir el recorrido de la espuma y el agua por cada pliegue de mi piel, y me doy cuenta de que sigo excitado, mi pene está arriba, como si estuviera listo para más acción. Me enjabono el cuerpo y al pasar mis manos por mi piel, siento una gran sensibilidad, mi pene sigue reaccionando, empieza a latir, me doy cuenta de que no bajará esa tensión si no hago algo, así que lentamente comienzo a masturbarme y en mi mente estaba el recuerdo de lo que segundos antes había hecho con mi cuñado, con Ignacio.
Adelante y atrás, repitiendo un par de veces, y el aviso de la eyaculación se presenta, pienso que tengo que estar muy caliente para irme tan rápido, efectivamente, salen disparados varios chorros de semen, como si hace días no eyaculara. Me enjuago y espero que todo vuelva a la normalidad. Unos minutos después, cierro la llave y salgo de la ducha con la toalla en la cintura y una toalla pequeña secando mi pelo. Ignacio estaba en las bancas, solo con jeans. A pies pelado y su torso desnudo, con el pelo mojado de forma desordenada en su cara y con agua en la espalda. Me acerco lo suficiente como para sentir la tensión que produce mi aparición y tomo mi mochila para vestirme y me dirijo a otra banca, de espaldas a él. Nacho me dice:
-Pero vístete a mi lado, si no muerdo.
No respondo y me siento para ponerme los calcetines, el boxer me lo puse con la toalla en la cintura.
-Cristian, acabamos de vernos desnudos e hicimos algo exquisito… ven… No muerdo… si no quieres.
-Ignacio -le respondo-. Basta, eso no debió pasar. Basta, por favor. Por Dios, estoy casado con tu hermana. ¿No sientes algo al menos?
-Siento un inmenso deseo de estar contigo, siento envidia de mi hermana, que puede tenerte a diario y yo no. Y de seguro no sabe aprovechar lo que tiene, ninguna mujer lo hace.
-Ignacio, te voy a pedir por favor, que te detengas.
-Cristian… me interrumpe, y me dice: a ambos nos gustó, no hay nada más que decir. Relájate!!!!
Me termino de vestir y tomo mi mochila, me retiro del camarín sin despedirme. Al llegar a mi auto, Nacho llega detrás y me dice:
-Cristian, hoy estaré solo toda la noche. Te espero para terminar lo que empezamos. Puedes decirle a mi hermana que nos juntaremos, no te va a dar color -me dice muy seguro de que su plan funcionará.
Se acerca más e intenta darme un beso, evidentemente corro la cara. Me subo al auto y me dirijo a mi casa, con la sensación de que hice algo indebido, pero extrañamente complacido y deseoso de más. Mi cuerpo había despertado a sensaciones nuevas, que son muy diferentes a las producidas por una mujer. Esto era diferente, intenso, quemaba desde las entrañas, se sentía en los testículos, y mi pene está duro de nuevo. Llegué a casa a eso de las 15.00 horas, almorcé en familia y luego salimos. En todo el día, no logré quitar de mi cabeza aquel momento vivido. Se reproducía una y otra vez con las mismas sensaciones, tanto en mi cabeza como en mi cuerpo, cada vez que lo recordaba mi corazón se aceleraba y estaba como ausente de lo que sucedía a mi alrededor, no podía dejar de recordar su boca succionando mi pene, sus manos en mi pene, su pene tocando mi muslo, su beso, el jugueteo de su lengua con la mía, sus manos tocando mi cuello, pecho y espalda, su semen cayendo en mi pie, mi semen en su boca.
A las 23.30 horas mi teléfono suena, era él, me dijo que estaba lista la carne y los cabros ya venían llegando, le dije que no quería ir (pero ardía de deseos de estar ahí), sentía una confusión enorme, si bien sabía que no era correcto sentirme así y desear eso, a la vez me agradaba sentirme así y desear más con él. Mi esposa me preguntó quién era, le comenté que su hermano tenía un asado y quería que fuera, me dijo que fuera. Le dije que no quería ir, pero insistió demasiado. Tenía ganas de decirle que no, porque iba a ser infiel en plena conciencia, la iba a engañar y nada menos que con su hermano y yo quería hacerlo. Pero no pude decir nada. Finalmente me fue a buscar (vive relativamente cerca de mi casa), mi esposa me obligó a ir y salí. Camino a su casa me fue molestando, que me tuvo que ir a buscar, que me hice de rogar. Yo estaba a una broma más para devolverme.
Llegamos a su casa y tenía unas cosas para picar y una botella de pisco. Yo sabía que si entraba no había vuelta atrás. Me costó poner un pie dentro de la casa, sabía que no me iba a escapar fácil de ahí, hasta que me dejé llevar por el impulso, por la pulsión que sentía mi cuerpo. Entré, cerré la puerta y me quedé de pie en ella. Ignacio se devolvió a la puerta para hacerme pasar, pero ahí mismo lo agarré. Lo tomé de la cintura y me acerqué a su boca, él se rindió en el primer segundo, sin oponer resistencia me besó, de la misma manera que lo hicimos en la ducha. El beso fue profundo, intenso, nuestras bocas se unieron en el beso, nuestras lenguas se encontraron y se abrazaron.
