Mi primo y nuestro reencuentro para el 18
Me llamo Benjamín y lo que les contaré se sitúa cuando yo tenía 23 años. Hace tiempo que he querido escribir acerca de unas “experiencias” que he tenido con un primo (Erick, 28 años en ese entonces), desde hace varios años que ambos hacíamos cosas sexuales, no faltaba la oportunidad en la que quedábamos solos (juntas en su casa, la mía, la de los abuelos, idas a acampar, etc) y aprovechábamos de webear, siempre nos hacíamos los weones y costaba que uno tomara la iniciativa, pero por mi parte debo admitir que apenas quedábamos solos se me venía a la mente el hacer algo, a medida que fuimos creciendo fuimos desarrollando una relación muy sexual (pero nada romántica), y a pesar de seguir con lo nuestro, cada vez nuestros encuentros eran menos constantes, ya que nuestras familias se juntaban menos. El tiempo siguió pasando, y empezamos a hacer uso de las redes sociales para juntarnos, aunque estos encuentros no se solían concretar muy a menudo, y fue mediante una de estas redes sociales que casi nos pilla su polola, pero finalmente no fuimos descubiertos, a raíz de esto cesamos lo nuestro y paulatinamente cortamos todo contacto en redes sociales.
El contar este relato surge por lo que sucedió ayer 18 de Septiembre, pero primero relataré un acontecimiento que sucedió hace no mucho, aproximadamente en Julio recibo una llamada de mi tía….
-Aló
-Aló Benjita ¿cómo estás?
-Bien y usted?
-Bien igual, oye ¿estás en tu casa?
-Si ¿Por qué?
-Necesito que ecanees un documento, así que voy a mandar al Erick para allá
-Ok, yo lo espero.
-Ya, gracias
…..
Con Erick no nos veíamos desde hace meses, y ya hace como dos años que no haciamos nada sexual, pero aún así pensé que algo podría pasar esta vez o que por lo menos hablaríamos del tema, sin embargo, yo no estaba solo en casa, por lo que no tenía muchas esperanzas de que algo sucediese. Pasaron como 20 minutos y llegó Erick, fui a abrirle el portón y lo hice pasar, subimos a mi pieza y me explica que es lo que tengo que escanear y a donde enviarlo, yo por mi parte sacó las cosas que estaban arriba del escáner de la impresora, y le digo que quizás se demore, ya que había reinstalado la impresora hace poco y tenia problemas al escanear, tras decir esto lo miro y veo que estaba tirado de espalda en la cama en una posición en la que su cabeza chocaba con la pared, sus pies alcanzaban a tocar el suelo y su pélviz quedaba justo al borde de la cama, aquella posición hacía que su paquete destacase mucho (Aunque quizás yo lo quería ver de esa forma), al tiro pensé que intentaba provocarme para que yo le dijese algo, pero no me atreví, acto seguido empecé a escanear, deseando que por favor no funcionase para así poder hacer más tiempo, pero la wea escanéo sin problemas y a los 5 minutos ya había enviado las imágenes al correo que me indicó, por lo que lo fui a dejar al portón y finalmente nada pasó, sin embargo, a mi toda la situación me dejó caliente y me hizo pensar que quizas podiamos en algún momento repetir lo que ya tantas veces habíamos hecho.
Fue así como llegaron estas fiestas patrias y el 18 de Septiembre se organizó un asado familiar en mi casa, al que asistieron varios familiares, entre ellos Erick, quien vino sin su polola. El asado fue en la tarde, saludé a Erick pero no conversé nada con él, estuve un rato compartiendo y luego me fui a mi pieza ya que soy bien ermitaño, pasaron 10 minutos y siento que alguien sube las escaleras, acto seguido tocan mi puerta y dicen -Benja soy yo- en seguida reconocí su voz y le abrí la puerta.
-¿Puedo pasar?
-Si, obvio dale
Al entrar se acostó en la cama en la misma posición que la otra vez, yo volví al escritorio, ya que estaba viendo algunas cosas en el computador y empezamos a conversar
-¿Como hai estado Benja?
-Bien y tú?
-Bien igual, estaba aburrido afuera así que te vine a ver, ¿qué estai haciendo?
