El Principito – Parte II

Primero, quiero agradecer por la buena recepción de la primera parte, es primera vez que escribo un relato y estoy contento de que les haya gustado. Me encantaría que en los comentarios puedan expresarme que opinan, que mejorar o inclusive, que otras cosas gustarían de leer. También me disculpo por la tardanza en escribir la segunda parte, pero la U me quita ene tiempo y no había podido hacerlo antes. Ahora sin más, vamos con lo que pasó después esa misma primera noche con el Principito.

…Quedamos exhaustos con esa tremenda sesión de sexo, creo que ambos hicimos un esfuerzo enorme por no acabar, teníamos que darnos unas pausas solo para seguir aprovechándonos el uno al otro, una vez que el cansancio fue mayor, acabamos y decimos ducharnos juntos; bueno, la verdad es que Bastián fue a limpiarse y yo le propuse que nos ducháramos juntos jeje

Él estaba limpiándose cuando entré y le dije – Nos duchamos? – y le sonreí
*Estaría bien, en verdad creo que sería reponedora una ducha ahora mismo

Di el agua y esperamos a que entibiara, mientras tantos, nos besábamos por largos minutos, no unos besos apasionados como hacía un rato, besos tiernos, besos con sabor a algo más que solo pasión, me tenía apoyado en el lavamanos, ambos completamente desnudos, nuestros brazos nos entrelazaban el uno al otro, fue un momento bastante bonito ahora que lo pienso.

Toqué el agua y le dije – Está listo, entremos–

Él entro detrás de mí y nos abrazamos bajo el chorro de agua, nos enjabonamos mutuamente, nos hicimos cosquillas, nos reímos, jugamos, y créanme que ha sido de mis mejores duchas, nos reíamos mucho, mirándonos a los ojos y besándonos luego de cada risa, pensé que solo nos ducharíamos, ya que era un momento más bien romántico y además habíamos quedado muertos de cansado, pero una cosa llevó a la otra, y entre risas y caricias, nos pusimos duros ambos nuevamente.

*Qué pasó aquí abajo? Y sonrió coquetamente agarrándome el pico que ya estaba casi completamente erecto.

Lo beso suavemente en los labios, y me voy a su oído, y le digo despacito – No sé po, y que pasó aquí? Y agarro su pico que estaba creciendo poco a poco, acto seguido le tomo su mano que tenía desocupada y la llevo a una de mis nalgas.

Él entendió de inmediato y me agarro el poto con ambas manos y empieza a comerme la boca mientras se frotaba junto a mi y nuestros picos jugaban entre sí. Pasamos de un momento romántico a la calentura en segundos, y me descontrolé, quería sentir todo su pico en mi boca, en mi culo, en todos lados, necesitaba que culiaramos de inmediato! Me separé de sus labios y bajé rápido hasta su pene, lo masturbé mirándolo fijo a sus ojos, ese juego de miradas que manteníamos siempre nos prendía demasiado, era como que si con las puras miradas nos dijéramos todas las cochinadas que tenemos en mente el uno del otro.

No aguanté y me lo eché a la boca, jugué poquito a poco con su glande, le pasaba la lengua por alrededor, luego me lo echaba por completo a la boca y lo metía y lo sacaba con rapidez, eso lo prendió tanto que me tomó la cabeza con firmeza y me folló la boca, estaba en éxtasis, en serio que huea más rica, luego me soltó la cabeza y empecé a trabajar solito en ese exquisito pene, posicioné mi boca en el glande, y comencé a masturbarlo por el tronco, desde la base hasta donde comienza el glande, lo masturbaba mientras le pasaba la lengua al grande como si fuera un helado derritiéndose en mi boca, estaba en otra, a full. En eso me toma Bastián la cara y me despega de su miembro, y me dice que pare que se va a ir, solo reí y subí para besarlo, seguimos nuestras caricias y ya no me aguanté, me di vuelta y le dije, métemelo! Y no se imaginan la cara que me puso, parece que me calentó aún más, esa sonrisa coqueta que tiene como queriendo decir, te voy a romper el hoyo. En eso bajó y jugo con su lengua en mi hoyito, me chupó todo lo que se llama hoyo, literal me estaba follando con la lengua, que me sacó unos gemidos brígidos, luego de hacer su debido trabajo de dedos para dilatarme, se puso de pie, se puso en mi entrada y me lo metió, lento y de a poco igual que la primera vez, una vez que el dolor se fue, comenzó a follarme con mucha fuerza, yo apoyado en la muralla de la ducha y él tomándome desde las caderas para que no me moviera, y me embestía hasta el fondo, estuvo así por un par de minutos, luego me tiró hacia él, me abrazo por detrás, un brazo pasó por debajo de mi axila y me tomo del pecho, rodeándome, y con la otra me tomo la cara para darme vuelta y besarme sin dejar ese balanceo tan rico que tenía. Volví dos segundos a la realidad y le dije:

-Salgamos de la ducha, no gastemos más agua
*Jaja sí, toda la razón

Salió de dentro de mí y nos secamos a la rápida, en dos segundos, quedamos medios húmedos. Él tira su toalla al suelo y me toma por sorpresa cuando toma la mía y la tira al otro lado del baño, me toma por la cintura y me levanta del piso y me besa, ese hombre quería entrar a mis interiores por la boca, porque me comía como desesperado. En eso como me levantó (ya que soy bajito y delgado, no le costó nada) yo me engancho tipo koala y él comienza a meterme sus dedos en el culo, no se imaginan lo rico que fue; luego de eso me llevó hasta el lavamanos que para suerte mía era ancho, me deja sentado ahí y baja a chuparme el pico un rato, mientras metía sus deditos en mi hoyito y créanme que tenía que pensar en gatitos muertos para no acabar porque quería que me siguiera culiando más (sorry lo goloso pero en serio culiaba tan rico el Basti que no me resistía) no podía seguir aguantando así que le dije – culéame por favor – . En eso sube y se posiciona en mi hoyito nuevamente y la mete de una, a esas alturas ya estaba más que dilatado y comenzó a metérmelo ahí apoyado en el lavamanos, creo que es una posición demasiado exquisita, donde podemos mirarnos y decirnos cochinadas con la pura mirada y comernos la boca tanto como queramos, me tomaba de los hombros para asegurarse que su pico entraba hasta que no podía más y me culiaba a lo bruto, pero como ya estábamos cansados, paró un momento y se quedó respirando acelerado, mira hacia abajo y comienza a sacar su pico, lo saca completo y lo mete de una hasta el fondo, luego lo comienza a sacar despacito nuevamente y lo saca por completo, pasan dos segundos y me lo mete hasta el fondo de nuevo y lo empieza a sacar lento nuevamente y así comenzó a sacarlo completo y embestirme de una, les juro que sentí que me clavaba brígido pero se sentía tan rico que no quería que dejara de hacerlo nunca, nos dimos cuenta que era hora de irnos, así que retomó el ritmo y yo no podía más, comencé a corrermela y acabé sobre mi abdomen, él tardó como 3 minutos para acabar, le dije que acabara encima de mí, porque en esta ocasión estábamos sin condón y me dio cosa, sí ya lo habíamos hecho sin condón pero de todas formas preferí que acabara fuera, al igual que la primera vez, nos fundimos en un largo beso, tierno y cargado de cariños.

Nos repusimos y entramos a la ducha rapidito, nos enjuagamos lo que nos habíamos manchado recién y salimos de enseguida. Nos envolvimos la toalla a la cintura y nos fuimos a mi pieza, le ofrecí algo para beber, aceptó un vaso de agua y fui por él.

Volví con un vaso de jugo y un pastel que había comprado en el día para la once, sonrió tiernamente al verme y lo agradeció con un piquito. Nos sentamos a comer en la cama y conversamos un rato más. Lo mejor de ese departamento, como ya les mencioné, es la vista, al estar en una comuna del barrio alto, una zona empresarial, es muy iluminado el sector, y da al parque bicentenario, que es hermoso, por lo que el juego de luces, autos de fondo, y los árboles del parque hacían una vista para disfrutar cada noche. Y mi pieza tenía una pared de ventanal, de techo a piso, que da al balcón de la pieza que en un punto se une con la terraza donde todo comenzó con Bastián, así que una vez que terminamos de comer, nos metimos en la cama, desnudos, yo en la orilla que daba a la ventana y él atrás mío haciéndome cucharita, antes de acostarnos decidí dejar las cortinas completamente abiertas y nos quedamos mirando por la ventana, las luces del parque, los autos pasar, la gente transitar a lo lejos, él no dejaba de acariciarme, el pelo, la carita y mi guatita con la mano que me abrazaba, yo a ratos volteaba la cara para besarlo y mirar esos ojitos que tiene, me tenía siempre en éxtasis ese hombre, me hacía sentir querido, es extraño pero así me hacía sentir, ese día viernes comenzó siendo un ciberamigo de años y ahora no quería que se fuera de mi departamento nunca más, que no dejara de acariciar jamás.

