Lo tenía frente a mí, completamente desnudo de cintura para abajo, con ese cuerpo moreno y suave que siempre me había llamado la atención. No tenía ni un solo pelo. Su polla, recta y palpitante, apuntaba ligeramente hacia arriba, gruesa, con la piel tirante dejando ver claramente el glande húmedo, y su respiración empezaba a […]