-Estaba aburrido igual, así que estaba buscando algo para ver en el PC, pero no he encontraro nada aún…
Estando en el escritorio le daba la espalda a la cama y a él, y obvio para no ser descortés me di vuelta para mirarlo mientras conversábamos, al voltearme quedé frente a sus piernas y paquete, sentía que otra vez intentaba provocarme, pero no me atrevía a tomar la iniciativa, ya que igual hace tiempo que no pasaba nada entre nosotros y lo de provocarme quizás era lo que mi calentura hacia imaginarme. Seguimos conversando un rato, hablando cosas sin mayor importancia hasta que propone que juguemos cartas, carioca para ser más exactos y el que perdiera tendría que hacer una penitencia, era como volver a cuando éramos más jóvenes y usábamos la típica excusa de la penitencia para luego pasar a lo sexual, con esto ya sabía para donde iba la cosa, a pesar de lo caliente que estaba decidí seguirle la corriente, si bien estaba claro que ambos sabíamos a donde íbamos a llegar, y podríamos haberlo hecho de una forma más rápida, había cierto morbo en no ser tan directos. Acto seguido me senté en la cama y el hizo lo mismo de forma que quedamos frente a frente pero con un espacio entre nosotros suficientemente grande para poder jugar, jugamos una partida y él ganó, por lo que a mi me tocaba realizar la penitencia.
-¿Que hago?- le pregunto mientras le miro el paquete, el cual inmediatamente reacciona y se mueve, en seguida Erick me mira fijamente a los ojos y toma mi mano para guiarla a su entrepierna, al tocarlo me doy cuenta de que está muy duro, lo masajeo unos segundos y le bajo el buzo y el boxer (Había venido preparado el qlo), a lo que él se tira para atrás, por fin después de tanto tiempo puedo volver a ver a ese hermoso pene, no daré medidas, pero es grande y lindo, al verlo pude notar que su glande ya estaba mojado, prueba de toda la calentura que habíamos estado aguantando, no pierdo tiempo y me inclino para chuparlo, empiezo por el glande, el cual lamo un buen rato, sobre todo alrededor de la abertura de este, ya que sé que mi primo es muy sensible en esa zona, mientras lo disfruto lo puedo escuchar gemir suavemente, ya que a pesar de estar solos en la casa, no había que descuidarse. Luego de un rato intercalo su glande con el resto de su pene, y hago intentos por metérmelo lo más que pueda, cosa que por el tamaño se me dificulta, por lo que él me ayuda empujando con sus manos y alentándome con tenues suspiros de puro placer, al rato ya tenía los ojos llorozos y hasta el cubrecamas estaba manchado con saliva, así que procedí a sacarme su pico de mi boca y mientras con una mano lo seguía masturbando me acerqué a él y pude apreciar su rostro extasiado por el placer, lentamente me fui acercando a su boca, nuestros labios quedaron a punto de tocarse mientras nos mirábamos fijamente, estuvimos así unos segundos hasta que nuestras bocas se unieron en un beso muy caliente, muy húmedo, muy rico, todo esto mientras seguía acariciando su pene.
Mientras nos besábamos me empujó de los hombros para que volviese a donde su amigo, obedientemente le hice caso y no perdí tiempo en devorármelo nuevamente, sabía que ya no aguantaría mucho, así que me dediqué a disfrutar lo más que pude, cuando noté que se iba a venir, dejé su cabeza justo afuera de mi boca, esperando para recibir mi premio, mi mano siguió trabajando e hizo que finalmente se derramara, inmediatamente volví a lamerlo y mi lengua se cercioró de recolectar todo lo que había eyaculado, y de dejar su pene sin rastro de lo que recién había ocurrido.
Acto seguido nos volvimos a besar, estuvimos así hasta que siento su mano buscar mi herramienta, dejo que la saque del boxer todo húmedo y le indico que es su turno, no tardó en saborear ese líquido preseminal que había estado acumulando tanto trato, el calor de su boca envolvió exquisitamente a mi amigo, el cual después de unos cuantos minutos de caricias no resistió más y eyaculó, tras lo cual recibió igual trato que el pene de mi primo había recibido con anterioridad.
Tras lo ocurrido no pasó nada más, ya que no nos encontrábamos debidamente preparados y además era demasiado riesgoso por si alguien intentaba buscarnos. Eso si, conversamos sobre poder repetirlo, así que quizás en el futuro les pueda contar otra historia.
2 Comentarios
Don Andrés
septiembre 18, 2025 a las 6:57 pmPuta que me dan morbo los relatos con los primos.
Anónimo
septiembre 22, 2025 a las 4:36 amCuenta más historias con detalles