Nuestras manos empezaron a recorrer nuestro cuerpo, por encima de la ropa pero tocaban con intensidad, era un fuego que sentía en mi piel cuando sus manos me tocaban. Luego me empezó a besar el cuello, bajó por mi pecho y me levanta la polera. Me la saca y quedo desnudo hacia arriba. No había entrado en detalles con mi cuerpo, creo que no es necesario, pero tengo un buen cuerpo, tengo 39 años, pero siempre he tenido buena forma. Soy alto, y no tengo mucho pelo en el cuerpo. Él se empieza a sacar la ropa, se para enfrente de mí, y empieza a sacarse la polera mientras me mira fijo a los ojos, se quita el cinturón y se abre el jeans, se acerca a mí y hace lo mismo, me quita el cinturón y abre mi jeans. Mira hacia abajo y suspira gimiendo. Se acerca a mí y comenzamos a besarnos de nuevo, esta vez con sonidos, sus sonidos eran estimulantes, hacían que mi cuerpo vibrara y entre los nervios que sentía por lo que había decidido hacer y la estimulación que me provocaba su cuerpo y sus actos, me sentía muy caliente. Nacho me toma de la mano y no deja de besarme, el es más bajo que yo, por lo que para besarme se tenía que poner en puntas de pie, me acerca a la cocina, que era lo que estaba más cerca desde la entrada y me apoya en el mesón, empujándome, quedo apoyado y él se arrodilla. Mete una mano en el pantalón abriéndolo más y luego lo baja, pero me deja el boxer color naranja puesto. Empieza a pasar su mano por encima de la ropa interior y acerca su boca, pasa sus labios por encima del pene y siento la estimulación que provoca.
Segundos después introduce la mano y lo libera, mi pene es grande y grueso, mis testículos también lo son. Toma mi pene con su mano, lo mira, lo huele, se acerca a él y comienza a apoyarlo en su cara, desliza toda la piel hacia abajo dejando el glande al descubierto, segundos después, comienza a apoyarlo en su labios, abre la boca y empieza a lamer, pasa la lengua en círculos por alrededor de mi glande, provocando una reacción de placer, se me escapan unos sonidos de placer y el sonríe. Luego introduce todo mi pene en su boca y lo chupa, luego de un rato de tenerlo muy mojado con su saliva y de estimularlo bastante, se pone de pie, se aleja de mí un poco y se quita toda la ropa, dejándola en el suelo, mientras hago lo mismo, ya que había quedado con la ropa en las rodillas. Ambos desnudos, esta vez no dejaba de admirar su cuerpo bien formado, ya que practica artes marciales, tiene bien marcados los músculos del abdomen y su pene tenía una curva que hacía bien a la vista. Ahora soy yo quien se acerca, lo abrazo y comienzo a besarlo, mientras nos besamos él se da vuelta, pasando todo mi pene por su muslo hasta llegar a su trasero, su cabeza estaba torcida para seguir besándonos y su respiración se hace más agitada, igual que la mía. Deja de besarme y se inclina hacia adelante, apoyando su trasero en mi pelvis, haciéndome sentir una exquisita sensación, sentir mi pene tocando su ano. Nunca lo había hecho por atrás, siempre en la posición de estrella de mar, o con mi esposa arriba, pero a lo perrito nunca. Nacho se agacha y para su colita, dejándome ver su ano, todo depilado. Me dice, bésame el culo Cristian, y yo me acerco a su trasero y empiezo a darle besos en los cachetes, el separa con sus manos su trasero y lo abre y siento la curiosidad de tocarlo, paso un dedo por su ano y el gime fuerte de placer. Descubro que le gusta y repito la acción, tocando su ano en círculos y veía que se se abría y cerraba, como haciendo un puchero. Nacho me dice que le meta la lengua, lo intento pero no me agrada la sensación. No había mal olor, pero no me agradó hacerlo. Le dije que no me gustó. Él se da vuelta y me dice que está todo bien. Se arrodilla y comienza a chupar mi pene de nuevo, luego se para y se tira un escupo en la mano y se lo coloca en el ano, luego se acomoda y me dice: métemelo.
Yo me posiciono y empiezo a tratar de meterlo por su ano, me cuesta en un principio, pero con su mano me ayuda. Cuando siento que el glande entra, siento un profundo placer en mi cuerpo. Era una sensación exquisita, húmeda, caliente, apretada y bastante diferente. Me encantó!!! Empieza él a moverse hacia atrás y luego sigo yo, ya sabía qué hacer y comienzo a hacerlo, empiezo a darle como se merecería. Lo hago lento, pero profundo, fui dándole velocidad, pero siempre profundo. Él decía que estaba rico, que le gustaba mi pico. Que lo hiciera más fuerte, pero yo estaba disfrutando la sensación, la información que me llegaba a través de mi pene, sentía un profundo ardor en todo mi cuerpo, quería que ese momento durara para siempre, sentía la emoción de hacerlo por primera vez y además la sensación de hacerlo por el ano, era maravillosa.