No me di cuenta cuando me dormí, no sé quién se durmió primero, nada, estaba tan cómodo con él abrazado a mí, que solo me dormí. En la noche nos dimos un par de vueltas, medio despertaba, lo miraba y volvía a sus brazos, él dormido me aceptaba en sus brazos y me volvía a dormir.

Desperté apoyado en su pecho, pasando una mano por su abdomen abrazándolo y él tomándome con ambos brazos, en verdad no quería salir de ahí nunca, quería quedarme toda la vida ahí, así, desnudos, sintiendo su pecho con mi rostro, piel con piel, mientras él me acoge entre sus brazos; despabilé así quieto, no quería molestarlo/despertarlo porque no estaba seguro de que hora sería, después de unos 10 minutos aprox, miré hacia arriba lentamente para ver su rostro, para sorpresa mía, estaba despierto mirando el techo, acto reflejo por mi movimiento baja su mirada, se me queda mirando me sonríe y me dice – Buenos días dormilón – y me da un piquito, yo un poco atontado aún solo sonreí, y le dije – Buen día principito – y le di otro piquito.

-Estás despierto hace rato?
*Sí, como una media hora o quizás un poco más
-Queee? Y por que no me despertaste?
*Y para qué? Te veías tan lindo, tan pleno durmiendo que solo me dediqué a observarte y darme cuenta lo hermoso que eres.

Yo en serio, quería llorar de lo contento que me hacía sentir, se me apretaba el pecho de tanta alegría y emoción o no sé qué sentimiento, pero se me apretaba de solo darme cuenta lo lindo que era conmigo

-Jaja pesao, no me digas tonteras si aquí el guapetón eres tú! Y lo besé

Ya a estas alturas sentía que él me había entregado tanto, que no sabía de qué forma devolverle todo lo lindo que había sido conmigo, solo atiné a levantarme, ponerme un boxer e ir a la cocina a preparar desayuno, saqué la mesa a la terraza, le puse un mantel blanco y ordené todo lo más lindo que pude, puse las cositas ricas que había comprado, el agua caliente, té, café, jugo y tenía leche lista para calentar en caso de que quisiera leche. Lo fui a buscar a la pieza y seguía ahí, con la mirada perdida en la vista de la pieza, me mira cuando entro y le digo que se levante para que comamos. Se levanta de la cama, desnudo aún, se dirige a mí, me abraza y me agarra las nalgas y agrega, uff, tengo un hambre, ojalá me sirvas de desayuno lo que quiero y se pone a reír, no les miento, se me paró de una y quería saltarle en la pichula en ese preciso momento, de un salto quedar como anticucho en su pico, pero, también quería que disfrutáramos del desayuno, asique solo me reí, lo besé y le dije

-Ya oh, vístete y si te comes todo al desayuno vemos si hay premio – y le guiño un ojo –
*Hm me voy a comer hasta el mantel entonces jeje

Yo me puse una guayabera, que son mi prenda favorita en el mundo, podría usarlas hasta en invierno. Como soy delgado y me gusta mucho usar ropa ancha, me quedaba holgada, para abajo solo me quedé con boxer, total, eran día veraniegos aún. Le pasé una de mis guayaberas más grandes, porque él es más alto que yo, y fuimos a comer casi con el mismo outfit, ya que él también solo se quedó en boxer para abajo. Fuimos a la terraza y su cara lo dijo todo, creo que le gustó la sorpresa del desayuno, se quedó parado frente a la mesa con los ojos muy abiertos y abriendo la boca exageradamente diciendo,

*Wow! Pero que desayuno buffet, que desayuno de hotel señores! Esto parece tenedor libre, tienes de todo para comer aquí wawa

Y se me apretó el estómago como hace mucho tiempo no me pasada, y ese cosquilleo que recorría, no solo el estamgo sino que sentí que me recorrió el cuerpo completo, y resonaba en mi mente “wawa” “me dijo wawa”, me puse nervioso y solo me acerqué a él

-Obvio un desayuno para príncipes, como tú – y lo besé –

Nos sentamos, uno al lado del otro, mirando hacia el parque, comimos de todo, y fue un desayuno súper grato, fue súper conversado, reído y disfrutado en todos los sentidos.

