Piercing en el pico 🍆

Me encanta este espacio, creo que podemos exponer muchas historias que son cotidianas en nuestro mundo cola, espero seguir aportando. Esto comenzó el 2016. Estaba viviendo en Santiago desde el 2013. En mis andanzas conocí muchas personas, como era bien joven aprovechaba los fines de semana para salir por ahí al bellavista, conocí con algunos chicos en Manhunt muchos locales de bellavista, donde las juntas iban más que nada al baile, besos locos y por ahí sus culiones…. no niego que siempre he sido pasiva, tengo 35 años ahora y pese a ser bien warrior me gusta establecer ciertos niveles de conexión emocional pa empezar a tirar, de ahí que no tenga muchos ex que contar, entre otras cosas, al igual que otras pasivas aunque lo nieguen he disfrutado siempre del sexo a fierro pelao, encomendado a dios y la virgen he podido mantener esta práctica y en el presente, flaites, principiantes, jovencitos y pendejos activos son mi principal grupo objetivo, «Nuevecitos», lo que a la fecha me ha tenido invicto, historias que espero relatar.

En el 2013 salía con un muchacho que vivía a la cresta del mundo, mientras yo estaba en el centro de Santiago él estaba en peñalolén, nos conocimos por medio de otro chico de Manhunt en la disco llamada el cerro. Entre sus amistades, habían chicos de estilo «flaite» y que en los carretes solíamos conversar y compartir, entre carrete en casas conversé con uno de ellos que hablaba siempre de su nuevo pololo de turno, solían hablar que este lokito cambiaba pololo a cada rato. Me mostró la foto de un chico bastante normal, moreno, la verdad bastante feo para algunos y el popular del mundo, ya que eso decía el resto, típico del mundo cola, era moreno, 175 aprox, pezones con piercing, sus buenos tatuajes y de pinta bien flaite, es terrible de fuertona su nueva conquista, decían entre risas los amigos cuando este muchacho salió por un momento. Se me quedó grabado en la mente la cara de este flaite y la verdad me llamó la atención del primer momento y pese a no conocerlo, algo despertó en mis perversos deseos y fantasías.

Así pasaron los meses, años y culiones y casi a fines del 2017 en mis andanzas de Manhunt donde solía subir mis fotos de culo en colaless o jockstrap y con el candadito guardaba mis fotos de cara más putonas que ahora me daría vergüenza mostrar y que por suerte nunca salieron a la luz, en una oportunidad recibí un guiño y con sorpresa era ese mismo chico que alguna vez vi años atrás. Era de de una comuna popular del sector norte que prefiero no mencionar y a lo más puta le liberé mi álbum, mostrando con naturalidad toda mi puteria.

En estas fotos salía abriendo mi culo a lo más warrior, posando sin nada de ropa, en mis fotos me mostraba bien fem y él me liberó inmediatamente el álbum, donde noté sus tatuajes en la guata, el pico depilado con gillete y un piercing en el frenillo del pico que me dejó loco. Me hablaba con naturalidad y le compartía morbosamente mis fotos, era más delgado pero como me decían algunos con un culazo al que «le darían como caja». En su perfil decía ser versatil activo, yo morbosamente cuando me preguntaba le decía que hacía de todo, tener la oportunidad de pescarme a este loquito me hacía agua la boca. Recuerdo tener en ese tiempo cerca de 26 y este wn unos 24 años. Al tiempo, perdí la clave y nunca pudimos concretar. Entre eso, sin duda, disfruté de otros penes que por ahí aparecieron.

En mis paseos por la capital, un año después en el 2018, en una oportunidad tuve que estar cerca del sector norte y ya había dejado Manhunt y lo que tenía era grindr, donde mostraba fotos a lo «Hombre», de cara, normales y nuevamente la sorpresa llegó cuando este chico me envía el típico guiño de fueguito, nunca supe si me recordaba o simplemente pasó. Sin duda le hablé, muy interesado, y poco a poco lo calentón se dio nuevamente, me mostraba sus fotos de pene con naturalidad, su rico piercing, una argollita y unas bolitas y yo muy inocente le comenté que su pene me encantaba, que quería saber cómo se sentía ese piercing, él me decía que era lo normal, que sentiría más rico, yo le decía que sería genial verlo y pese a que era un pene normal de unos 16 centímetros era grueso y esa joya era el centro de mi atención. Entre las conversas de días cuando me preguntaba como estaba le mostraba mis fotos con poca ropa y cada vez que le pedía ver «el piercing» me mostraba su pene y sus tetillas perforadas. No pasó mucho de eso, de una lo invité al depa en que vivía, le dije que tomáramos y fumáramos weed, él se ofreció a traer hierbita y su bong.

Corta, nos juntamos, me preparé ese día, me hice el lavado y me puse bajo la ropa un colales, me perfumé y lo fui a buscar al metro. Conversamos, tenía cervezas y fumamos marihuana, quedé volado como chancho. No pasaron 40 minutos y ya me tenía abrazado sentado en sus piernas, cuando me paraba me tomaba de la cintura, con total naturalidad. Tenía olor a perfume barato y conversábamos. Entre eso le dije que quería ver el «piercing», casi como si nos conociéramos de toda vida se bajó el pantalón y me lo mostró, ya estaba algo erecto y lo ofrecía con orgullo, pude mirarlo, revisarlo, tenerlo en las manos, como si nos conociéramos de toda la vida. Le corrí el prepucio y notaba que ese pene ya estaba lubricado y estaba esa argollita que tanto quería. Mientras seguíamos tomando acariciaba ese miembro y empezó a tocar mi ano, que rico me dijo, andas con colales. Sí le dije. Estaba tan volado pero recuerdo que terminamos sin ropa tocándonos.

