Con el profe nuevo – Parte IX

Sonó el timbre y miró hacia la puerta.
Estaba fumándome un cigarro en el balcón.
Mi guata advirtió que era Joaquín quien había llegado. En cuanto el conserje me avisó sentí ese nerviosismo puro que te aprieta las entrañas, las manos me sudaron y mi corazón palpitaba a mil. Dejé el cigarro en el cenicero, boté una bocanada de aire y me dirigí hacia la puerta.
Al abrir, estaba Joaquín de frente, mirándome con sus grandes ojos y con una seriedad que preocupaba. Andaba vestido con ropa deportiva, típico outfit de profe en fin de semana o día libre.
Un buzo recto de color negro lleno de pelos de sus gatos (odio los gatos) un poleron azul con capucha y sus zapatillas de color negro.
Me dice hola, le respondo el hola con un sonido tímido, mirando hacia abajo.
Sentía que no podía mantener la mirada en el, pues me dolía, me dolía lo que él había hecho conmigo y me dolía lo que yo le estaba haciendo pasando la pena y la rabia con otros cuerpos.

• pasa. Le digo y me corro de la puerta abriendo el paso.
  Cierro y me dirijo al balcón a terminar de fumar.
• siéntate!!! Quieres algo??
• no, estoy bien, gracias Matías.

Matías???? Me llamó por mi nombre. Esa sensación se homologó a cuando tu mamá te llama por tu nombre completo y tú sabes que algo anda mal.

Me senté en mi sillón en el balcón y terminé de fumar. Al terminar me paró, entró y cierro el ventanal.

• dime. De qué quieres hablar?
  El agacha la cabeza, empieza a observar el suelo, como buscando el coraje que le faltaba para comenzar a hablar.
• supongo que la Pau ya habló contigo.
  respondí con un sonido.
• bueno, yo quería decir que, entiendo que estés enojado conmigo y por eso creo que te debo una explicación.
  Yoooo, la verdad…. No sé muy bien qué estoy haciendo. Creo que he estado jugando contigo y no quiero seguir así.
  Me gustas, me gustas mucho. Pero siento que contigo es para ir en serio, y no sé si estoy preparado para ir en serio.
  En cambio…
• en cambio?? Esto es comparativo??
  No necesito saber que tiene el que no tenga yo, o que tengo yo que no tiene el. Esto no es una competencia para ver quién es mejor o peor o quien se acomoda mejor a tus necesidades.
  Cuando una persona elige estar con otra, lo hace porque está convencido de que es la mejor opción. Pero no se pone a experimentar estando con otra persona.
  Y si así fuera, al menos debería quedar explícito desde el inicio, así nadie puede reclamar nada, ya que todo está descrito y anticipado.
  No crees??? Le pregunto evidenciando mi molestia por lo que dijo.
• si, estoy de acuerdo, y así hice…
  Interrumpí.
• Así hiciste???
  Mira Joaquín, esta historia yo la viví así.
  Nos conocimos. Hubo química entre los dos, hicimos cosas ricas y entretenidas y ambos sentimos que queríamos más. Lo conversamos y estuvimos de acuerdo.
  Luego, nos pilló ese loco en un carrete y ambos decidimos avanzar con él por esa sola noche.
  A mí el no me gustó con la finalidad de confundirme. Si hubieses hablado que podríamos haber tenido algo entre los dos con él o lisa y llanamente, entre los 3, lo hubiéramos conversado. Nunca me he cerrado a nada. Así que no me digas que así lo hiciste, pues tú seguiste por tu camino con el, hablando, conociéndolo más, saliendo con él y cuando te pedí que lo conversáramos, me dijiste buenas noches y me pediste que me fuera de tu departamento, desde ahí no has tenido ninguna comunicación conmigo, no has respondido mis mensajes, me bloqueaste hasta de whatsapp pos…. Y esto lo hablas con mi mejor amiga… ni siquiera conmigo. Y yo lo que entiendo es que estás aquí, ya que hablaste con mi amiga. MI AMIGA.