Fue una linda mañana, esa brisa matutina de los días de marzo, con gente caminando por el parque, niños jugando, era un escenario demasiado rico para tomarse un desayuno calmado y conversado, comenzamos conversando de como llegué a Santiago, hablamos nuevamente de cuándo hablábamos solo por Facebook o WhatsApp, y lo loco que era que ahora estuviéramos ahí, uno al lado del otro desayunando. Él a ratos ponía su pierna sobre la mía y me acariciaba el muslo, a menudo me miraba a los ojos, me sonreía y me tiraba besitos de lejos.

La hora se nos pasó volando tanto conversar, conversamos de muchísimas cosas y se nos pasó el tiempo de una forma tan extraña que ni lo sentimos. Terminamos de comer y seguimos la conversa, cuando nos dimos cuenta era casi las 12 del día ya, había que vestirse y yo quería ir a comprar algo para preparar de almuerzo, como era sábado yo esperaba él se pudiese quedar todo el día, incluso hasta el otro día, que volviera a su casa el día domingo, de hecho, yo tenía ya todo planeado jaja, grave error, hacer planes sin preguntar antes, anotado para no cagarla en la próxima.

-Son las 12, deberíamos vestirnos y podríamos ir a dar una vuelta al parque y de vuelta pasamos a comprar algo para el almuerzo, te tinca?
*Que panorama más rico, me encantaría, pero no sé si pueda quedarme, le dije a mi mamá que venía de pasada ayer y terminé quedándome, ahora tendría que inventarle alguna otra cosa para decirle que me iré tan tarde.
-O sea hoy no te quedarás conmigo? – e hice un puchero tipo gato con botas de sherk –
*Jaja mírenlo! Lo que quiere, raptarme hasta mañana
-Si po, me gustó pasar tiempo contigo y me gustaría aprovecharte hasta mañana
*Pucha Max, en serio me gustaría, pero… pero… hm – dudó un momento y apartó la mirada, me extrañó eso la verdad – pero no creo que pueda, tendría que tener una excusa muy buena para mi mamá.

La verdad como que sentí que no me decía la verdad, que buscó una excusa, no sé por qué, pero lo sentí, y pucha, no es por nada pero huea que siente/presiento, huea que es, entonces quedé como, que verga, pero no le di mayor importancia.

-Hm pucha, ya, pero si me aceptas el paseo por el parque? Y mientras paseamos buscamos una excusa buenísima a tu madre, te parece? – y lo miro con carita de “porfi di que si” –
*Uy esa carita que me pones, imposible no aceptar! Pero solo el paseo, bueno? Ahí vemos que pasa para después
-Ya bueno ya, si se nos hace tarde, almorzamos juntos, bueno?
*Jajaj Bueno, acepto el almuerzo también. Hablando de comer y esas cosas, mira, la mesa está vacía, me comí todo todito, bueno, no todo precisamente, me falta comerme lo más rico que hay en este departamento – me mira coquetamente, me guiña un ojo y posa su mirada en mis nalgas –

Me prendió altiro, en mi mente pasó una escena medio de película, tirar todo al suelo con mantel y todo y acostarme en la mesa con las patas abiertas para que me culiara ahí, y ojalá nos vieran de abajo porque que morbo me daba que estuviéramos culiando ahí sabiendo que hay toda una vida abajo que pueden vernos, pero volvió el golpe de realidad y dije, no seai ahueonao, son los únicos dos tazones y par de platos que tení, lo rompes por esta fantasía y vai a tener que tomar té en vasos de plumavit lo que resta del año culiao, reakziona! Y sí, reaccioné:

-Hm verdad, este principito se portó bastante bien, se comió todo, creo que se merece premio – con la voz más coqueta que pude hacer –

Me pongo de pie, me paro frente a él y me siento en sus piernas poniendo mi culito justo encima de su pico y comienzo a besarlo. Nuestros penes comienzan con su erección, solo con el hecho de besarnos. Sin dejar de besarlo, comienzo a desabrochar los botones de la guayabera uno a uno…

Continuará…