Mi cuñado – Parte II

Hola a todos. Oye, gracias por leer la historia y que les haya gustado. Les cuento que hace pocos días, pasó algo de nuevo con mi cuñado.

Un día conversando con mi señora, me dice que su hermano, Ariel, viene a Serena porque tiene que dar un curso en la universidad, pero necesita que alguien lo vaya a buscar al aeropuerto.
-¿Tú podí ir?- me pregunta ella.
-¿Y a qué hora llega?
-A las 7.15 am.
-Ya pero lo voy a buscar y lo llevo a dónde, yo entro a las 09.00 a la pega pos.
-Sí alcanzas- me dice.

Seguido de eso, me dice que le vaya a limpiar la caca al Sultán que tiene todo el patio cagado. Mientras barría la caca del Sultán, estaba pensando en Ariel, mi cuñado que pal 18 me sorprendió pasando el culito y haciéndome uno de los mejores mamones que me han hecho en la vida. Desde ese día, he andado más caliente que la chucha. Incluso en este mismo blog empecé a hablar con un loco y nos intercambiamos fotos y terminamos en una paja en cam. La weá rica oye, nunca se me había ocurrido que los hombres fueran material para calentarme.

Bueno, llegó el día, me levanté temprano y fui a esperar a mi cuñadito al aeropuerto.
Me manda un mensaje diciéndome que va saliendo por tal puerta y listo, ahí estaba la carroza esperándolo. Se sube y me saluda de lo más normal y yo ya tenía la media erección weón. Cuando me saludó así de lo más normal, como que bajó un poco, me acomodé el paquete mientras se ponía el cinturón y nos fuimos a donde tenía que ir a dejarlo. Íbamos hablando de todo, cualquier weá, de lo que venía hacer, que iba a estar dos días, que esto y lo otro. Al llegar al lugar, me dice que puedo seguir en el auto a un estacionamiento en el menos uno. Sigo y llegando al lugar, me dice:

-Tenemos 5 minutos si querí que te saque toda la leche que mi hermana no te saca.

Y se suelta el cinturón y me pasa la mano por el paquete, dice “uffff está duro ya, ¿me estabas esperando Cristián?
-Chúpalo luego culiao, que estoy que reviento de ganas.
Y mi cuñado se acerca a mi pico, se acomoda en el asiento y me desabrocha el pantalón, sale al toque mi pico ya a punto de reventar y lo toma con la mano, lo pajea un poquito y me dice:
-¿Te gusta así o prefieres que te saque la leche con la boca?
-Con la boca, chúpalo rico si.

Y Ariel me corre todo el forrito pa abajo y se lo mete de una a la boca, casi completo, empieza a mamar rico, calientito, pone la lengua en la cabecita mientras chupa todo el pico. Lo toma con la mano y me empieza a chupar las bolas, pasa la punta de la lengua por el glande y empieza a jugar con él, luego se lo mete de nuevo a la boca y empieza a chupar bien rápido. En cosa de minutos le digo que me voy y Ariel chupa con más intensidad de arriba a abajo y se me escapa un gemido rico mientras mi leche sale toda directa en su boca. Chupa y sigue chupando, se traga toda la leche, lo limpia y relame, me lo deja impecable mientras se va poniendo más flácido. Luego lo suelta y me dice:

-Pucha cuñado, que lata que mi hermana no aproveche este pico, tan rica que tienes la leche.
-Lo que tu hermana se pierde, tú lo aprovéchai- le digo.
-A la tarde paso por la casa, espero verte pos.

Se sienta bien y se baja del auto. Me acomodé bien el pico en el pantalón y salí del lugar, me fui a la pega e iba más contento que la chucha. Llegue listo, vacío, con buen humor y contento. Nunca tengo un mañanero pues no le gusta tener sexo en la mañana, así que disfruté la chupaita de pico.

En la tarde cuando llegué de la pega como las 19.00 horas, Ariel estaba en la ducha, en la de mi pieza. Al llegar mi mujer estaba preparando la once y subí a la pieza a cambiarme de ropa. Sentía que Ariel se estaba duchando, así que comencé a buscar un buzo para ponerme y siento que cierra la ducha, cuando sale yo estaba en bóxer no más y él en toalla, mojado y sorprendido.

-Cuñadito, usted por acá de nuevo, ¿viene por la segunda parte?.
-Sí, me dejaste con ganas todo el día. Quiero llenarte de leche el culo- le digo.

Se acerca a mí y comienza a tocarme el pico por el bóxer, se da vuelta una vez que lo despertó y me pone el culo encima de mi pelvis, se menea rico y se apoya con fuerza para sentir cómo se va poniendo duro. Se abre la toalla y la deja caer, mientras con una mano me baja el boxer un poco, lo suficiente para que apoye mi pico en su raja.

Me metí unos dedos en el hoyo pensando en mi cuñado mientras me duchaba, me imaginé que había semen por todos lados, fue rico ducharme en tu ducha- me dice.

