Mi cuñado – Parte V

Me acomodo y veo que tengo un mensaje de WhatsApp de mi esposa. Miro la hora y eran ya las dos y algo de la madrugada. Aún quedaba noche. Y yo no estaba dispuesto a que se terminara, pero el deber, me llamaba. Ese mensaje tenía que contestarlo. Me preguntaba si iba a llegar muy tarde. Le contesté que el asado estaba bueno, que habían llegado algunos amigos del nacho que ubicaba y lo estaba pasando bien. Su respuesta me dejó tranquilo: pásalo bien. Si supiera que eso había descubierto, que lo estaba pasando bien, muy bien. Bueno, dejé el teléfono y me senté, le pedí algo de beber. Saco las cervezas y nos sentamos a conversar.
Durante el resto de la noche, lo hicimos una vez más, del mismo tenor que la vez anterior, salvaje, exquisito, el moviéndose de una manera increíble y yo disfrutando estas nuevas sensaciones que pulsaban en todo mi cuerpo. Es increíble como se percibe un verdadero orgasmo masculino, no el típico, ese que viene con la eyaculación, hablo de un orgasmo de verdad, del que se percibe con el cuerpo entero, el cerebro, la piel, las sentidos, los órganos internos. A las 6 y algo de la mañana me fui a casa, antes de irme me duché mucho, mucho jabón, mucho shampoo. Le pedí discreción a mi cuñado. Me dijo que eso estaba de más.
Al otro día, me llama, para que juguemos. Fui, jugamos, y en las duchas del camarín, las mismas que fueron testigo de nuestro primer encuentro, ahora eran testigos de nuestros nuevos encuentros.
Días después, fuimos en familia a su casa. En un momento le pido el baño y cuando estoy en el, veo en el canasto de la ropa sucia, sus boxers. Tome uno de ellos y vi que estaba manchado con manchas blancas. Las olí y pude sentir el olor de su pene y testículos en la prenda, me dio un morbo increíble, y mi pene se erectó de inmediato. Me empecé a masturbar y siento que mi cuñado entra a su pieza, le abro la puerta del baño, yo estaba con el short abajo y mi pene erecto en la mano, le hago la señal para que entre y cierra. Rápidamente se pone de rodillas y empieza a mamar mi pene, yo estaba tan caliente que sentí que iba a eyacular en segundos, él lo notó y con la lengua hacía movimientos alrededor del glande, lo que me provocó un enorme placer y en cosa de segundos eyaculé sobre el, gran parte se lo tragó y lo dejó limpio. Me preguntó que estaba haciendo y le dije que olí su ropa. Solo se rió. Salió sigiloso del baño y minutos después salí del mismo. Nadie lo notó.
El fin de semana siguiente, tuvimos partido nuevamente, al finalizar, los mismos movimientos de siempre para ser los últimos en las duchas.Cuando entro, Ignacio se estaba bañando ya, yo me acerco a él y nos dimos un beso. El me termina de sacar la ropa y la deja colgada en la orilla de la ducha, lo hicimos en las duchas, y poco me importo si se escuchó o alguien vio. Nos besamos rápidamente y lo di vuelta, empecé a mamar su trasto, hundiendo mi lengua en él y abriendo con mis dedos. Que delicia que pueda abrir el ano solo con dos a tres dedos y sentir placer a través de eso, Ignacio se apoyó en la pared y separó las piernas, mientras yo introducía lentamente y movía en forma circular mis dedos, tratando de dilatar el ano de mi querido cuñado.
Cuando ya estaba listo, apoyé mi pene en su perineo y empecé a jugar con él, lo subía y bajaba, hacía como que lo metía pero no lo hacía, nacho lo agarra y se lo mete todo, se empuja hacia mí y entra todo en el, da vuelta su cabeza y nos besamos apasionadamente, como si fuera la primera vez que lo hacemos. Empieza a moverse muy rápido, de forma desesperada mientras nuestros cuerpos empezaban a sonar, la conexión entre nosotros era tal que se producía un sonido característico de nuestros encuentros. El empieza a respirar agitado y yo me inclino hacia el, pegándome más, apoyando mi abdomen en su espalda, mientras el agua nos cae, nos baña, nos refresca del calor que sienten nuestros cuerpos, mi pene se acomodaba muy bien en su ano, cabía perfecto, de ancho y de largo, sentía que rozaba partes internas de él y eso me producía siempre mucho placer. En esa misma posición, lo abrazo fuerte por el pecho y empiezo acariciarlo, bajó lentamente con las manos por su cuerpo y llegó a su pene, el cual tomo con una mano y comienzo a masturbarlo al mismo ritmo de la embestida,
Nacho da vuelta su cabeza y me susurra que cada vez es más rico estar juntos, que culeo como los dioses, dice. Sus palabras producían en mí un efecto motivador, me hacía sentir que lo hacía bien y que debía seguir haciéndolo así. Nunca antes recibí palabras positivas en el sexo, es más, en varias ocasiones me apuraban para que terminara pronto, pues ya estaba cansada. Mi nuevo amante era todo lo contrario, me animaba a más y me hacía sentir importante, me comparaba con los dioses. Gira su cabeza de nuevo y me besa, mientras yo sigo masturbandolo con una mano y con la otra lo afirmo, mientras me muevo al compás de un mete y saca a una velocidad rápida y fuerte. Le susurro que ya llego, y me dice que le llene todo con mi leche caliente. Esas palabras me hicieron estallar y mientras eyaculaba noté que mi mano tenía semen también, eyaculé fuertemente, incluso hice sonidos y mientras pulsaba mi pene, el pene de mi compañero lanzaba semen, era como si mi propio semen saliera por su pene. Saqué la mano y la dirige a mi nariz para olerlo, tenía un olor interesante, como a cloro, pero más fuerte, me recordó a su ropa interior que olí la vez anterior y le pasé la punta de lengua para probarlo y a pesar de que tenía esa muestra de semen mezclada con agua, tenía un exquisito sabor, era como dulce y ácido a la vez, le dije:
-Es rico tu sabor.
Y me agaché a lamer su pene, pasé la lengua por el glande y logré saborear lo que quedaba e iba saliendo de semen. La saboreé y me gustó. Terminamos de ducharnos y salimos. Nos vestimos juntos y nos reíamos de cualquier cosa, me hacía sentir como cuando empiezas una relación de pareja y te haces cómplice con la otra persona, y pareciera que no hay nadie más en el mundo que esa persona. Al llegar a mi casa, abro la mochila con la ropa sucia para ponerla a lavar y veo su boxer, estaba ahí, lo tomo, lo huelo y siento su olor en cada fibra de esa prenda. Entiendo el mensaje y lo guardo con cuidado, tratando de que no se mezcle con nada para que no se vaya su olor, olor que quedó impregnado en mi nariz y en mi sentidos.
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3 Comentarios
Anónimo
enero 19, 2025 a las 7:34 pmUfff….que rico relato, esperamos para Ra parte por favor, es muy placentero leer tu historia
Miguel Ángel
enero 19, 2025 a las 11:35 pmOjalá pronto llegue la continuación de esta excitante y excelente historia.
Anónimo
enero 20, 2025 a las 11:17 pmSe están enamorando, cada vez más rico este relato. 😮💨