Después de un rato, empiezo a tocarlo, acomodo mis manos en su pelvis y comienzo a empujarlo. Ahora era más fuerte, él decía, que si, que rico, ahora si, me llamaba por mi nombre y me decía que le encantaba. El sonido que producíamos era embriagante, mi pelvis chocaba con sus cachetes y producían un exquisito sonido, además salía un olor a sexo que era nuevo para mi. Después de un rato, creo que bastante según yo, él me dice que quiere cambiar posición, se sale y veo su ano colorado y más abierto, miro mi pene estaba rojo también y muy mojado, además tenía una erección muy dura, lo que hacía que mi pene se viera grueso y enorme.
Me lleva a su cama, me acuesto en ella y se sienta sobre mi. Primero empieza besándome, mi pene queda debajo de él y Nacho se movía provocando un exquisito roce, era una sensación por estimulación, segundos después lo agarra con la mano y se lo mete. Esta vez los movimientos y el ritmo los llevó el, el se movía en círculos, lo que provocaba que yo prácticamente gritara de placer, sentía un placer tan intenso, que comencé a marearme, Nacho me dijo que era normal, que lo disfrutara y tenía una cara de satisfacción increíble, que mezclada con su cara de placer, hacían que se viera increíble sentado encima de mi. Luego se levanta un poco y se sienta, haciendo que casi se saliera en varias ocasiones, para luego sentarse por completo en mi pelvis.
Yo sentía que mi pene entraba a zonas que jamás me hubiera imaginado. Sentía muy caliente su interior y bastante húmedo, lo que facilitaba las embestidas que nos dábamos. Nacho comienza a moverse más rápido, mientras apoya su pecho sobre el mío y comenzamos a besarnos. Yo lo abracé por la espalda y lo apreté sobre mi. Él empezó a gemir en mi cara, decía que eso le había encantado. Lo repetí y le salió un grito de placer. Me decía:
-Wn, culiai demasiado rico.
Yo no era capaz de responder nada, estaba disfrutando esta primera vez como la primera vez de toda mi vida. Nacho vuelve a moverse en círculos mientras se sienta por completo en mi, mira hacia arriba y apoya sus manos en mis tetillas, las que comienza a estimular, arquea la espalda y lo deja salir varias veces, yo lo meto de nuevo y él repite la tarea varias veces. Nacho vuelve a moverse en círculos y siento el aviso de que viene el orgasmo, pero era distinto, sentía que venía desde todo el cuerpo, sentía una vibración en mi próstata, pero también en mi abdomen, en el pecho, sentía una corriente que recorría mis brazos y piernas, hasta en los pies, el corazón no cabía en mi pecho, siento un profundo mareo, como de alcohol y comienzo a moverme muy rápido, se produce una mezcla en los sonidos, entre mis embestidas y mis testículos golpeando su trasero y los gemidos ya tipo gritos de película porno que se escuchan de ambos. De pronto siento que algo explota en mi, eyaculó varias veces y siento que sale mucho semen de mi. Ahí es cuando me doy cuenta de que Ignacio se endereza sin salirse de mí, toma su pene y lo masturba. Lanzando su leche sobre mi, me cae hasta en la cara, siento algo caliente, con un olor atrayente y siento la pulsión de saborear lo que tengo cerca de mi cara y pruebo su semen.
Nos quedamos juntos, unidos, con mi pene en su interior que aún palpitaba, gimiendo, recobrando la respiración y mirándonos a los ojos. Comienzo a sonreír y él también lo hace. Nos empezamos a reír a carcajadas. Luego se baja y me abraza. Adjunto mi foto.

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7 Comentarios
Anónimo
diciembre 27, 2024 a las 7:26 pmPufffff…..que buen relato, me volaste la cabeza con los detalles, espero una 3y 4 parte
Anónimo
diciembre 27, 2024 a las 11:43 pmQue excelenteeeeee relatoooo!!!
Que manera de haber detalles calentones.
Me encantó y me produjo una erección bien dura.
Ricoooo…..
Ojalá hayan más partes!!!!!
Anónimo
diciembre 28, 2024 a las 1:26 amQue rico pico ojalá ser el cuñado! Excelente relato muy caliente
Daro
diciembre 28, 2024 a las 2:41 pmQue hermoso relato hermano. Muy buena experiencia.
Alejandro
diciembre 28, 2024 a las 7:32 pmQue lindo relato… Cuenta más se me pusieron duro hasta los pezones 😋
Claudio Bi
diciembre 29, 2024 a las 5:44 amRico relato, las primeras veces que uno experimenta con un hombre son maravillosas, después cuando la culpa pasa y solo disfrutas se pone aun mejor.
Anónimo
diciembre 30, 2024 a las 12:15 amDe verdad???
Eso me anima a continuar entonces.
La verdad es que he disfrutado algo completamente desconocido, pero que es altamente orgásmico y gratificante.
Vendrán más partes.