Y yo le pasaba el pico por toda la raja. Nos pusimos en la puerta del baño, por si venía alguien, así él salía y yo entraba al baño y cerramos la puerta de la pieza. Lo acomodo y le empiezo a meter altiro el pico en el hoyo, él sabía que no podía meter ruido, así que se quedó callado, en unos segundos ya estaba todo adentro, efectivamente se había dilatado el hoyo, así que la tarea la hizo fácil.

Él se agachó y yo pum, todo pa dentro, le di rápido y fuerte, no importaba si duraba poco, lo importante era disfrutar ese hoyito, apretado, rico, caliente y abierto, siempre me ha gustado hacerlo por el chico, pero nunca tengo mano y ahora mi cuñado me daba el hoyo por segunda vez.

De pronto siento que mi cuñado se va, me cae leche en un pie y siento que el resto cae al suelo, sentir su hoyo palpitando, apretándome el pico, fue lo que necesitaba para lanzar toda mi leche dentro suyo. Así a fierro pelao, le lanzo toda la leche en el hoyo. Saco mi pico de su hoyo y me meto al baño, él se queda limpiándose y se empieza a vestir.

Cuando salgo del baño, él ya estaba listo y bajamos juntos. Nadie nos cachó lo que hizo que la situación fuera más caliente aún, había un morbo y una complicidad en nuestras miradas. Ese día se quedó en la casa, pero no pasó nada más. Al otro día, mi esposa se fue a trabajar, ese día decidí llegar más tarde a la oficina, sabiendo que me quedaría solo con él. Cuando se fue mi señora, me dijo que despertara al Ariel a las 8.00 antes de que me fuera. Así lo hice, fui a la pieza de invitados, lo desperté y mi cuñado estaba erecto, mientras lo despertaba, empecé a tocarle el pico, era extraño sentir otro pico en la mano pero me calentó muchísimo.

Ariel se despierta y me dice “buenos días, así sí que son buenos días”. Me bajo el bóxer y le dejo a la vista mi pico, que ya se estaba poniendo duro, Ariel se sienta en la cama y me empieza a dar una mamada muy rica, parece que el sexo se siente mejor en la mañana.

Luego que me lo tiene bien mojado, me dice que me acueste con él, que ahora sabré lo que es culiar. Yo me saco la polera y el bóxer, me acuesto en la cama y él se sienta encima de mí. Con su mano empieza a tocar mis bolas y mi pico y lo pasa por su raja, yo lo punteaba, le pasaba el pico por el culo y estaba desesperado por meterlo. El toma mi pico con su mano y lo pone en su hoyo, lentamente se empieza a meter el pico y siento como más apretado de lo usual, me dolió meterlo, lo saqué y traté de meterlo de nuevo, él me dijo que no hiciera eso, que él lo maneja, así que yo obedecí.

Lo pone de nuevo en su hoyo y empieza a moverse muy lento, para que se introduzca todo, de pronto siento que lo tiene todo adentro y él empieza a gemir, a disfrutar, se apoya en mi pecho con sus manos y empieza él a moverse, levanta el culo de arriba a abajo y siento más rico que nunca, se sentía como estar culiando con una mina, pero mil veces mejor, mi pico estaba súper duro, sentía todo, su hoyo como apretaba mi pico, la piel como se deslizaba y me lo succionaba con el hoyo, sentía que mis cocos se movían también.

De pronto él se empieza a mover más rápido y yo doblo las piernas, levantándolo y comienzo a mover mi pelvis, empiezo a darle más rápido y sonaba el choque de mis cocos con su raja, el gemía de placer, incluso me besa, al principio le hice el quite pero después también lo besé, era extraño besar a otro hombre pero eso lo hizo más caliente.

Estuvimos así harto rato, no sé cuánto, pero estábamos sudados, el roce de nuestros cuerpos, sus manos acariciando mis tetillas, la sensación era completa, yo tocaba su raja, abría y separaba sus cachetes y él más lo disfrutaba. De pronto se sienta bien erguido y comienza a respirar agitado, me avisa que se va y me lanza la leche en el pecho, se toca y pajea y salta la leche por todo mi pecho, hasta en mi cuello, sentir la leche caliente en encima mío hizo que me pusiera como loco y le doy fuertisimo, me llegué a cansar de darle duro y siento que viene la leche, la lanzo toda en su hoyo, llenándolo, cada disparo acompañado de su quejido “aaahhh, aaaahh, aaah, aaahhh, aaahhhh….”

Al terminar él se cae encima de mi pecho y me da un beso. Entramos juntos a la ducha y nos corrimos una paja a mano cruzada. Luego nos vestimos y nos fuimos, lo fui a dejar de nuevo al mismo lugar de ayer.

A la tarde se iba de vuelta al sur. Espero verlo de nuevo.