Se produce un silencio y se pone a llorar.

• pucha Mati, perdona…. No quise que llegáramos a esto.
  Tú me gustas de verdad, pero estoy confundido.
• si estabas confundido podríamos haberlo conversado, haber hecho camino juntos en esa confusión, le dije.
  Pero no hiciste lo que cualquier persona sensata y respetuosa del otro hubiera hecho.
  Tranquilo. No te estoy enjuiciando ni nada. Pero no me digas que las cosas las hiciste bien.

Joaquín sigue llorando, mira hacia el suelo.
Verlo así, me produjo algo… ganas de abrazarlo y decirle que todo está bien.
No lo pensé dos veces y lo hice.
Me acerqué al sillón, me senté en la mesa de centro, le tomé una mano y con la otra le limpio una lágrima.

• ya, tranquilo.

Joaquín toma mi mano con sus dos manos y levanta la cabeza. Me mira y así nos quedamos, mirándonos fijamente por una eternidad.
Lentamente se acerca y me intenta dar un beso. Yo me hecho hacia atrás y él insiste.
Recibí ese beso con dolor, me dolía el corazón, sentía esas emociones revueltas en la guata. Pero a la vez sentía que, estaba feliz, estaba sintiendo sus labios de nuevo en mi boca, el olor de su piel, ese perfume de Benjamin Vicuña que tanto me gusta como le queda.
Sus manos comienzan a tocar mi cara y yo paso mis manos por su pelo (como la escena de la película de Rojo, blanco y sangre azul, cuando el príncipe acaricia el pelo del hijo de la presidenta)
Nos besamos con sabor a sal, de sus lágrimas, pero también con sabor a pena, a traición, a dolor, a ternura y yo percibía que también con sabor a amor.
Joaquín me acomoda para que me recueste en el sillón, él se apoya sobre mí y comenzamos a besarnos acostados en mi sillón. Lentamente pero con rapidez, empezamos a sacarnos los polerones, una prenda a la vez, primero su poleron, luego el mío, sus manos tocando mi pecho suavemente, yo recorriendo con las mías su espalda, su trasero.
Siento que su pene se erecta y comienza frotarlo sobre el mío, el cual también estaba reaccionado al momento. Joaquín se saca las zapatillas y siento más presión de frote sobre mi pelvis.
Mientras estábamos en esta situación, un pensamiento acudió a mi. Pensé que tal vez esto no era correcto, pues no podíamos hacer el amor o culiar, llamémoslo como queramos, sin haber resuelto nuestro tema, pero mandé ese pensamiento a la chucha, total, tiempo para arrepentirme, iba a tener de sobra.
Joaquín me besaba el cuello, mi oreja, mi cara, me daba besos en los ojos, en la nariz, tomaba aire para seguir besándome. Yo hacía lo mismo, había mucha ternura en ese momento.
Yo bajo mis manos por su espalda hasta sus cachetes y comienzo a tocarlos. El, dejaba ver que le gustaba eso, con sus gemidos en mi oído. Meto la mano por dentro del buzo y le bajo el pantalón. El se aparta y se lo saca entero, hace lo mismo con el mío y quedamos solo en boxer.
El andaba con un boxer top de color verde flúor y yo con mi boxer top de color negro entero.
Se abalanza sobre mí y comienza a besar mi pecho, jugaba con mis pezones, los besaba y estimulaba. Lentamente comienza a seguir el camino hacia la felicidad, dándome besos por el abdomen y en el ombligo. Cuando llega al bóxer se detiene, huele, se acomoda y lo saca, inmediatamente se levanta mi pico y saluda, él desliza la piel hacia abajo y lo lleva a su boca.
Comienza a chuparlo lentamente, lo hacía con cariño, con gentileza, con cuidado, se notaba que disfrutaba pues hacía sonidos de placer.
Chupaba y respiraba, soboreaba y lamía.
Yo pongo mis manos hacia un lado y miraba como se lo tragaba y lo lamía y relamía. Luego acercó mis manos a su cabeza y comienzo a follarle la garganta, de forma lenta pero profunda.
Luego de un rato él se echa hacia atrás y yo me acomodo para estar encima de él, se saca el bóxer y abre las piernas. Recién ahí, me vuelve hablar, me dice: quiero que me lo hagas.

