El paciente curioso

Partiré comentando que los relatos de aquí me gustan y cuando ando ganoso, leo un par que de relatos que me atraigan con el título. Me animé a mandar mi experiencia pero claramente mantendré mi identidad y la de las personas involucradas en secreto (usaré otros nombres).

Me llamo Matias 27 años, físicamente mido 1.75, piel levemente morena, gordito, pelo usualmente corto y negro, muy simpático, soy profesional de salud, médico para ser exacto. Trabajo en un hospital al sur de Chile para eventualmente hacer mi especialidad. Cuando eres médico de algún hospital de regiones, sueles hacer de todo e ir rotando por cada unidad del hospital. Una vez, atendiendo en policlínico (ahí son consultas que te podría llegar de todo) llegó un paciente que llamaremos Luis, un chico de 30 años, Venezolano en Chile desde hace 3 años, estatura promedio ni gordo ni flaco, bastante agradable. Resulta que Luis venía muy avergonzado porque refería tener un porotito cerca de sus genitales, a lo que le voy preguntando lo típico. La forma, desde cuando lo tiene, si le pica, duele, etc. y me dice que no, que solo está ahí. Le pregunté por su vida sexual y me comentaba que tiene pareja mujer desde hace 4 años y una hija de 3, ha mantenido relaciones solo con mujeres. Cabe destacar que soy gay y estoy soltero hace 1 año y medio. En consulta jamás me he pasado rollos con los pacientes pero sí he tenido la oportunidad de ver, yo veo sin problemas, siempre pasando piola y obviamente sin tocar de más. Al menos hasta ese día. Luego de las preguntas y explicar lo que podría ser, le pedí que se acostara en la camilla para ver la supuesta verruga que tenía. Al examinarlo me doy cuenta de una pequeña verruga en la ingle izquierda. pero al verla con detenimiento me doy cuenta que no era una verruga por infección de transmisión sexual, ya que esta era como una pelotita de piel, lisa que se llama acrocordón, usualmente sale en personas con diabetes. Luis me pidió que lo examinara completamente y noto que su pene de unos 15 cm estaba un poquito duro. lo toqué para ver si tenía algo más por dentro del prepucio y nada, no tenía ningún signo de infección. Luego de eso, le di el tratamiento que es aplicar un liquido muy frío en la zonaque los quema y se caen solos. Le pedí exámenes para descartar algunas otras its y diabetes con control para verlo nuevamente en 3 semanas. Pasadas las tres semanas, Luis vuelve a la consulta para ver sus exámenes y estaban todos normales. Él, contento me dio la mano y me agradeció por la atención, me pidió mi número para coordinar la entrega de un supuesto regalo que me quería dar, cosa a la que no accedí porque nunca es bueno dar tu número a pacientes. Le pregunté por el acrocordón si ya se había caído y me dijo que sí, que no le dolía pero tenía duda porque estaba un poco roja la zona. Le pedí que volviera a subirse a la camilla, me puse los guantes y comencé a examinarlo, con mi mano izquierda tomé sus testículos y pene para apartarlos y poder ver mejor la zona afectada. Veo que realmente no tiene casi nada de rojo, solo la pequeña cicatriz que va a sanar con el tiempo, mientras le explicaba eso, yo seguía con mi mano izquierda ahí y noto que poco a poco su pene comienza a crecer y ponerse duro, al darme cuenta, me puse muy nervioso y mi corazón se aceleraba, Luis al parecer lo notó y me pidió si podía ver completamente toda la zona de nuevo como la vez anterior porque según él, tenía miedo de que fuera algo más. Saqué mi mano y veo como su pene de 15 cm ahora le medía unos 18 cm, grueso y con el glande rosadito. Comencé a retraer el prepucio y verlo para ver si encontraba algo, con mis dedos tocaba ese pene, la piel de su escroto y los apartaba de un lado a otro para ir buscando si tenía algo, en ese él comienza a respirar más agitado, tomo su pene y le pregunto «Luis, estás bien?» y me dice «Sí doctor, por favor, siga» y lentamente comencé a masturbarlo, cada ciertos momentos le preguntaba si estaba todo bien y él solo me decía que por favor continuara. Yo, que hace rato no tenía sexo, estaba muy caliente con la situación y no podía parar de masturbarlo al verlo así. Ya se me cansaba un poco la mano cuando me toma la cabeza como para empujarme a su pene y ahí me vi, chupando ese pico y lamiendo ese glande tan suave y rico. Le pasaba la lengua de arriba abajo, estaba muy limpiecito y sin mal olor, lo que me daba mucho gusto y más me calentaba succionaba ese pene como si fuera el último, luego de unos 3 minutos ahí lamiendo ese rico pene, me dice «Doctor, por favor, présteme su culito» y yo impactado, nunca me había pasado algo así pero ya estaba en eso así que le dije que bueno. Saqué un condón de mi mochila, se lo puse y lubriqué mi ano y su pene con saliva, me doy vuelva y me lo mete de una. Sorprendentemente no me dolió casi nada, a pesar de que llevaba un buen tiempo sin nada, en ese mete y saca demasiado rico, sentía como entraba ese pico que tan loco me dejó al verlo erecto, me tomó de la cintura y embestía con fuerza (Se notaba que no tenía mucha experiencia con otros hombres) hasta que siento su respiración más y más agitada y me dice «Doctor, ahí viene» y siento que se corre dentro de mi, sentía el palpitar de ese enorme pico dentro de mi, yo estaba cerca, me tenía tan excitado que eyaculé sin tocarme luego de pedirle que embistiera fuerte y rápido. Nos limpiamos y eliminé el condón envuelto con nova a la basura. Se me acerca y me dice que por favor no le contara a nadie, y nuevamente me pide el número, le di un número que ya no uso de un teléfono viejo. Llegué a mi casa a ver ese teléfono y tenía mensajes de él diciendo que puede hablar en ciertos horarios porque su esposa le revisaba el teléfono. Ahí me entró el sentimiento de culpa y dejé de hablarle pero él insistentemente ha llamado mucho a ese teléfono me dice que le gustó mucho todo lo que pasó y si podemos repetir.

Hasta ahí mi historia con Luis, esto pasó a principios del año 2023, luego de eso ocurrieron un par de cosas más con otras personas. Si les gusta el relato, puede que cuente algunas más de mis historias. Hay un par más por ahí. Saludos!