En la medida que pasaba el rato me tocaba, tengo el pene de unos 12 cm grueso pero bastante pequeño en relación con los activos, él ponía su pene entre mis piernas mientras se movía y como soy bien pasivo generalmente nunca me erecto completamente pero no puedo negar que estaba mi pene bien mojado de excitación. Mientras tanto nos besábamos y rato que podía tocaba ese piercing. Me acerqué a chupar su pene, tenía un rico olor y estaba super mojado, me dejé llevar y le di una buena mamada. Qué rico decía, entre eso terminamos en mi cama, me dejó de guatita y fue besándome la espalda, estábamos super volados, me separó mis cachetes y me dio un rico beso negro. Entre eso, respondí besando, chupando sus pezones perforados, recorriendo con mis labios todo su cuerpo. En un momento me dejó de ladito y me apoyó su pene erecto en mi ano, como decía, tengo condones y lubricante pero soy una pasiva a fierro pelao. Le hice la típica pregunta ¿Estay sanito?, me respondió obvio que sí, siempre me saco sangre, además «estudié el área de la salud», [así de absurdo somos y no creo ser el único] así que le dimos y mis perversiones temerarias tuvieron rienda suelta.

Mi morbo era sentir ese pene al natural, me hice la tonta y dejé que me lubricara con su saliva, poco a poco entró y pude sentir ese piercing, era como un pequeño masaje y lo hicimos con mucha pasión, besos caricias e intimidad. Cuando me dijo que acabaría se pegó una paja final y fui directo a chupársela, se corrió, probé sensualmente un poco de esa leche y le di un besito en su boca. Desnudos seguimos fumando y nos fuimos a acostar.

En la mañana despertamos, creo que era muy temprano y aproveché de darle un besito. Despertó y seguimos tocándonos, tenía ese olor a hombre rico este flaitecito, como a un sudor no desagradable, o quizás pensaba que eran las feromonas, algo había en este chico que cuando lo vi años anteriores estaba muy interesado en él. Continuamos el mañanero, besos, mamadas y pasé al siguiente nivel entre una mamada que hacía me dirigí a lo más puta a su culo, le levanté las piernas y metí mi lengua en su ojete. Pese a ser pasiva aprendí que esto deja loco a algunos hombres, me agarró más fuerte que la noche anterior y volvió a acercar su pene a mi culo… Mi culito estaba de cierto modo «preparado» con la noche anterior, me dijo «está mojaito», » tú me tienes así», le dije. Si bien, estuvo todo rico, apasionado, estaba muy caliente con la idea de que me preñara, solo que no quería decirlo y me interesaba que sus instintos salvajes lo llevaran a esta situación. Mientras me comenzó a follar me di cuenta que él estaba mojado, mi ano estaba húmedo imagino por la noche anterior y no hubo ninguna resistencia, sentí nuestras pieles mucho más que la noche anterior, me encantó como cada experiencia con activos menores hasta hoy, aunque fuera dos años, que siempre te dan como caja.

Cada movimiento era más intenso y en un momento me dijo, «vas a quedar llenito», yo dejé y en un tiempo explotó su leche dentro de mí, con cada palpitación. Transpiraba y nos besamos. Llegaron cerca de las 11 de la mañana, le ofrecí café, desayuno, pero no quería, se puso la ropa del día antes y nos despedimos con ganas de vernos en otra oportunidad con un beso en la boca. Al irse, no aguanté el morbo de darme un paja en privado para recordar esa rica noche e incluso, probar esa leche que estaba dentro de mí.

Seguimos hablando, al tiempo me contó que estaba pololeando, pese a que me repetía que yo era bonito andaba con una cola más fea, le dije que no era celoso, los tiempos la verdad no daban nunca. Pasaron unos meses, cada vez que notaba que estaba soltero ahí estaba yo siempre disponible, incluso, lo invité un día que estaba con un «amigo mio» a ver si se daba algo más entre los 3, el pesque era solo cuando el quería. Corta, repetimos unas dos veces más, conocí piercing de bolitas, fluorescentes y la dinámica era entregarme full, siempre siendo yo usado a su antojo, voladitos, tomando chela, pese a eso, era dejado de lado por un pololo que aparecía y luego sumen estallido social y pandemia. Seguimos conversando, me llamó la atención que pese a entregarnos al sexo y la pasión, decirme que era muy lindo, entregarme con todo, era una pasiva lista para ser usada y que no me pololearía. Pese a eso, no olvido a ese piercing y la colección de penes de tamaños, formas diversas que he podido probar y al que sumar este. A mis 35 sigo probando leche, pero ese olor, piercing y experiencia la atesoro entre mis aventuras que no olvidaré. Sueño con poder encontrarnos en otra oportunidad, si tienes un peircing en el pico podrías ser tú.