• estás seguro?
• por favor, me súplica.

Me acomodo y comienzo a ubicar mi punta en su ano, de a poco empiezo a presionar lentamente hasta que entra la punta, él comienza a moverse lentamente y me dice que lo quiere todo. Yo lentamente, sobre el, besándonos, empiezo a meterlo con profundidad.
Sus piernas me abrazan por la espalda, haciendo presión sobre mí para empujarlo más, sus manos sobre mi nuca y espalda.
Yo estiro los brazos y lo rodeo completo abrazándolo. Mientras todo eso ocurre, le doy clavadas profundas pero muy lentas. No hay velocidad, hay algo así como la intención de que el momento no acabe, de inmortalizar lo que nuestros cuerpos estaban sintiendo de nuevo. Hacer el amor con él era eso, una sincronía, una estimulación constante de los sentidos, ver su cuerpo, sentir su olor, sentir la suavidad de su piel, oír sus gemidos, saborear su sabor. Todo era maravilloso, y esta ocasión así mismo era, una sincronía perfecta.
Separábamos nuestras bocas solo para gemir, tomábamos aire y seguíamos gimiendo.
Mientras nuestros cuerpos se daban, profundamente y de una forma exquisita a la vez. En todo momento sentí sus piernas abrazándome la espalda y yo lo tuve abrazado todo el tiempo que estuvimos culiando.
De pronto mi cuerpo comenzó a sentir una electricidad, que venía desde mi cerebro y recorría todo mi ser, era una sensación de placer que me llenaba. Yo creo que Joaquín también sentía algo así, pues estaba rojo, agitado, sudado, tenía cara de felicidad, su cuerpo vibraba, se notaba que tiritaba, sus piernas también lo hacían. Nos damos un beso profundo sin separar nuestras bocas y eyaculo en el, a la vez que Joaquín se va solo, sin tocarse, lanza varios chorros sobre su pecho.
Toma mi cara con sus manos y me mira profundamente mientras lo hace, toma aire profundo y me dice: Mati, te amo…!!! Perdóname por todo…. Tú eres el único hombre que quiero tener en mi vida. Estoy dispuesto a todo para estar contigo.
Estar contigo así, es lo único que deseo!!!
Me puedes perdonar?? Me pregunta.

Aún conectados, sin sacar mi verga de el, y en la misma posición en la que terminamos, lo miro y pienso en la declaración que acabo de escuchar.
Era algo que había esperado, pero a la vez no estaba seguro que eso era lo que quería oír.
Y qué iba a pasar con Cristian?
Y con su confusión? O sea, le bastó estar conmigo una vez más y ya se le aclaró la confusión??
Pensé hasta en la Pau (no puedo estar pensando en la Pau mientras tengo el pico metido en el culo de un weon, pensé) y en lo que diría si le cuento esto.

Así que me comencé a acomodar, saqué el pico y me senté con las piernas cruzadas en el sillón.
Joaquín hizo lo mismo, se sentó y al hacerlo veo que el sillón tiene manchas de semen, otra vez.
Pensé en que ese sillón tiene todas las historias en manchas y me acordé del Nico, el loco femboy del piso 5 que ya me había tirado dos veces y que claramente podrían haber más veces.
Lo miro fijamente por un rato, parece que lo incomodé pues me dice:

• me pones nervioso mirándome tan fijamente por tanto rato.
  Le digo:
• lo que pasa es que no podemos pretender que un polvo va arreglar nuestra situación.
• un polvo???? Me dice con cara de que chucha weon….
• un polvo, un culion, hacer el amor, sexo. Lo que sea. Joaquín, lo que quiero decir, es que las cosas no se solucionan de esta manera, eso solo es esconder la basura debajo de la alfombra. Hacerlo contigo es lo máximo para mi. Creo que nos conectamos a otro nivel, siempre lo he sentido. Pero pasó algo entre nosotros.
  Yo también he hecho cosas en este periodo.
  Dije eso, y él se levantó del sillón y comenzó a vestirse rápido, apurado, como molesto y me dice:
• y yo pensando que estabas mal por el tema….
• claro que estaba mal, pero tú estabas pasándolo bien con el Cristian. Qué querías? Que me quedara sacándole hojas a una planta para ver si me quieres o no???
  Creo que no estás en posición de reclamar nada.

Joaquín termina de vestirse, me mira y me dice:

• creo que es justo lo que dices, no me lo esperaba. Mejor me voy.
• si te vas, eso indica que la decisión correcta sería esa. Irte. Pero si te vas, esto queda hasta acá.
  Yo estaba bien sin ti. Pero llegaste!!!!
  Y después de conversarlo quise estar contigo, no huyo, no arranco, no me visto y me voy porque algo no me parece. Aquí estoy, literalmente desnudo frente a ti, explicando lo que para mí ha sido. Y tú te molestas porque tiré con otro tipo, mientras que tú, estabas en fase de descubrir que querías, lo cual es válido y está bien, pero no me puedes exigir nada a mí.
  Yo estoy desnudo frente a ti (me pongo de pie y abro mis manos hacia un lado) literalmente no tengo nada que esconder. Mientras que tú estás cubierto de ropa, molesto por algo que yo considero que no debería molestarte así, pero en fin, esas son percepciones personales y si te molesta ok.
  Pero entre tú yo, yo siempre he sido honesto, siempre pedí tu autorización para culiar juntos, con el weon de Convivencia escolar, con el loco del Cristian. Siempre fue consensuado, entre tú y yo. No escondo nada!!!

El me miraba fijamente y no podía decir nada. No dijo nada.
Luego de un minuto o quizás más, le digo.

• ahí está la respuesta. No sé si realmente tienes amor por mi. Lo que sí sé, es que tú y yo estamos en veredas diferentes.
  Lo único que se me ocurre que podría solucionar esto, es darnos un tiempo pero no para alejarnos, sino que para conocernos mejor.
  Joaquín me dice: no te quiero perder!!!!
  De verdad te amo!!!! Perdóname, perdóname.
  Y se abalanza sobre mí para abrazarme.
  Recibo su abrazo, lo miro y le tomo la cara con mis manos. Lo miro fijamente y le digo.
  Si realmente quieres que te perdone, entonces no me responsabilices de tus actos, pues cada uno sabe las decisiones que toma.
  Tu quisiste estar con él y bien.
  Esa es tu verdad. Si te diste cuenta de que ahora quieres estar conmigo, bien, puedo con eso. Pero no me reclames lo que hago en el medio, no tienes derecho a eso.
• lo se, soy tan weon, perdóname!!!!!
• es verdad, le digo. Lo eres.
  Y le doy un beso.
• ya, espérame, déjame vestirme que me dio frío y vengo saliendo de la influenza.
  Comienzo a recolectar mi ropa y me la pongo.
  Al terminar le digo, quieres tomar desayuno???
  Yo tengo hambre y solo tengo un café y cuatro cigarros en el cuerpo. Y perdí harta energía hace poco!!!!! (Cara de picarón)
  Bueno, pongo agua en el hervidor??
• no, vamos a tomar algo. Tu invitas si. Por weon.
• bueno, dice sonriendo.

Quieren saber qué pasó después??
Qué pasó con el colega de reemplazo?
Qué chucha me dijo la Pau??
Un abrazo a todos los que han seguido esta historia. Creo que tomaré los consejo de varios y poner esto en un libro no sería malo.
Dejen sugerencias en los comentarios.
Besitos en la Tula a los que siguen esta historia entre Joaquín y yo.